Bokabulario

La conversión de un ateo: Anthony Flew

Éste es un ejemplo de las noticias importantes que el ruido ambiental y la falta de criterio de los periodistas oculta.

Nos quejamos o soprendemos de la (pésima) educación que reciben los niños y los jóvenes, pero no deberíamos de hacerlo si viéramos la basura que emite la televisión y las páginas de los periódicos de papel de pago: Belén Esteban y José Montilla elevados a modelos sociales. Ni un debate sobre temas de interés, ni un personaje de verdad atractivo. Apenas nada que mejore las almas de los lectores o al menos les mejore como personas.

Por un blog me entero de la muerte de Anthony Flew, que sólo ha aparecido en la prensa de papel de pago en La Vanguardia. Reproduzco a continuación parte del obituario del periódico catalán:

Flew fue un gran defensor del ateísmo, argumentando que uno debería presuponer el ateísmo hasta que la evidencia empírica de un Dios apareciera. Sin embargo, hacia el año 2000 empezaron los rumores sobre la conversión de Flew. En el 2004 confesó su acercamiento al deísmo y más tarde escribió el libro Hay un Dios: Cómo el ateo más influyente del mundo cambió de opinión, con contribuciones de Roy Abraham Varghese, libro sujeto a la controversia.

Según Flew, en su decisión fue determinante conocer recientes descubrimientos científicos en los campos de la cosmología y la física. Y puntualizó: «Los hallazgos realizados durante más de cincuenta años de investigación del ADN sirven de base para nuevos y poderosísimos argumentos a favor del diseño humano».

Del citado blog de Juanjo Romero saco este otro párafo traducido de una entrevista a Flew:

Dos factores fueron especialmente decisivos. Uno fue mi creciente empatía con la idea de Einstein y de otros científicos notables de que tenía que haber una Inteligencia detrás de la complejidad integrada del universo físico. El segundo era mi propia idea de que la complejidad integrada de la vida misma —que es mucho más compleja que el universo físico— solo puede ser explicada en términos de una fuente inteligente. Creo que el origen de la vida y de la reproducción sencillamente no pueden ser explicados desde una perspectiva biológica, a pesar de los numerosos esfuerzos para hacerlo. Con cada año que pasa, cuanto más descubrimos de la riqueza y de la inteligencia inherente a la vida, menos posible parece que una sopa química pueda generar por arte de magia el código genético. Se me hizo palpable que la diferencia entre la vida y la no-vida era ontológica y no química. La mejor confirmación de este abismo radical es el cómico esfuerzo de Richard Dawkins para aducir en El espejismo de Dios que el origen de la vida puede atribuirse a un «azar afortunado». Si este es el mejor argumento que se tiene, entonces el asunto queda zanjado. No, no escuché ninguna voz. Fue la evidencia misma la que me condujo a esta conclusión.

En Expaña, el nivel del debate cultural y político lo marcan artículos como el de Juan José Millás (¡qué decadencia la tuya, Dios mío!, ¡como Forges!) en el que acusa al diputado del PP Cristóbal Montoro de que «cada parado nuevo le provoca un orgasmo».

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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