Hay muchas frases míticas sobre el abuso de poder, que destacan cómo la pasividad y la mansedumbre de la gente pueden favorecer la tiranía.
Desde la de «Montesquieu, según el cual «No existe tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes y con apariencias de justicia» a la de Charles de Gaulle:«El silencio es el arma suprema del poder».
Es evidente que la autocracia prospera cuando la ciudadanía se reduce a un conglomerado meros espectadores y esa tesis esta presente, como telón de fondo, el artículo «El Estado al servicio del tirano«, de Guadalupe Sánchez.
En una columna publicada el 17 de enero de 2025 en The Objective, la abogada Guadalupe Sánchez lanza una advertencia contundente sobre el peligroso rumbo que está tomando la democracia española.
La autora deja meridianamente claro, en tres trazos, cómo el Gobierno Frankenstein utiliza las instituciones del Estado para sus propios fines, socavando los principios democráticos fundamentales.
Guadalupe comienza su artículo con una tesis clara y alarmante: el Gobierno Sánchez está pervirtiendo el Estado de Derecho para mantenerse en el poder.
La autora argumenta que estamos presenciando una erosión sistemática de las instituciones democráticas, donde el ejecutivo utiliza su influencia para controlar otros poderes del Estado.
«Estamos ante un gobierno que ha hecho del Estado su cortijo particular, utilizando cada resorte institucional para perpetuarse en el poder y eludir cualquier tipo de control», afirma Guadalupe en uno de sus párrafos más contundentes.
Esta frase resume la preocupación central del artículo: la concentración de poder en manos del ejecutivo y la consecuente debilitación de los contrapesos democráticos.
La columnista desarrolla su argumento analizando varios casos recientes que, en su opinión, demuestran esta tendencia autoritaria.
Menciona, por ejemplo, la politización de la justicia, la manipulación de los medios públicos y la aprobación de leyes que favorecen al partido gobernante.
«La separación de poderes, pilar fundamental de cualquier democracia digna de tal nombre, se ha convertido en una mera formalidad sin contenido real».
Esta observación refleja su preocupación por la pérdida de independencia de instituciones clave como el poder judicial.
Guadalupe no se limita a criticar, sino que también advierte sobre las consecuencias a largo plazo de estas acciones.
Argumenta que el debilitamiento de las instituciones democráticas no solo afecta al presente, sino que compromete el futuro de la democracia española.
«Lo que está en juego no es solo el gobierno de turno, sino la esencia misma de nuestra convivencia democrática».
Con eso subraya la idea de que las acciones del gobierno actual podrían tener repercusiones duraderas en el sistema político español.
La columna de Guadalupe también aborda el papel de la sociedad civil en este contexto.
Critica la pasividad de ciertos sectores frente a lo que considera un claro abuso de poder, y hace un llamado a la acción ciudadana.
«La indiferencia de la sociedad ante estos atropellos es el mejor aliado de quienes pretenden subvertir nuestro sistema democrático», señala, instando a los ciudadanos a mantenerse vigilantes y activos en la defensa de sus derechos y libertades.
En la parte final de su artículo, Guadalupe ofrece una reflexión sobre el futuro.
Advierte que, de continuar esta tendencia, España podría enfrentarse a una crisis democrática sin precedentes. Sin embargo, también expresa esperanza en la capacidad de la sociedad española para reaccionar y defender sus instituciones.
La autora concluye su columna con un llamado a la acción, instando a los lectores a no permanecer pasivos ante lo que considera una amenaza real a la democracia española.
Sánchez argumenta que solo a través de una ciudadanía informada y activa se podrá contrarrestar esta deriva autoritaria.
La autora:
Guadalupe Sánchez, nacida en Cádiz en 1985, es una reconocida abogada y analista política española. Con 40 años de edad, Guadalupe se ha destacado por su aguda crítica al panorama político nacional. Licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla, ha ejercido como abogada penalista y es una voz habitual en medios de comunicación, donde comenta sobre temas de actualidad política y jurídica. Madre de dos hijos, Guadalupe compagina su carrera profesional con su vida familiar en Madrid, donde reside actualmente. Su trayectoria incluye colaboraciones regulares en diversos medios de prensa y participaciones como tertuliana en programas de radio y televisión.
