En un giro inesperado que sacude los cimientos de la política comercial estadounidense, un tribunal federal ha bloqueado la mayor parte de los aranceles globales impuestos por el presidente Donald Trump, dictaminando que el mandatario «excedió cualquier autoridad» al implementarlos.
Esta decisión judicial, anunciada el 28 de mayo de 2025, representa un revés significativo para la estrategia económica de la administración Trump y genera profunda incertidumbre en los mercados financieros internacionales.
La sentencia judicial llega apenas dos semanas después de que Trump anunciara un acuerdo comercial con China que había sido celebrado como una «victoria histórica» para Estados Unidos. Según el acuerdo alcanzado a mediados de mayo, ambos países acordaron reducir sus aranceles en un 115%, manteniendo un arancel adicional del 10%.
Estados Unidos se comprometió a suspender su arancel recíproco del 34% impuesto el 2 de abril durante 90 días, aunque manteniendo un gravamen del 10% durante ese período.
El fallo judicial y sus implicaciones
El tribunal ha determinado que la administración Trump sobrepasó sus atribuciones al invocar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) para imponer aranceles generalizados. Esta ley, utilizada por Trump para declarar una emergencia nacional debido al déficit comercial persistente, fue el fundamento legal para establecer un arancel base del 10% sobre todas las importaciones estadounidenses y aranceles más elevados para 57 países específicos.
La decisión judicial cuestiona directamente la autoridad presidencial para utilizar poderes de emergencia en asuntos comerciales de esta magnitud, lo que podría sentar un precedente importante para futuras políticas comerciales. Los expertos legales señalan que el tribunal ha establecido límites claros al poder ejecutivo en materia de comercio internacional, reafirmando el papel del Congreso en la regulación del comercio exterior.
Impacto económico y reacciones del mercado
Los mercados financieros han reaccionado con volatilidad ante esta noticia, con caídas significativas en los principales índices bursátiles. La incertidumbre generada por el bloqueo judicial ha provocado dudas sobre la viabilidad de toda la agenda económica de Trump, cuyo pilar fundamental era precisamente la política arancelaria.
Según análisis del Modelo Presupuestario de Wharton de la Universidad de Pensilvania, los aranceles de Trump habrían generado aproximadamente 5,2 billones de dólares en nuevos ingresos durante la próxima década. Sin embargo, este mismo estudio proyectaba que dichos aranceles reducirían el PIB a largo plazo en aproximadamente un 6% y los salarios en un 5%, con un hogar de ingresos medios enfrentando una pérdida de por vida de 22.000 dólares.
El Budget Lab de Yale había estimado que todas las medidas arancelarias implementadas en 2025 elevarían el nivel de precios en un 2,3% a corto plazo, equivalente a una pérdida promedio por hogar de 3.800 dólares. Las familias en la parte inferior de la distribución de ingresos habrían perdido aproximadamente 1.700 dólares anuales.
Caos en la agenda económica de Trump
La decisión judicial no solo bloquea los aranceles, sino que pone en jaque toda la estrategia económica de la administración Trump. El presidente había convertido los aranceles en el eje central de su política económica, argumentando que estos fortalecerían la economía estadounidense, estimularían la producción nacional y crearían millones de empleos.
La administración Trump había estimado que un arancel global del 10% haría crecer la economía en 728.000 millones de dólares, crearía 2,8 millones de empleos y aumentaría los ingresos reales de los hogares en un 5,7%. Sin embargo, numerosos economistas discrepaban de estas proyecciones, advirtiendo que los aranceles generarían inflación y ralentizarían el crecimiento económico.
El Instituto Peterson de Economía Internacional había calculado que un aumento de 15 puntos porcentuales en los aranceles universales de Estados Unidos generaría 3,9 billones de dólares en ingresos gubernamentales durante una década, pero este beneficio se reduciría significativamente debido a los impactos económicos negativos y a las posibles represalias extranjeras.
Reacciones internacionales y posibles represalias
La Unión Europea, que había amenazado con imponer aranceles de hasta el 50% sobre 8.000 millones de dólares en exportaciones estadounidenses, podría reconsiderar su posición tras este fallo judicial. Inicialmente, la UE había programado expandir estos aranceles a 20.000 millones adicionales en exportaciones estadounidenses para el 13 de abril, pero retrasó esta medida por 90 días en consonancia con la suspensión temporal de Estados Unidos.
China, por su parte, observa con cautela estos acontecimientos después de haber alcanzado recientemente un acuerdo con Estados Unidos. El pacto incluía la eliminación de los aranceles de represalia anunciados desde el 4 de abril de 2025 y la suspensión de su arancel inicial del 34% sobre Estados Unidos durante 90 días, manteniendo un arancel del 10% durante ese período.
Efectos sectoriales y competitividad estratégica
El enfoque arancelario de Trump había sido criticado por socavar la competitividad estadounidense en industrias estratégicas. En el sector de la inteligencia artificial, considerado prioritario para el liderazgo económico futuro, los aranceles habrían aumentado los costos de construcción de centros de datos y profundizado la escasez de equipos.
Los aranceles propuestos sobre semiconductores o la posible retirada de los subsidios a chips de la era Biden habrían creado un lastre adicional para la innovación, a pesar de la inversión ampliada en Estados Unidos por parte de un importante fabricante de chips taiwanés.
La industria de la construcción naval, dominada por China y considerada prioritaria por la administración Trump, también se habría visto afectada negativamente por los aranceles sobre el acero, un insumo primario para el sector.
Perspectivas futuras y opciones legales
La administración Trump tiene varias opciones para responder a este revés judicial. Podría apelar la decisión ante tribunales superiores, buscar una legislación en el Congreso que respalde explícitamente su política arancelaria, o reformular su enfoque utilizando diferentes mecanismos legales.
Los expertos económicos sugieren que este momento podría representar una oportunidad para desarrollar una política comercial más matizada que apoye selectivamente industrias estratégicas sin los efectos económicos negativos de aranceles generalizados.
Mientras tanto, los mercados y las empresas enfrentan un período de incertidumbre significativa mientras esperan la respuesta de la administración Trump y la evolución de este conflicto legal. La volatilidad en los mercados financieros probablemente continuará hasta que haya mayor claridad sobre el futuro de la política comercial estadounidense.
Esta crisis pone de relieve las tensiones entre los poderes ejecutivo y judicial en la formulación de políticas económicas, y plantea preguntas fundamentales sobre los límites de la autoridad presidencial en asuntos comerciales. El resultado final de esta disputa legal podría redefinir el equilibrio de poderes en la política comercial estadounidense durante años.
