TERREMOTO EN LA IZQUIERDA

El batacazo de Sánchez en Extremadura infunde el miedo en toda la Coalición Frankenstein

Los aliados advierten a Sánchez sobre un hundimiento nacional inminente

El batacazo de Sánchez en Extremadura infunde el miedo en toda la Coalición Frankenstein
Sánchez y el Gobierno Frankenstein. PD

No les cabe un cacahuete a martillazos.

El pasado domingo 21 de diciembre de 2025, las urnas de Extremadura revelaron un panorama político que ha estremecido los cimientos del Gobierno de Pedro Sánchez.

La candidata del PP, María Guardiola, logró revalidar su victoria con el 43,17% de los sufragios y 29 escaños, un avance ligero de 4,4 puntos respecto a 2023, pero que no alcanza la mayoría absoluta fijada en 33 diputados.

En contraste, el PSOE enfrentó una debacle sin precedentes: cayó del 39,9% al 25,73%, lo que se traduce en la pérdida de 10 escaños y un total de 18, marcando así su peor resultado en cuatro décadas de dominio en la región.

Por su parte, VOX se erigió como el gran triunfador al duplicar sus votos hasta alcanzar los 89.360 —un incremento del 77,12%— y sumar seis escaños, consolidándose como la tercera fuerza con un apoyo del 13,4%.

Este cambio no es una mera anécdota. Extremadura, tradicional bastión socialista desde la llegada de la democracia y escenario de siete mayorías absolutas bajo líderes como Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Guillermo Fernández Vara, rompe así un ciclo de 36 años bajo el dominio rojo.

La anticipada convocatoria electoral por parte de Guardiola, tras romper con VOX, con la excusa de los presupuestos, buscaba una respuesta popular autónoma; sin embargo, los resultados obligan nuevamente a negociar con los de Santiago Abascal.

La participación se desplomó hasta el 62,7%, una cifra histórica mínima que ha amplificado el castigo al PSOE, afectando a 383 de los 388 municipios y provocando una pérdida del 42,3% en su voto total y más de 108.000 sufragios desaparecidos. En localidades clave como Badajoz, Cáceres y Mérida, los socialistas sufrieron caídas superiores al 40%.

Los socios de la denominada Coalición Frankenstein, apodo otorgado por sus detractores, no tardaron en reaccionar. Líderes de partidos como Sumar, IU y Podemos han salido a advertir a Sánchez: si no toma cartas en el asunto pronto, las próximas elecciones podrían arrastrarlos a todos al abismo.

Este descalabro extremeño provoca un verdadero terremoto en toda la izquierda; donde se prodigan las voces que afirman que «este Gobierno está muerto».

Las temor entre las fuerzas a la izquierda del PSOE no se atenua ni siquiera ante el modesto repunte de Unidas por Extremadura, que aunque gana terreno no logra ser decisiva.

Muchos señalan directamente a Sánchez, argumentando que sus visitas habrían desmovilizado más que activado a la base electoral.

Vías de agua en el electorado socialista

El análisis posterior a las elecciones revela fugas significativas dentro del electorado del PSOE. Según diversos sondeos y expertos consultados, un sorprendente 11% de quienes votaron por los socialistas en 2023 se decantaron esta vez por el PP, mientras que un alarmante 24% eligió abstenerse.

Y surge una pregunta inquietante: ¿cuántos más Gallardos arderán en la hoguera del sanchismo? Se señala además que desde Ferraz se hace creer que basta con su dimisión para resolverlo todo[web:2 proporcionada]. Sin embargo, la dirección federal parece ignorar estos avisos y planea simplemente «reformular» su estrategia insistiendo en agotar la legislatura hasta 2027. Las federaciones territoriales ven este batacazo como una advertencia sobre lo que podría venir en otras comunidades como Aragón, Castilla y León o incluso Andalucía.

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