Vergüenza infinita.
Cada vez es más evidente que la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), siguiendo el ejemplo de los principales sindicatos, se han convertido en un brazo político de los socialistas y del Gobierno de Pedro Sánchez.
El último atentado a la libertad de expresión y respeto al otro ha sido la agresión racista de la ‘agitadora de izquierdas’ -emplearemos el mismo término que ellos- Ana Pardo de Vera contra Bertrand Ndongo en la entrada del Museo Reina Sofía en el primer acto organizado por el Ejecutivo que conmemora el 50º aniversario de la muerte de Francisco Franco.
Ni la FAPE ni la APM son capaces de condenar la violencia de la directora corporativa y de RR.II. de Público contra el reportero de Periodista Digital.
Por el contrario, han salido en defensa de quien en las imágenes se aprecia cómo insulta con epítetos racistas e incluso agrede a un periodista que realizaba su trabajo, al quitarle el micrófono, uno de los gestos más graves dentro del mundo periodístico.
Así las cosas, la FAPE ha negado la solicitud de amparo, a través de un comunicado, realizada por este medio y por Ndongo afirmando que “actuó como agitador irrumpiendo e interrumpiendo la labor de los periodistas que estaban con Unai Sordo y no como periodista, por lo que no ha habido vulneración del derecho a ejercer la profesión”.
Además, se posiciona a favor de quien fuera asesora de comunicación de varios ministerios durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al repetir la misma versión en la que afirma que las imágenes «han sido manipuladas» y que ella insultó y agredió a Ndongo como respuesta a sus insultos y acoso de este. Para lavarse las manos y apoyar la versión de Pardo de Vera, la FAPE asegura que «la inexistencia de otras grabaciones imposibilita el contraste de informaciones».
No conforme con ello, intentan desprestigiar la labor del reportero al asegurar que no ejerce el periodismo y busca el enfrentamiento. «La FAPE pide “a los compañeros que eviten en lo posible entrar en la dinámica de provocación que pretenden quienes no ejercen el periodismo y buscan el enfrentamiento”, han escrito en el comunicado.
Para completar la afrenta a Ndongo, matizan los graves insultos racistas de Pardo de Vera al señalar que “las palabras de la periodista en referencia a la condición racial de Ndongo (“hay que ser tonto para ser negro y ser fascista”)” fueron “ fruto del agobio del momento”. Eso sí, obvian incluir que la frase «recógelo como gorila, fascista», que se escucha cuando está apunto de lanzarle el micrófono.
Por su parte, la APM ni siquiera emitió una respuesta sino que simplemente se circunscribe al comunicado emitido por la FAPE.
Este y otros temas de actualidad son tratados por Eurico Campano en el 24×7 de este martes, 14 de enero, junto a César Sinde y el propio Ndongo.
Ndongo se pronuncia
Bertrand Ndongo se ha pronunciado sobre la decisión de la FAPE y la APM en un contacto durante la edición de ’24×7′.
Ha afirmado sentirse “cabreado” y ha considerado que estas organizaciones “no son asociaciones de prensa, son chiringuitos de izquierda donde si no eres de izquierdas, si no estás afiliado, no pintas absolutamente nada. Por lo tanto yo voy a dejar actuar a la Justicia para que sea quien dictamine quién debe tener un amparo legal y quién tiene que pagar al otro porque las imágenes las han visto toda España y esta mujer está nerviosa (…) y le va salir a pagar”.
Por su parte, César Sinde ha reflexionado sobre el hecho de que «cuando un periodista hace su trabajo, que es preguntar y sufre un episodio como el que ha sufrido Bertrand no son apoyados por las asociaciones profesionales. Tienen que estar para defender la labor de los profesionales cuando intentan obtener unas declaraciones, en este caso cuando le quita su instrumento de trabajo -el micrófono-, segundo tirándoselo y tercero, insultándole al margen de ideologías, no puede ser aceptable y menos cuando la señora Pardo de Vera se supone que es periodista».
Sobre la ‘discusión’ de si se es periodista o no, Sinde recuerda que «hay mucha gente que no ha estudiado la carrera de periodismo e incluso dirige medios de comunicación. Que yo recuerde Ignacio Escolar no ha terminado la carrera y ejerce de periodista».
En tanto, Eurico Campano ha desvelado cómo estas asociaciones actúan para intentar deslegitimar a los medios y periodistas que se muestran críticos con el poder.
“Ellos tratan de despreciar nuestro trabajo, de ningunearnos y para ello, no solo las asociaciones de la prensa, el establishment en general de izquierda y las principales instituciones del Estado, nos niegan la legitimidad de origen: ‘vosotros no sois periodistas y como no son periodistas, no solamente no les amparamos sino que les ponemos todas las dificultades posibles a su trabajo, les retiramos las acreditaciones en centros oficiales como en Moncloa y cuando podemos, les calificamos de agitadores o de cuestiones mucho peores”.