El mundo de las series de abogados ha evolucionado significativamente en los últimos años.
Las plataformas de streaming han impulsado producciones que combinan el clásico drama judicial con elementos de thriller, comedia e incluso ciencia ficción.
La creciente conciencia social sobre temas como la justicia racial y la igualdad de género ha influido en las narrativas, que ahora abordan casos más diversos y complejos.
A continuación, te presentamos las 10 mejores series de abogados que no te puedes perder en este final de 2024:
- Better Call Saul (2015-2022)
Esta precuela de Breaking Bad narra la transformación de Jimmy McGill en el corrupto abogado Saul Goodman. Protagonizada por Bob Odenkirk, la serie destaca por su profundidad narrativa y actuaciones sobresalientes. Disponible en Netflix. - The Good Fight (2017-presente)
Spin-off de The Good Wife, sigue a la abogada Diane Lockhart (Christine Baranski) enfrentando desafíos profesionales y personales. Aborda temas contemporáneos con agudeza y relevancia social. Se puede ver en Movistar+. - Suits (2011-2019)
Sigue a un joven prodigio sin título legal trabajando en un prestigioso bufete de Nueva York. Protagonizada por Gabriel Macht y Patrick J. Adams, destaca por sus diálogos afilados e intrigas corporativas. Disponible en Netflix. - How to Get Away with Murder (2014-2020)
Protagonizada por Viola Davis como la profesora de derecho Annalise Keating, esta serie mezcla el drama legal con el thriller. Su narrativa no lineal y giros impredecibles la hacen adictiva. Se puede ver en Disney+. - The Good Wife (2009-2016)
Esta serie sigue a Alicia Florrick (Julianna Margulies), quien retoma su carrera como abogada tras un escándalo político. Equilibra perfectamente los casos legales con el drama personal. Disponible en Amazon Prime Video. - Boston Legal (2004-2008)
Creada por David E. Kelley, esta serie mezcla drama legal y comedia. Protagonizada por James Spader y William Shatner, destaca por sus tramas entretenidas y actuaciones memorables. Se puede ver en Disney+. - Cómo defender a un asesino (2014-2020)
Sigue a la profesora de derecho Annalise Keating (Viola Davis) y sus estudiantes involucrados en una trama criminal. Destaca por su ritmo intenso y giros de guion. Disponible en Netflix. - El abogado del Lincoln (2022-presente)
Basada en las novelas de Michael Connelly, sigue al abogado Mickey Haller (Manuel Garcia-Rulfo) en Los Ángeles. Un drama legal clásico pero adictivo. Se puede ver en Netflix. - Perry Mason (2020-presente)
Esta reinvención del clásico personaje, interpretado por Matthew Rhys, explora los orígenes del famoso abogado en el Los Ángeles de los años 30. Disponible en HBO Max. - The Split (2018-2022)
Drama británico que sigue a una familia de abogadas especializadas en divorcios de alto perfil. Protagonizada por Nicola Walker, mezcla casos legales con drama familiar. Se puede ver en Filmin.
Tendencias y evolución reciente
- Mayor diversidad en el elenco y temas tratados
- Formatos innovadores como miniseries y series antológicas
- Exploración de desafíos legales relacionados con nuevas tecnologías
- Fusión con otros géneros como el thriller y la ciencia ficción
- Enfoque en casos internacionales y globales
Programas jurídicos célebres
A lo largo de la historia de la televisión, los programas y espacios centrados en abogados, jueces y juicios han dejado una huella imborrable en la cultura popular. Desde los primeros días de la televisión con series como «Perry Mason» (1957-1966), que estableció muchos de los tropos del género, hasta programas más recientes como «La ley y el orden» (1990-presente), que ha generado múltiples spin-offs, el drama legal ha sido un pilar de la programación televisiva.
Estos programas no solo han entretenido, sino que también han educado al público sobre el sistema legal, aunque a menudo de manera simplificada o dramatizada. Series como «Ally McBeal» (1997-2002) innovaron al mezclar el drama legal con la comedia y explorar la vida personal de los abogados, mientras que «The Practice» (1997-2004) ofreció una visión más realista y a menudo sombría de la profesión legal.
En España, programas como «Tribunal Popular» (1989-1991) o «De buena ley» (2009-2014) adaptaron el formato de juicio a la realidad televisiva nacional, mezclando casos reales con dramatizaciones y participación del público.
La fascinación del público por estos programas radica en su capacidad para presentar dilemas morales complejos, explorar la naturaleza humana y ofrecer una resolución satisfactoria al final de cada episodio o caso. Además, la figura del abogado como defensor de la justicia, a menudo luchando contra un sistema corrupto o injusto, resuena con el deseo de justicia y equidad del espectador.
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Esto no es ficción sino vida real.
Otro doloroso ejemplo de cómo las decisiones judiciales, a veces, discurren por incomprensibles sendas cuyos cauces nacen en inexplicables despropósitos, y desembocan en dramas de difícil remedio; en esta ocasión el fallo -y nunca mejor dicho- tiene a Bra
