Sorprendente película que mezcla el terror con el thriller de una manera cautivadora y con un ritmo trepidante.
Jai Courtney representa espléndidamente a un asesino fuerte como un toro y frío como el hielo que busca a jovencitas descarriadas para que sean `actrices´ que sirven como suculenta comida para unos temibles tiburones que las engullen mientras el malvado protagonista lo filma con una vieja cámara VHS.
La dirección de Sean Byrne es potente con una exquisita utilización de la banda sonora, repleta de efectos, y con una buena iluminación.
Si las actuaciones de Courtney y de Hassie Harrison son brillantes, y la batuta de Byrne efectista, el guion de Nick Lepard no se queda atrás y lleva a la audiencia a la máxima expectación con continuos giros inesperados.
Vete a verla porque te va a asombrar.
4 ★★★★

