El US Open siempre ha sido escenario de emociones intensas, pero lo que se vive este año en Flushing Meadows roza el delirio.
Desde el primer día, la tensión ha superado cualquier límite habitual: gritos, raquetas volando, discusiones interminables con los jueces y el público entregado al espectáculo de la polémica.
El torneo estadounidense, famoso por su atmósfera eléctrica y sus aficionados poco amigos del silencio, se ha convertido en una olla a presión en la que los tenistas parecen estar jugando algo más que partidos: luchan contra los nervios, la presión mediática y, por momentos, hasta contra sí mismos.
A día de hoy, 1 de septiembre de 2025, el tema principal no es quién levanta el trofeo, sino quién pierde antes la compostura.
En un circuito donde la contención suele ser virtud y la rabia se paga cara, este US Open está dejando imágenes insólitas y sanciones históricas.

El caso Medvedev: cuando el talento y el genio explotan
Si hay un nombre propio que simboliza esta escalada de tensión es el de Daniil Medvedev. El ruso, ya conocido por su carácter volcánico, protagonizó una de las escenas más comentadas del torneo. Todo ocurrió en su partido de primera ronda ante Benjamin Bonzi. Una interrupción provocada por un fotógrafo en pleno punto clave desató la furia del ex número uno mundial. Medvedev se encaró con el juez de silla Greg Allensworth y no dudó en avivar a una grada ya encendida para convertir la pista en un auténtico circo.
La discusión se prolongó más de seis minutos, con abucheos del público y un Bonzi perplejo intentando mantener la concentración. Aunque Medvedev logró igualar el partido a base de coraje —y algo de rabia— terminó sucumbiendo en cinco sets tras perder los nervios y estampar su raqueta contra el suelo al término del encuentro. La factura no tardó en llegar: una sanción económica combinada que ronda los 100.000 dólares y la pérdida íntegra del premio por disputar esa primera ronda.
Lejos de calmarse las aguas tras la derrota, Medvedev decidió romper con Gilles Cervara, su entrenador durante ocho años, en lo que muchos interpretan como consecuencia directa del colapso emocional vivido en Nueva York.
¿Por qué tantos estallidos este año?
No es solo Medvedev. El ambiente general invita poco a la serenidad. Coco Gauff, una de las figuras más lúcidas del circuito femenino, lo explicaba con naturalidad: “Aquí todo se amplifica. El final del verano en Nueva York es pura intensidad; los aficionados son apasionados y cualquier chispa se convierte en incendio”. En efecto, la combinación explosiva de calendario apretado —el US Open cierra la gira grande—, calor sofocante y una grada hiperactiva genera un cóctel perfecto para que salten las alarmas emocionales.
Las redes sociales hacen el resto: cualquier gesto exagerado se viraliza al instante y multiplica la presión sobre unos jugadores ya al límite físico y mental.
Broncas recientes: Rublev y compañía
No solo Medvedev ha perdido los papeles este año. El ruso Andrey Rublev, otro habitual del descontrol emocional, volvió a ser noticia hace apenas unas semanas tras golpearse hasta sangrar durante un partido en Viena. Su historial de incidentes va camino de convertirse en leyenda negra dentro del vestuario.
Otros nombres tampoco han pasado desapercibidos por sus broncas recientes:
- Nick Kyrgios sigue acumulando sanciones históricas por insultos a árbitros y destrozo sistemático de material.
- David Nalbandian fue multado con casi 70.000 dólares tras herir a un juez con una patada a una valla publicitaria.
- Serena Williams pagó caro su arrebato verbal contra los jueces del US Open hace años.
- Este mismo curso, Corentin Moutet abandonó un torneo tras enfrentarse al público chileno durante el Masters 1000 de Miami.
La lista crece cada temporada; parece que contenerse ya no está tan bien visto… o simplemente es cada vez más difícil.
Repercusiones deportivas y económicas
El coste para los protagonistas va mucho más allá del bochorno público o el “meme” viral. Las multas alcanzan cifras récord (Medvedev acaba de entrar en el top histórico) y pueden dejar tocadas carreras e imagen comercial. Además, las rupturas profesionales —como la mencionada entre Medvedev y Cervara— suelen dejar secuelas deportivas difíciles de revertir a corto plazo.
Las casas de apuestas han reaccionado rápido: jugadores propensos al estallido emocional ven cómo sus cuotas oscilan bruscamente según se acerca el desenlace del partido. Los analistas ya incorporan las variables psicológicas como un factor determinante para prever sorpresas o debacles.
Curiosidades sobre broncas e incidentes en el tenis reciente
- La multa más alta registrada hasta ahora sigue siendo la recibida por Nick Kyrgios (113.000 dólares), aunque Medvedev podría superarla si reincide este año.
- La mayoría de grandes explosiones emocionales en Grand Slams se producen entre cuartos y semifinales… pero este año han llegado desde primera ronda.
- En Flushing Meadows existe un protocolo especial para gestionar altercados con público especialmente ruidoso.
- Algunos jugadores han llegado a pedir explícitamente jugar sin público tras episodios especialmente tensos.
- Un estudio interno revela que los tenistas rusos están entre los más multados por incidentes verbales y gestuales desde 2020.
- A pesar del caos mediático, ninguno de los grandes favoritos al título masculino ha sido descalificado esta temporada… todavía.
En el US Open 2025, las broncas parecen haberse convertido en parte esencial del show; habrá que ver si algún tenista logra levantar el trofeo sin perder antes los nervios… o la paciencia.
