La formación separatista Junts ha abierto un nuevo frente político en Cataluña al posicionarse oficialmente contra el uso del velo islámico en diferentes ámbitos. Tras una reunión de su Ejecutiva, el partido liderado por Carles Puigdemont —socio parlamentario del Gobierno Sánchez— defiende la prohibición total del burka y el niqab en espacios públicos, así como vetar cualquier tipo de velo islámico en centros educativos y actividades extraescolares.
Esta postura, que ya fue socializada en su reciente Convención municipalista, llega en un momento estratégico: justo cuando el Parlament catalán debate una moción presentada por Aliança Catalana, la formación ultraderechista independentista liderada por Sílvia Orriols, que propone prohibir cualquier tipo de velo islámico en espacios públicos.
Una estrategia política calculada
El posicionamiento de Junts no es casual. La formación se encuentra amenazada por el avance electoral de Aliança Catalana en zonas de la Cataluña central, donde el discurso identitario y contrario a la inmigración ha calado entre parte del electorado independentista. Ante esta situación, Junts ha decidido marcar su propia posición sobre el velo islámico, diferenciándose de la propuesta de Orriols —que votarán en contra por considerar que «destila odio»— pero sin renunciar a plantear restricciones.
La formación posconvergente justifica su postura contra el burka y el niqab «por una cuestión de no discriminación de género» y también por motivos de «seguridad». Respecto al veto del velo en centros educativos, argumentan que buscan defender a «niñas y mujeres jóvenes para que no sean discriminadas», apostando porque al alcanzar la mayoría de edad puedan elegir «libremente» si quieren usar cualquier tipo de velo.
Diferencias entre tipos de velo
Es importante distinguir entre las diferentes prendas sobre las que Junts plantea restricciones:
- Burka y niqab: Velos integrales que cubren completamente el rostro, cuerpo e incluso manos de las mujeres musulmanas. Junts propone su prohibición total en espacios públicos.
- Hiyab: Velo que cubre el cabello pero deja visible el rostro. Junts plantea prohibirlo únicamente en centros educativos y actividades extraescolares para menores de edad.
- Burkini: Traje de baño que cubre todo el cuerpo excepto cara, manos y pies. La formación también estudia limitar su uso en piscinas municipales.
Un debate que no es nuevo en Cataluña
Esta polémica no es nueva en territorio catalán. Hace quince años, en 2010, se produjo una ola de prohibiciones del velo integral en diversos municipios catalanes. Lleida fue la primera ciudad en vetar el burka y el niqab en espacios públicos, seguida por una decena de localidades como El Vendrell y Cunit.
Sin embargo, en 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) suspendió estas prohibiciones al considerar que limitaban «el ejercicio de libertad religiosa» y que los ayuntamientos carecían de competencia para regular su uso. Este precedente judicial plantea dudas sobre la viabilidad legal de las propuestas actuales.
Competencias y aplicación práctica
Aunque Junts ha hecho público su posicionamiento político, reconoce que se trata de un «primer paso» que «tiene que evolucionar». La formación no ha presentado todavía ninguna iniciativa legislativa concreta, pero plantea incorporar estas prohibiciones en su programa electoral para las elecciones municipales de 2027.
Fuentes del partido han señalado a diversos medios que buscarán «hacer pasos para alcanzar este objetivo», lo que podría incluir el uso de las competencias en materia de inmigración que el Gobierno central ha transferido a la Generalitat como parte de los acuerdos de investidura con el PSOE.
Reacciones políticas
La propuesta de Junts ha generado un intenso debate en el panorama político catalán. El partido ha querido desmarcarse claramente de la moción presentada por Aliança Catalana, que equipara islamismo con radicalismo y considera que la alta concentración de «partidarios del islam» en Cataluña «pone en riesgo la convivencia».
Junts votará en contra de esta moción por considerar que «destila odio por todos lados» y «habla de los musulmanes desde el odio». La formación defiende la construcción de la «Catalunya de un solo pueblo» y considera que el texto de Orriols «genera catalanofobia».
Esta posición evidencia la compleja situación en la que se encuentra Junts: por un lado, busca frenar la fuga de votos hacia posiciones más extremas en el espectro independentista; por otro, intenta mantener un discurso que no rompa con su tradicional defensa de una Cataluña plural e inclusiva.
Un tema con precedentes europeos
El debate sobre el velo islámico no es exclusivo de Cataluña. Diversos países europeos han legislado sobre esta cuestión con diferentes enfoques. Francia fue pionera al prohibir en 2011 el uso del velo integral en espacios públicos, una medida que fue avalada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Bélgica, Dinamarca, Austria y Países Bajos también han implementado restricciones similares, mientras que en otros países como Alemania o Reino Unido las prohibiciones son parciales o se limitan a determinados contextos como el educativo o administrativo.
En España, hasta ahora, no existe una legislación estatal sobre el uso del velo islámico, dejando las decisiones en manos de comunidades autónomas o ayuntamientos, lo que ha generado una situación heterogénea y, en ocasiones, conflictiva desde el punto de vista jurídico.
Implicaciones para la coalición de gobierno
El posicionamiento de Junts sobre el velo islámico añade un nuevo elemento de tensión a su compleja relación con el Gobierno de Pedro Sánchez. Como socio parlamentario clave para la estabilidad del ejecutivo, las posiciones de la formación independentista en temas sensibles como la inmigración o la diversidad cultural pueden generar fricciones con los partidos de izquierda.
Aunque por el momento se trata solo de un posicionamiento político sin traducción legislativa inmediata, refleja la estrategia de Junts de marcar perfil propio en cuestiones identitarias, buscando un equilibrio entre su papel como socio del Gobierno central y su competencia electoral con fuerzas como Aliança Catalana en el ámbito catalán.
En los próximos meses se verá si esta postura se traduce en iniciativas concretas y cómo afecta tanto a la política catalana como a las relaciones entre Junts y el Gobierno de coalición. Lo que parece claro es que el debate sobre el velo islámico ha llegado para quedarse en la agenda política catalana, añadiendo un nuevo capítulo a las complejas relaciones entre identidad, religión y política en España.
¿Sabías que el término «burka» proviene del árabe y significa «lo que cubre»? Esta prenda, originaria de Afganistán, se extendió durante el régimen talibán y se convirtió en símbolo de la opresión contra las mujeres. Por su parte, el «niqab» es más común en países del Golfo Pérsico y deja al descubierto únicamente los ojos, mientras que el «hiyab», el más extendido en España, solo cubre el cabello y el cuello, dejando visible el rostro completo.
