Como todos los días, verdades pocas,
Pero inexorablemente mentiras,
Carros y carretas, enteras y a tiras,
Las suelta el Sánchez a tontas y a locas;
No son burbujas que, si las tocas,
Se evaporan en el aire como espiras;
Ni ramas secas que arden en las piras
De las noches frías de calzas y tocas;
Todo lo contrario: si de frente miras
De qué manera andan de pie las focas,
O de espaldas oyes cantares de ocas,
Percibes que, en vez de sonreír, suspiras,
Porque este individuo muta en bicocas,
Lo mismo que en nosotros … ¡aviva iras!.