Percival Manglano es el concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid que tiene entre ceja y ceja la dimisión de Rita Maestre como portavoz de la institución después de haber sido condenada por la Justicia a pagar una multa por su pasaje de ‘asalta capillas’ mientras estudiaba en la Complutense —Percival Manglano (PP) no parará hasta que se vaya la ‘asalta capillas’ Maestre: «Es una trolera en serie»–.
Así de divertido a la par que grave fue su intercambio de pareceres en Twitter con la susodicha Maestre este 15 de abril de 2016:
Soria dimite sin haber sido acusado de nada ilegal.
Rita Maestre sigue tan pancha tras ser condenada por cometer un delito.
Increíble.
— RitaMaestre (@Rita_Maestre) 15 de abril de 2016
.@Rita_Maestre Este vídeo es menos musical, pero más sonoro. pic.twitter.com/LY9bL1QSj0
— Percival Manglano (@pmanglano) 15 de abril de 2016
La dimisión del ministro del Interior, José Manuel Soria, acorralado por los papeles de Panamá, le sirvió al edil Popular para reivindicar que mientras un ministro abandonaba su puesto sin haber sido siquiera acusado ni imputado, a la portavoz podemita de Carmena ni se le pasaba por la cabeza a pesar de tener todo a favor para ello —La penitencia a la ‘asalta capillas’ Rita Maestre le sale barata: 4.320 euros por su ofensa religiosa–.

Porque Podemos llegaba para regenerar la política y para pedir cuentas y dimisiones, y porque siempre que un cargo público fuera imputado por vulnerar alguno de los derechos humanos dejaría su puesto —La ‘asalta capillas’ podemita que será juzgada, Rita Maestre, debería dimitir como dice el código ético de Ahora en Común –. Rita Maestre fue imputada y condenada, pero tanto ella como su equipo se ponen ‘chuletas’ cuando alguien les recrimina que siga ahí vivita y coleando en el Ayuntamiento de Madrid —La ‘asalta capillas’ Rita Maestre trata de amordazar a una periodista y acaba pegándosela: «Usted ha mentido»–.
La reggeatonera canción propuesta por Rita Maestre, del grupo Aventura en el año 2004, dice en su estribillo dedicado a Percival Manglano:
No es amor, lo que tú sientes se llama obsesión.


