Hoy, un grupo de amigos de Gabriele se reunió en la plaza de San Pedro del Vaticano en una plegaria para pedir por él
La situación creada tras la filtración y publicación de documentos reservados del Vaticano no asusta al papa Benedicto XVI, afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
«El Papa conoce los problemas de la Iglesia, que son muchos. No se asusta por la situación creada con la filtración y la publicación de documentos reservados«, dijo Lombardi en Milán a la prensa italiana al comentar la publicación por el diario romano «La Repubblica» de nuevos documentos privados de la Santa Sede.
El portavoz agregó que no le sorprendía la publicación de esos nuevos documentos, como tampoco le sorprendería si en los próximos días se publican otros.
«Está claro que quien ha recibido esa cantidad de documentos pone en marcha su estrategia para lograr sus objetivos«, señaló Lombardi.
«La Repubblica» publicó hoy tres nuevos documentos reservados del Vaticano, dos de ellos sobre el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y el secretario privado del papa, Georg Gaenswein, y un tercero referente al Camino Neocatecumenal, el movimiento fundado por el español Kiko Argüello.
Gabriele, de momento sigue preso en una sala de máxima seguridad del Vaticano y se espera que mañana, lunes, o el martes, sea interrogado por el juez instructor, Piero Bonet y, según sus abogados, está dispuesto a colaborar con la justicia vaticana para que se sepa la verdad.
Hoy, un grupo de amigos de Gabriele se reunió en la plaza de San Pedro del Vaticano en una plegaria para pedir por él, a la vez que insistieron en que es inocente y que si ha podido hacer daño fue «pensando en el bien de la Iglesia».
El escándalo de las filtraciones de documentos reservados se desató a principios de año, cuando una televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EEUU y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este Estado), arzobispo Carlo María Viganó.
En ellas denunciaba la «corrupción, prevaricación y mala gestión» en la administración vaticana.
A mediados de abril, el papa creó una Comisión Cardenalicia, presidida por el español Julián Herranz, de 82 años, para esclarecer los hechos.
El 19 de mayo se publicó el libro «Sua Santità», de Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan tramas e intrigas en el pequeño Estado.
Cinco días más tarde fue detenido el mayordomo, en cuya vivienda, dentro del Vaticano, la Gendarmería vaticana encontró numerosos documentos reservados.
Las sospechas se centraron en Gabriele, según fuentes vaticanas, al comprobar que el libro de Nuzzi incluía un documento enviado al papa y que todavía no había sido archivado, lo que daba a entender que tenía que haber sido sacado por personas muy cercanas al pontífice. (RD/Efe)