En la España política de mayo de 2025, la fotografía demoscópica apunta a un giro de ciclo con el Partido Popular y VOX consolidando una mayoría absoluta amplia, mientras que el PSOE de Pedro Sánchez se resiste a la debacle, sostenido por un electorado tan fiel como fanático o atolondrado.
Las encuestas más recientes, elaboradas tras semanas agitadas por escándalos y batallas parlamentarias, reflejan tanto el desgaste del Gobierno Frankenstein como la incapacidad de la izquierda alternativa para recomponerse tras su ruptura interna.
Los populares, liderados por Alberto Núñez Feijóo, han recuperado el pulso tras el bache de abril, alcanzando entre 142 y 144 escaños según los últimos sondeos, con una intención de voto que se mantiene en torno al 33%.
VOX, con Santiago Abascal como punta de lanza, afianza su posición con entre 41 y 44 diputados, manteniendo la fidelidad más sólida entre sus votantes (74,4%).
La suma de ambos supera con holgura la barrera de los 176 escaños —la mayoría absoluta en el Congreso— situándose en cifras cercanas a los 190 diputados, según proyecciones de diferentes encuestadoras.
Pero si algo llama la atención en este panorama es la resiliencia del PSOE.
Pese a los golpes recurrentes por sus tentacular corrupción, manifiesta incompetencia y una gestión bajo constante escrutinio mediático y judicial, Sánchez remonta respecto al mes anterior y vuelve a acercarse al 29% del voto estimado.
El partido socialista suma entre 117 y 128 diputados, dependiendo del estudio consultado.
Una cifra nada desdeñable si consideramos el desgaste acumulado y la sangría sufrida por sus antiguos aliados a la izquierda.
A Sánchez no le gusta que lo llamen CORRUPTO!!!
Pues ya sabemos lo que tenemos qué hacer👇👇 pic.twitter.com/rr0ZpkJg9v— Olga 🇪🇦 (@OlgaPatriaVOX) May 20, 2025
El hundimiento de Sumar y Podemos: autolesión en el bloque ‘progre’
En el flanco izquierdo del tablero nacional, el divorcio entre Sumar e Ione Belarra ha dejado un paisaje desolador.
Sumar apenas sobrevive con cinco escaños en las proyecciones más optimistas, mientras que Podemos se aferra a dos representantes testimoniales.
La causa: una división tan pública como dolorosa que ha reducido su espacio electoral del 12% al 8% y les condena a la irrelevancia parlamentaria.
El intento desesperado de ambas formaciones por virar hacia la política internacional —especialmente explotando el conflicto en Gaza— no ha cosechado frutos.
Los votantes ‘sectarios‘ parecen haber optado por refugiarse en el PSOE o abstenerse directamente, lo que deja a Sánchez como único referente visible del espacio progresista nacional.
La consecuencia inmediata: la fragmentación del voto a la izquierda debilita cualquier posibilidad de reeditar una mayoría alternativa frente al bloque conservador.
En términos futbolísticos: ni con VAR ni sin él hay forma de remontar ese resultado.
La fidelidad del votante socialista: ¿fanatismo o estupidez?
Más allá de los titulares sobre “fanáticos” o “atolondrados”, cabe preguntarse qué mueve a casi siete millones de españoles a seguir respaldando al PSOE cuando buena parte del país parece haberse decantado por el cambio.
Diversos análisis perfilan al votante socialista como urbano, mayoritariamente femenino -con el bloque de las ‘Charos‘ como núcleo-, con fuerte vinculación sindical o funcionarial.
Es un electorado habituado a resistir vendavales mediáticos y que prioriza valores como la estabilidad institucional, el ‘chupetín‘, el eslogan frente a las evidencias judiciales.
Se trata también de un grupo muy dependiente de la averiada información que difunde la ‘Brunete Pedrete’ mediática, por lo que percibe las acusaciones contra Sánchez —corrupción incluida— como parte de una estrategia de desgaste orquestada por rivales políticos y medios poco afines.
La reciente encuesta flash del CIS tras el “apagón” informativo muestra que aunque un 59% considera insuficiente la transparencia gubernamental durante esa crisis, un robusto 34% sigue apostando por el PSOE frente al 27% del PP. Esta base sólida, aunque minoritaria respecto al bloque conservador, garantiza al socialismo español seguir siendo decisivo incluso en escenarios adversos.
El auge imparable de VOX: fidelidad sin fisuras
En paralelo al PP, VOX ha conseguido algo insólito en política española: mantener una fidelidad interna que supera holgadamente el 70%.
Su discurso duro contra inmigración irregular, centralismo territorial y defensa del orden público conecta especialmente bien con segmentos masculinos jóvenes y clases medias-bajas fuera de las grandes capitales.
Además, VOX ha sabido capitalizar tanto los errores ajenos (Sumar/Podemos) como éxitos ajenos (la influencia internacional de figuras conservadoras como Donald Trump).
Se ha frenado el trasvase hacia opciones confusas como “Se Acabó La Fiesta”, pero Alvise sigue ahí.
Radiografía final: cifras clave para entender el momento
El bloque nacionalista (ERC, Junts, PNV) se mantiene estable según las proyecciones más recientes.
Sin embargo, su capacidad para condicionar mayorías se ve menguada ante el auge del bloque PP-VOX.
Solo en escenarios muy ajustados —cuando la derecha no alcance por sí sola los 176 diputados— estos partidos podrían volver a ejercer un papel bisagra. De momento, su influencia parece limitada ante la consolidación conservadora.
- El PP oscila entre 142 y 156 escaños según distintas encuestas.
- Vox se mueve entre 40 y 48 diputados.
- El PSOE resiste con entre 117 y 133 asientos.
- Sumar agoniza alrededor de los cinco escaños; Podemos apenas rasca dos o cuatro.
- “Se Acabó La Fiesta” podría entrar con uno o dos representantes.
- Los nacionalistas mantienen su habitual horquilla: ERC (7-8), Junts (7-8), PNV (6).
Tabla resumen (proyección media mayo 2025):
| Partido | Espectro escaños | Intención voto (%) |
|---|---|---|
| Partido Popular | 142 – 156 | ~33 |
| Vox | 40 – 48 | ~13 – 15 |
| PSOE | 117 – 133 | ~28 – 31 |
| Sumar | 5 – 9 | ~6 |
| Podemos | 2 – 4 | ~4 |
Curiosidades y datos para entendidos
- Si sumamos los votantes fieles del PSOE pese a las polémicas recientes superan los seis millones; muchos consideran que votar socialista no es tanto apoyar a Sánchez como evitar “el retroceso” que asocian al dúo PP-Vox.
- A pesar del desgaste mediático por casos judiciales e investigaciones abiertas contra figuras próximas al presidente, solo uno de cada cuatro votantes socialistas declara estar dispuesto a cambiar su voto antes de las próximas generales.
- El perfil tipo del votante socialista tiene entre 35 y 55 años, y consume como una droga medios del régimen afines a su ideología.
- VOX registra las tasas más bajas de abstención potencial; sus simpatizantes son los más motivados electoralmente.
- La caída estrepitosa de Sumar ha sido especialmente pronunciada en Cataluña y País Vasco; allí incluso partidos nacionalistas logran mejor retención.
La España política actual avanza hacia un probable cambio histórico pero mantiene intactos algunos misterios: cómo puede Sánchez conservar semejante núcleo duro pese a todo —y qué pasaría si algún día ese suelo se resquebraja.
Por ahora, las encuestas apuntan a un futuro inmediato dominado por las derechas pero no exento de sobresaltos… porque si algo enseña nuestra democracia es que aquí nunca está todo escrito.
