El PSOE extremeño atraviesa momentos de incertidumbre después de obtener el peor resultado en su historia en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. El candidato puesto por Pedro Sánchez, el procesado por la Justicia Miguel Ángel Gallardo, quien lideraba el partido, presentó su dimisión al día siguiente del batacazo, dejando al socialismo sin una dirección clara en una comunidad que históricamente ha sido un bastión para ellos. La debacle se tradujo en apenas 18 escaños y un 25% de los votos, lo que significa una pérdida de 108.000 sufragios y 10 diputados en comparación con 2023.
Este descalabro fue calificado por Gallardo como «malo sin paliativos» y se ve agravado todavía más por su situación judicial debido a la contratación de David Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno en la Diputación de Badajoz.
La Nochebuena trajo consigo la noticia de que la Secretaría de Organización del PSOE había formado una comisión gestora que se encargará del partido hasta el congreso extraordinario.
Al frente de esta gestora estará José Luis Quintana Álvarez, actual delegado del Gobierno en Extremadura y exalcalde de Don Benito desde 2015 hasta 2023. Nacido en 1950 en esta localidad pacense, Quintana cuenta con una extensa trayectoria: fue consejero de Agricultura y Fomento en la Junta durante gobiernos socialistas, además de diputado provincial y director general en diversas áreas agrarias. Su nombramiento cobra especial relevancia por su cercanía a Sánchez, ya que representó al líder durante el Comité Organizador de las primarias del PSOE y lo recibió en su finca de Medellín durante momentos críticos, como la expulsión de Sánchez de la secretaría general.
Fuentes cercanas lo definen como «un hombre de máxima confianza» del líder del PSOE, lo que refleja cómo Ferraz busca mantener un control remoto sobre el partido regional.
Perfiles de la gestora: el aroma sanchista se refuerza
La nueva comisión está compuesta por ocho miembros, con una mayoría procedente de Badajoz (cinco) frente a tres de Cáceres, reflejando así el peso demográfico que tiene esta provincia. Estos son los vocales más destacados:
- María José Pulido Pérez (Cáceres): Vicesecretaria de Organización del PSOE provincial, fue directora del Instituto de la Mujer y concejala en Cáceres.
- Gonzalo Romero Barba (Badajoz): Concejal en Herrera del Duque y diputado electo (número nueve).
- Carmen Yáñez Quirós (Badajoz): Teniente de alcalde en Mérida, responsable de Hacienda y Transparencia; es una histórica del partido y vicepresidenta de la Diputación pacense.
- Pablo Iglesias Ordóñez (Cáceres): Alcalde de Hernán Pérez, adjunto a Organización provincial y presidente de la Mancomunidad Sierra de Gata.
- Ana María Fernández Rodríguez (Badajoz): Secretaria federal de Educación, no logró revalidar su escaño.
- José María Ramírez Morán (Badajoz): Alcalde de Almendralejo durante dos mandatos.
- Irene Pozas García (Cáceres): Portavoz provincial, secretaria de Educación y líder juvenil dentro del partido.
Esta gestora no solo se encargará del «funcionamiento organizativo», sino que también supervisará las primarias y el congreso, además liderará negociaciones clave, como la investidura de María Guardiola (PP), quien ha ganado con una mayoría conservadora.
Antecedentes: transición entre feudo histórico y mínimo histórico
Durante décadas, Extremadura fue considerada un granero socialista, con figuras destacadas como Juan Carlos Rodríguez Ibarra al frente. Sin embargo, el resultado del 21-D marcó un cambio drástico: el PSOE se desplomó a un mínimo histórico, permitiendo que una coalición entre PP y Vox alcanzara 33 escaños frente a los 18 socialistas. Gallardo, enfrentándose a un proceso judicial por presunta prevaricación en la Diputación, arrastró al partido durante toda la campaña. Su dimisión llegó tras una reunión ejecutiva; sin embargo, se mantendrá como diputado para no «traicionar» a sus votantes. Ibarra ha instado a abstenerse para facilitar el Gobierno bajo Guardiola, propuesta que Ferraz ha rechazado priorizando escuchar a sus militantes. Por su parte, Vox, que ocupa ahora el tercer lugar con fuerza creciente, exige reconocimiento: «No se invisibilizan nuestros votos», advierte Santiago Abascal.
El toque sanchista sobre esta gestora llega en un momento complicado. El exdirigente ibarrista, Paco Castañares, hizo una ironía en redes sociales: «Sánchez no tiene Ministro Secretario General; así que pone al delegado atado a la puerta de Moncloa». Desde Ferraz se rechaza hacer autocrítica. Las posibles consecuencias son claras: un congreso donde se definirá si el PSOE extremeño abraza plenamente el sanchismo o si opta por buscar figuras independientes. En cuanto a la investidura, podría repetirse la abstención; sin embargo, Quintana equilibrará lealtades duales como delegado. Si Guardiola decide ceder consejerías a Vox, podría darse un endurecimiento por parte del PSOE en su oposición.
La gestora también sirve para medir el pulso nacional: tras las caídas sufridas en otras comunidades autónomas, Sánchez refuerza su control periférico. En Extremadura, donde los socialistas han gobernado durante 40 años, este cambio provisional parece apuntar hacia una recentralización. ¿Es este un piloto seguro o simplemente un paracaidista enviado desde Ferraz? Solo el tiempo y el desarrollo del congreso lo aclararán.
Extremadura sigue siendo una región de tercera para Sánchez. Mientras Madrid, Andalucía, Aragón, Valencia… tienen Ministros al frente del Partido, Extremadura, un delegado de Gobierno.
— PacoCastañares (@PacoCastanares) December 24, 2025
