Escalofriante.
En los últimos días, el nombre de Cayetana Guillén Cuervo ha ocupado titulares por razones que van mucho más allá del cine o el teatro.
La actriz y presentadora, referente en el panorama cultural español, ha decidido dar un paso tan valiente como doloroso: hablar sin tapujos del abuso sexual que sufrió a los seis años, cuando fue violada por ocho hombres.
Lo ha hecho en el segundo episodio de su pódcast No te lo Cayes, donde la salud mental y la sexualidad dejan de ser tabú para convertirse en conversación necesaria.
El relato de Cayetana no es solo el de una víctima, sino el de una mujer que ha vivido décadas arrastrando un trauma silenciado, y que ahora pone voz a lo que tantas otras personas callan.
“Fue como La Manada, eran ocho tíos. Se quitaron un cinturón que llevaban y me golpearon”, comparte con serenidad, aunque reconoce que durante años fue incapaz de verbalizar lo ocurrido.
La propia actriz admite que, como mecanismo de supervivencia, su mente disoció el recuerdo, empujándola a apartarlo de su conciencia para poder seguir adelante.
No ha explicado nada sobre si el drama tuvo consecuencias médicas, legales o familiares.
La importancia de visibilizar el trauma infantil
El testimonio de Cayetana Guillén Cuervo llega en un momento de especial sensibilidad social respecto a los abusos infantiles y la violencia sexual.
Su voz, reconocida y respetada, ofrece una perspectiva que va más allá de lo personal y se instala en el debate público.
“Sin pretender convertirnos en la bandera de nada, ni un ‘me too’ ni nada”, explica, pero lo cierto es que su historia contribuye a romper un silencio histórico y a desafiar el tabú que pesa sobre las víctimas de violencia sexual en la infancia.
En el episodio, la actriz conversa con la divulgadora científica Alba Moreno, también superviviente de abusos en la infancia.
Ambas reflexionan sobre los mecanismos de defensa psicológicos, la culpa, la vergüenza y la importancia de pedir ayuda profesional. “Las cosas que son muy dolorosas tu mente las esconde, si no, no puedes seguir adelante”, explica Cayetana, citando a su psicóloga. La necesidad de rodearse de una red de apoyo sólida y de aceptar acompañamiento terapéutico aparece como una de las claves para la reconstrucción emocional.
Reacciones y apoyo social
El episodio ha sido recibido con una ola de apoyo y admiración por parte del público y de la comunidad cultural. El tono íntimo y honesto de la conversación ha sido calificado de “profundamente humano”, y la valentía de Cayetana y Alba al compartir experiencias tan dolorosas ha sido ampliamente reconocida. La actriz subraya que “se puede salir del trauma, se puede vivir después del abuso, y se puede hablar de ello sin culpa ni vergüenza”, un mensaje que resuena con fuerza entre quienes han atravesado situaciones similares.
El papel de la cultura y los medios en la ruptura del tabú
El impacto del testimonio de Cayetana Guillén Cuervo va más allá de lo individual: interpela a la sociedad, a los medios y al sector cultural sobre la necesidad de crear espacios seguros donde hablar de sexualidad, trauma y salud mental. El pódcast No te lo Cayes surge precisamente con ese objetivo: abrir la puerta a conversaciones honestas y sin filtros sobre deseo, cuerpos, identidades y silencios compartidos.
En palabras de la propia actriz, “hablar de sexo es una forma de liberación”. El silencio, insiste, alimenta el tabú y hace que las personas crean que están solas en lo que sienten. La propuesta del pódcast no es dar lecciones, sino ofrecer un espacio donde compartir desde el alma, dejando a un lado la imagen pública para mostrar lo que hay detrás de los focos.
- El primer episodio contó con Pablo Alborán, quien abordó su propia vivencia como persona demisexual.
- Próximos invitados, como Hiba Abouk o Juana Acosta, prometen nuevas confesiones y reflexiones sobre temas que aún cuesta decir en voz alta.
Sexualidad, salud mental y resiliencia
El enfoque de No te lo Cayes es innovador en el panorama español. Cada episodio se convierte en un pequeño refugio para la sinceridad, donde las historias personales se entrelazan con reflexiones colectivas sobre la sexualidad y el bienestar emocional. La sección final, A la cama con Rocío, junto a la activista Rocío Saiz, refuerza esa idea de comunidad y apoyo mutuo, alejándose de cualquier pretensión de espectáculo o exhibicionismo.
La experiencia de Alba Moreno, quien encontró en la física un refugio vital para superar los abusos sufridos en su infancia, añade otra dimensión al relato: la importancia del autoconocimiento, el autocuidado y la búsqueda de ayuda profesional como herramientas para reconstruirse y recuperar el equilibrio interno.
Lo que implica romper el silencio
El gesto de Cayetana Guillén Cuervo no es solo un acto personal de liberación, sino también una invitación colectiva a hablar de lo que duele, a denunciar y a buscar apoyo. Su relato demuestra que el trauma no es una condena perpetua y que, aunque la memoria duela, hablar puede ser el primer paso para sanar.
- Visibilizar el abuso es fundamental para que las víctimas no se sientan solas ni culpables.
- Romper el silencio contribuye a desactivar el estigma y a promover una sociedad más empática y consciente.
- La cultura y los medios tienen un papel decisivo en la normalización de estos debates y en el acompañamiento a quienes atraviesan situaciones similares.
El pódcast de Cayetana Guillén Cuervo se convierte así en un espacio de escucha, reflexión y acompañamiento, imprescindible para entender cómo la cultura puede ser también herramienta de sanación y transformación social.

