El deporte vuelve a vestirse de luto este jueves 17 de julio de 2025 tras conocerse el fallecimiento de Audun Groenvold, medallista olímpico noruego y una de las figuras más icónicas del esquí cross.
La noticia ha conmocionado a la familia olímpica y a todo el universo del esquí, que aún digiere la increíble y trágica manera en la que el deportista perdió la vida: fue alcanzado por un rayo mientras practicaba ciclismo de montaña cerca de su localidad natal.
La fatalidad se cebó con quien supo llevar la bandera noruega a lo más alto en Vancouver 2010, dejando huérfana a toda una generación de aficionados.
La noticia, confirmada por medios internacionales y federaciones deportivas, ha generado una ola de reacciones y homenajes tanto en Noruega como fuera de sus fronteras.
El infortunio pone el foco sobre los riesgos inherentes a los deportes al aire libre, incluso para atletas de élite acostumbrados a desafiar los elementos. Pero si algo define a Groenvold es precisamente esa pasión indomable por la naturaleza y la aventura.
Un referente que traspasó fronteras
Audun Groenvold no era un deportista cualquiera. Nacido en 1976, empezó su carrera en el esquí alpino antes de convertirse en uno de los pioneros del esquí cross, disciplina que combina velocidad, técnica y pura adrenalina. Su bronce en los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010 fue mucho más que una medalla: supuso el reconocimiento definitivo a su constancia y espíritu competitivo.
No solo destacó por su rendimiento deportivo. Era conocido por su cercanía con los aficionados y su carácter alegre, siempre dispuesto a bromear y a tender la mano a los más jóvenes del circuito. Su estilo agresivo y elegante sobre los esquís le valió admiradores dentro y fuera del circuito internacional.
Los hechos: un accidente tan improbable como letal
Según las informaciones recopiladas hasta el momento, Groenvold disfrutaba de una jornada deportiva cuando fue sorprendido por una tormenta eléctrica. Las autoridades locales han detallado que iba acompañado por varios amigos, quienes fueron testigos directos del impactante suceso. Los servicios médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Este tipo de accidentes son inusuales pero no desconocidos en Noruega, país famoso tanto por su belleza natural como por sus condiciones meteorológicas extremas. La tragedia vuelve a poner sobre la mesa la importancia de extremar las precauciones ante fenómenos climáticos adversos, incluso para deportistas con tanta experiencia como él.
Reacciones internacionales: pesar y homenaje
La noticia ha generado un aluvión de mensajes en redes sociales y comunicados oficiales desde las principales federaciones deportivas:
- El Comité Olímpico Noruego ha expresado su “profunda tristeza” y ha destacado la figura inspiradora que representó para el deporte nacional.
- Compañeros de generación como Tomáš Kraus o Michael Schmid han recordado sus duelos en pistas heladas y su bonhomía fuera de ellas.
- Aficionados han organizado homenajes improvisados depositando flores y velas cerca del club donde entrenaba habitualmente.
En paralelo, organizaciones deportivas han recordado las campañas de concienciación sobre seguridad en montaña impulsadas por Groenvold durante su carrera.
Una vida dedicada al deporte extremo
No es casualidad que Groenvold fuera apodado “el vikingo del aire”. Su historial lo dice todo:
- Medalla de bronce olímpica (Vancouver 2010)
- Campeón mundial júnior de esquí alpino
- Varias victorias en la Copa del Mundo FIS
- Pionero noruego en popularizar el esquí cross
- Embajador de marcas especializadas en deportes extremos
- Organizador habitual de campus juveniles de esquí
- Defensor del deporte seguro en montaña
- Colaborador habitual con ONGs medioambientales
- Autor de columnas deportivas con tono irónico
- Amante confeso del ciclismo… hasta sus últimos días
La huella imborrable del campeón
En Noruega ya se habla de proponer el nombre de Groenvold para futuras instalaciones deportivas o competiciones juveniles, como homenaje duradero a su legado. Sus rivales recuerdan tanto sus victorias como sus caídas épicas, casi siempre saldadas con una sonrisa y alguna anécdota divertida para restar hierro al asunto.
La última lección que nos deja Audun Groenvold es tan dura como real: ni siquiera los campeones son invulnerables ante la fuerza imprevisible de la naturaleza. Pero si algo nos enseñó es que vale la pena vivir cada día al máximo, sin perder nunca el sentido del humor… aunque sea bajo una tormenta.
10 curiosidades sobre Audun Groenvold
- Fue uno de los primeros atletas noruegos en entrenar parkour para mejorar reflejos.
- Participó como doble en varias escenas peligrosas para anuncios deportivos.
- Tenía pánico escénico… salvo cuando llevaba casco y gafas.
- Su desayuno favorito era arenque ahumado antes de competir.
- Era coleccionista compulsivo de gorros coloridos.
- Ganó una apuesta descendiendo una pista negra… ¡sobre una bandeja!
- Firmó autógrafos hasta en bastones ajenos durante las Copas del Mundo.
- Inventó una variante propia del salto “mute grab” bautizada como “el vikingo”.
- Participó activamente en campañas contra la deforestación boreal.
- Decía que solo temía tres cosas: las lesiones, los spoilers deportivos… y las tormentas eléctricas.
Un adiós inesperado para uno de esos nombres irrepetibles cuyo recuerdo seguirá resonando entre montañas nevadas y descensos imposibles.
