Una gesta.
Y un protagonista principal.
Contrareloj y contracorriente.
En la noche del 3 de agosto de 2025, el baloncesto español vivió uno de esos momentos que se graban en la memoria colectiva.
España conquistó el oro en el Europeo sub-18 masculino tras remontar una final que parecía imposible frente a Francia.
A falta de apenas 41 segundos, los galos ganaban por ocho puntos y ya acariciaban la medalla, pero apareció Guillermo del Pino, base cordobés, para firmar una de las gestas más espectaculares del baloncesto de formación: nueve puntos en los últimos 27 segundos y un triple sobre la bocina para sellar el 82-81 definitivo.
No fue solo un partido de baloncesto; fue una lección de resiliencia y fe en el deporte.
La selección dirigida por Marco Justo no se rindió ni cuando todo parecía perdido y sumó su sexto oro sub-18, superando a potencias históricas como Serbia y Yugoslavia en el palmarés del torneo. Solo la extinta URSS tiene más títulos europeos en esta categoría.
El camino hasta la gloria: dominio español y sustos franceses
La ruta de España hasta la final fue digna de elogio. El equipo llegó invicto a Belgrado tras superar con claridad a Macedonia del Norte, Turquía e Italia en eliminatorias previas, y arrasó en la fase de grupos ante Bélgica, Eslovenia y Letonia. El bloque funcionaba como un reloj, con nombres como Ian Platteeuw, Gildas Giménez o Raúl Villar acompañando al indiscutible líder Del Pino.
La final comenzó igualada, con alternativas constantes. España tomó una pequeña ventaja tras el primer cuarto (25-22), pero Francia apretó y se fue al descanso con tablas (39-39). Los galos subieron una marcha tras el descanso y llegaron a tener una renta de once puntos al final del tercer periodo (53-64). Cuando todo parecía decidido, España empezó su remontada.
41 segundos para la eternidad: así se gestó el milagro
A falta de 41 segundos, Francia dominaba por ocho (71-79). Los franceses solo tenían que gestionar la ventaja. Pero entonces sucedió lo inexplicable:
- Triple de Del Pino: reduce distancias (74-79).
- Robo y canasta rápida: España se coloca a tres (76-79).
- Francia falla tiros libres clave, presa de los nervios.
- Nuevo triple español: empate a 79.
- Francia anota dos tiros libres (79-81) y parece sentenciar.
- Del Pino recibe falta, mete uno de dos tiros libres (80-81), pero España recupera el rebote ofensivo tras el fallo.
- En la última jugada, con solo 1,4 segundos por jugarse, Del Pino recibe abierto, lanza desde más allá del arco… ¡y anota!
El banquillo estalla. Los jugadores franceses no se lo creen. El baloncesto español celebra un título que parecía perdido.
Del Pino, MVP sentimental y líder generacional
Si bien Ian Platteeuw fue designado MVP global del torneo por su regularidad —clave en defensa y rebote—, nadie puede discutir que el héroe es Guillermo del Pino. Sus números en la final impresionan: 23 puntos, tres asistencias y nueve puntos seguidos para decidir el título, además de un liderazgo incuestionable en los momentos críticos. Ya había sido MVP en el Europeo sub-16 de 2023 y ahora se consagra como uno de los grandes talentos emergentes del basket europeo.
Su actuación recuerda a los grandes clutch moments del baloncesto nacional e internacional, con ese punto dramático tan propio del baloncesto FIBA juvenil: presión máxima, talento puro y desenlace cinematográfico.
Contexto histórico: España sigue engordando su leyenda formativa
Con este oro sub-18, España suma seis títulos en la categoría (1998, 2004, 2011, 2019, 2022 y ahora 2025), dejando atrás a Yugoslavia/Serbia (5) e igualando casi a la URSS (8). Además, es la selección con más medallas totales (15), lo que confirma una estructura formativa sólida desde hace décadas.
El éxito llega además después de un verano complicado para las categorías inferiores masculinas: fuera del Mundial sub-19 y lejos del podio en el Europeo sub-20. Este oro devuelve brillo al trabajo federativo y al talento nacional.
Pronóstico: ¿nueva generación dorada?
Los expertos ya empiezan a comparar a esta generación con otras camadas históricas. Del Pino apunta a futuro base top continental; jugadores como Platteeuw o Giménez tienen proyección Euroliga o incluso NBA si mantienen su evolución. El carácter mostrado en Belgrado permite soñar con que varios nombres acaben siendo protagonistas también en selecciones absolutas.
Las apuestas para próximos torneos ya sitúan a España entre los favoritos tanto en categorías inferiores como absolutas. Eso sí: conviene mantener cierta dosis de escepticismo; el salto al profesionalismo es siempre incierto.
Curiosidades que deja este Europeo sub-18
- Del Pino ya suma dos MVPs FIBA U16-U18, algo solo conseguido antes por Ricky Rubio.
- Francia llevaba desde 2016 sin ganar un oro sub-18 masculino.
- Solo la URSS supera a España en títulos europeos U18 masculinos.
- En semifinales, Italia fue arrollada por España pese a haber eliminado cómodamente a Serbia en cuartos.
- El triple ganador fue celebrado por toda la expedición española con un «conga» improvisado sobre el parqué serbio.
- En los seis partidos previos a la final, España ganó por una diferencia media superior a 20 puntos.
- La última vez que España ganó un título formativo con remontada similar fue en Mannheim 2004… donde también había un base andaluz decisivo: Sergio Rodríguez.
- Guillermo del Pino es canterano del Unicaja Málaga y ya ha debutado con minutos relevantes en LEB Oro.
- La retransmisión oficial repitió hasta siete veces el triple ganador antes de entregar las medallas.
- Las redes sociales bautizaron inmediatamente al equipo como «los chicos del milagro de Belgrado».
El baloncesto español vuelve a demostrar que no entiende de imposibles… Ni siquiera cuando todo parece perdido y solo queda confiar en un último tiro.
