El mercado de la vivienda de segunda mano en España sigue con los precios al alza. En el primer trimestre de 2025 el precio medio se situó en 2.311 euros/m2, tras experimentar un avance interanual del 11,2 % y un crecimiento del 1,7 % solo en los últimos tres meses. Este dato, proporcionado por el índice de precios de idealista, confirma que la compraventa de inmuebles usados crece ahora por encima del alquiler, reflejando un cambio de la tendencia que no se veía desde hace años.
La fuerte demanda, alentada por la expectativa de que los precios seguirán subiendo, choca con una oferta cada vez más limitada. El stock de pisos de segunda mano no deja de descender y la construcción de obra nueva es insuficiente para cubrir el déficit acumulado desde la crisis. El resultado es una presión constante al alza que sitúa a España en niveles de precio inéditos.
Frente a este escenario, expertos y agentes del sector coinciden en que solo un impulso decidido a la promoción de vivienda nueva, acompañado de una simplificación de los procesos urbanísticos, podrá aliviar la tensión. De lo contrario, el comprador seguirá anticipándose al alza y el inquilino verá el alquiler como un parche cada vez más caro.
Evolución desde 2006: de la recuperación a la aceleración
La serie histórica de idealista arrancó en 2006, y tras el desplome de precios de 2008 a 2014, la vivienda usada tocó suelo en 2015. Desde entonces, la recuperación ha sido constante. En los últimos cinco años, la revalorización media supera el 40%, con un fuerte tirón a partir de 2020.
Este reciente repunte obedece a varios factores: el endurecimiento de la normativa de alquiler, que ha expulsado oferta del mercado; los bajos tipos de interés, que han hecho accesible la financiación; y la urgencia de muchos hogares por comprar ante la escalada de las rentas de alquiler. El resultado es una brecha creciente: la compraventa sube más rápido que el arrendamiento, algo inédito desde antes de la crisis.
Factores que impulsan la escalada de precios
La falta de alternativas asequibles en alquiler empuja a los inquilinos a ahorrar para comprar, generando un circuito virtuoso de demanda que se retroalimenta. A su vez, la creencia generalizada de que “los precios no dejarán de subir” acelera las decisiones de compra, incluso a costa de asumir hipotecas más elevadas.
Por otro lado, el parque de vivienda usada se contrae mes a mes. La oferta de obra nueva, lastrada por complejos trámites administrativos y elevados costes de suelo, no crece al ritmo necesario. Francisco Iñareta, portavoz de idealista, advierte: “Sólo la creación de nueva oferta puede poner fin a esta escalada”. Sin un cambio normativo urgente, el desequilibrio perdurará.
Comunidades y provincias donde más se nota la subida
En el último año, Madrid lidera las subidas con un 20,5%, batiendo su propio techo histórico (4.013 euros/m2). Le siguen Canarias (16,5%), Comunitat Valenciana (16%), Región de Murcia (14,6%) y Andalucía (13,3%). Solo Extremadura experimenta una caída de un -1,9%.
Las cinco autonomías concentran la presión: el comprador se refugia en mercados dinámicos y con expectativas de revalorización, mientras las regiones más económicas (Castilla–La Mancha, Extremadura, Castilla y León, etc.) quedan al margen de la burbuja.
De las 50 provincias españolas, 43 registran subidas. Madrid encabeza el ranking (20,5%), seguida de Santa Cruz de Tenerife (18,4%) y Málaga (15%). En el lado opuesto, encontramos provincias como Badajoz (-5,5%), Ourense (-4,9%) y Córdoba (-2,4%).
Por otra parte, el precio medio más alto se da en Baleares (4.797 euros/m2), mientras que Ciudad Real (740 euros/m2), Jaén (830 euros/m2) y Cuenca (844 euros/m2) permanecen como las provincias más baratas, reflejo de la gran dispersión regional.

