Hoy, martes 20 de mayo de 2025, la guerra en Ucrania podría estar ante un posible punto de inflexión tras el anuncio realizado por el presidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró que Rusia y Ucrania comenzarán «de inmediato» negociaciones para alcanzar un alto el fuego y poner fin al conflicto que se prolonga desde febrero de 2022.
Esta declaración se produjo tras una extensa conversación telefónica de dos horas entre Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, mantenida este lunes, y después de que el mandatario estadounidense también dialogara con el líder ucraniano Volodímir Zelenski. El anuncio ha generado expectativas, aunque persisten importantes dudas sobre la viabilidad real de estas negociaciones.
La llamada que podría cambiar el rumbo del conflicto
La conversación entre Trump y Putin ha sido calificada por ambos líderes en términos muy positivos. El presidente estadounidense describió el diálogo como de «tono y espíritu excelentes», mientras que el mandatario ruso lo consideró «franco y muy útil». Durante la llamada, que se extendió por más de dos horas, ambos líderes abordaron la necesidad de reanudar conversaciones directas entre Moscú y Kiev.
Según informó el propio Putin en una comparecencia posterior, durante el diálogo ambos mandatarios mostraron disposición a avanzar hacia un alto el fuego en Ucrania. «Hemos acordado con el presidente de Estados Unidos que Rusia propondrá y está dispuesta a colaborar con la parte ucraniana en la elaboración de un memorando», señaló el líder ruso.
Este contacto bilateral se produce apenas días después de que representantes de Kiev y Moscú se reunieran en Estambul por primera vez desde 2022. Aunque aquel encuentro no derivó en un acuerdo de cese de hostilidades, sí permitió pactar el intercambio de mil prisioneros por cada bando y dejó abierta la posibilidad de futuras negociaciones.
El Vaticano como posible sede de paz
Un elemento destacado del anuncio de Trump es la posible participación del Vaticano como sede para las conversaciones de paz. El presidente estadounidense indicó en un mensaje publicado en su red social Truth que las reuniones podrían tener lugar en la Santa Sede, que ha expresado su interés en ejercer de anfitrión.
Esta no sería la primera vez que la diplomacia vaticana intenta mediar en el conflicto, aunque hasta ahora sus esfuerzos no han logrado avances significativos. La propuesta de utilizar este territorio neutral podría facilitar un entorno más propicio para el diálogo entre las partes enfrentadas.
Obstáculos y desafíos para una paz duradera
A pesar del optimismo expresado por Trump, existen numerosos obstáculos que podrían dificultar el éxito de estas negociaciones. El presidente ruso insistió tras la charla en que «es necesario eliminar las causas profundas de esta guerra», una frase que para muchos analistas refleja la persistente intención de Moscú de influir decisivamente en el gobierno ucraniano.
Por su parte, Ucrania ha reiterado en ocasiones anteriores su exigencia de un alto el fuego «total e incondicional». La presidencia de Zelenski insiste en que cualquier solución debe pasar por la retirada de tropas rusas y garantías internacionales de seguridad.
Es importante recordar que en abril de 2022, en conversaciones de paz celebradas también en Estambul, se alcanzó un borrador de acuerdo. En aquel momento, la delegación ucraniana aceptó que el país se mantuviera neutral militarmente, renunciando a unirse a la OTAN pero conservando el derecho a entrar en la Unión Europea. Rusia, por su parte, se comprometió a no volver a atacar a Ucrania. Sin embargo, la reunión entre los dos dirigentes que debía sellar ese acuerdo nunca llegó a producirse.
La estrategia de Trump y su promesa electoral
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha convertido la resolución del conflicto ucraniano en una de sus principales prioridades de política exterior. Durante su campaña electoral, el mandatario estadounidense llegó a prometer que resolvería la guerra en 24 horas, una afirmación que muchos consideraron excesivamente optimista.
Esta es la tercera conversación telefónica entre Trump y Putin desde que el primero regresó a la presidencia, lo que demuestra su determinación de mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú. La última llamada entre ambos líderes había tenido lugar el 18 de marzo y también se extendió por más de dos horas.
El secretario de prensa ruso ha negado que se esté preparando una reunión presencial entre Trump y Putin, descartando así especulaciones sobre un posible encuentro en el corto plazo. Sin embargo, ambas partes han señalado que mantienen abiertos los canales de comunicación.
Reacciones internacionales y próximos pasos
Tras el anuncio de estas posibles negociaciones, la comunidad internacional observa con cautela los próximos movimientos de las partes implicadas. Trump ha señalado que se comunicará con líderes de la OTAN para avanzar hacia una tregua, buscando así el respaldo de los aliados occidentales a esta iniciativa diplomática.
El conflicto, que ha provocado decenas de miles de muertes, millones de desplazados y una fractura profunda en las relaciones entre Moscú y Occidente, podría estar ante una oportunidad histórica para iniciar un proceso de paz. Sin embargo, la experiencia de intentos anteriores obliga a mantener la prudencia sobre los posibles resultados.
El intercambio de prisioneros acordado en Estambul, que podría materializarse esta misma semana, sería un primer paso concreto que demostraría la voluntad de ambas partes de avanzar en la dirección correcta. Este gesto humanitario podría generar un clima de mayor confianza para abordar cuestiones más complejas como el alto el fuego y las garantías territoriales.
En definitiva, aunque el anuncio de Trump genera esperanzas sobre una posible resolución del conflicto, el camino hacia una paz duradera en Ucrania sigue plagado de dificultades. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si esta nueva iniciativa diplomática logra superar los obstáculos que han frustrado intentos anteriores o si, por el contrario, se suma a la larga lista de oportunidades perdidas en este sangriento conflicto que ya se acerca a su cuarto año.
