Protagonistas de récords negativos

Cuando la DGT se queda atónita ante dos excesos de velocidad extremos: un Porsche y una moto

Dos conductores, uno de moto y otro de Porsche, rozan el récord de imprudencia y se enfrentan a duras sanciones y pérdida de carné

Exceso de velocidad y multas
Exceso de velocidad y multas. PD

En los últimos días, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha presenciado dos episodios que han sobrepasado cualquier previsión en materia de seguridad vial. Los protagonistas: un joven a lomos de una moto deportiva en Castellón y un conductor al volante de un Porsche en Burgos. Ambos han sido interceptados tras superar con creces los límites legales, poniendo en jaque tanto su seguridad como la del resto de usuarios de la vía. Las cifras son tan llamativas que incluso la propia DGT ha calificado los hechos de “demenciales”, un adjetivo poco habitual en la administración pública.

Dos historias paralelas: Castellón y Burgos

El primer caso tuvo lugar en una popular avenida de Castellón, limitada a 60 km/h. Un joven motociclista, de tan solo 24 años, fue cazado por un radar circulando repetidamente cerca de los 150 km/h. La peculiaridad: cada vez que pasaba por el radar, tapaba la matrícula con la mano para evitar ser identificado. Sin embargo, la colaboración entre la Policía Municipal, la Guardia Civil y hasta un colegio cercano permitió finalmente dar con su paradero. La estrategia del motorista no fue suficiente para eludir la responsabilidad; ahora afronta una sanción que incluye 6.000 euros y la retirada de 6 puntos del carnet por ocultar la matrícula, además de un juicio por delito contra la seguridad vial al superar el doble del límite permitido.

En paralelo, en Burgos, el helicóptero Pegasus detectó a un Porsche circulando a 250 km/h en una autovía limitada a 120 km/h. El conductor, hombre de 39 años, fue avisado desde el aire y posteriormente interceptado por un control terrestre. Enfrenta una multa directa de 600 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet, pero lo más relevante es el proceso judicial abierto por duplicar ampliamente el máximo autorizado; este tipo de delitos pueden acarrear penas aún más severas.

El perfil del infractor: juventud, riesgo y sensación de impunidad

Aunque ambos episodios son distintos en vehículo y contexto, coinciden en el perfil psicológico del infractor: conductores convencidos de poder burlar los controles o minimizar las consecuencias legales. Especialmente llamativo resulta el caso del motorista castellonense: su edad (24 años), el uso sistemático del engaño para evitar sanciones y la repetición constante del acto muestran una actitud desafiante hacia las normas viales.

Por su parte, el conductor del Porsche encarna otro perfil típico: persona adulta con acceso a vehículos de alta gama y potencias elevadas, capaz de multiplicar por dos la velocidad legal sin aparente temor a las consecuencias inmediatas.

Ambos reflejan tendencias preocupantes detectadas por la DGT: pérdida del miedo a las multas y sensación creciente de impunidad entre ciertos colectivos al volante.

Las sanciones más duras: cómo castiga la ley estos excesos

En España, las multas por exceso de velocidad se aplican según el margen superado respecto al límite vigente:

  • En vías urbanas o interurbanas limitadas a 60 km/h:
    • Superar entre 61 y 70 km/h: multa de 500 euros y retirada de 6 puntos.
    • Más allá de 70 km/h sobre el límite: multa máxima (600 euros), retirada máxima (6 puntos) y posible delito penal.
  • En autovías (límite estándar: 120 km/h):
    • Superar entre 181 y 190 km/h: multa de 500 euros y retirada de 6 puntos.
    • Más allá de 190 km/h: multa máxima (600 euros), retirada máxima (6 puntos) y apertura automática de expediente penal.

En ambos sucesos recientes, los conductores han alcanzado niveles que les sitúan directamente ante los tribunales. Además, ocultar la matrícula supone una infracción adicional muy grave (6.000 euros).

Tabla orientativa: Multas por exceso en vías rápidas

Velocidad registradaLímite víaMulta (€)PuntosDelito penal
Hasta +30 km/hVariable1000No
+40 a +50 km/hVariable3002No
+51 a +60 km/hVariable4004No
+61 a +70 km/hVariable5006No
>+70 km/hVariable6006

Fuente: Adaptación normativa DGT actualizada a junio 2025.

Multas históricas por exceso de velocidad en España

El historial español cuenta con episodios tan insólitos como estos:

  • Un Ferrari cazado a más de 260 km/h en autovía madrileña.
  • Un conductor novel sancionado al circular a más del triple del límite permitido en zona escolar.
  • Un turismo familiar detectado a más de 200 km/h con menores sin sistema homologado.

Estas multas suelen combinar sanción económica máxima con retirada temporal o definitiva del permiso e incluso penas privativas de libertad cuando hay reincidencia o puesta en peligro grave para terceros.

Curiosidades sobre las mayores infracciones detectadas

  • El helicóptero Pegasus ha sido clave para atrapar algunos récords negativos; su capacidad para grabar pruebas es irrefutable.
  • Los intentos creativos para burlar radares van desde ocultar matrículas manualmente hasta colocar sistemas retráctiles o usar sprays reflectantes; todos acaban detectados antes o después.
  • La DGT ha incrementado notablemente el uso combinado de radares fijos, móviles y drones para perseguir estas conductas.

Anécdotas asociadas

  • El motorista cazado en Castellón fue identificado gracias al testimonio casual del personal docente que reconoció tanto el modelo como al piloto durante horas lectivas.
  • El conductor del Porsche alegó “prisa” por motivos laborales ante los agentes; argumento rechazado por completo ante la evidencia fílmica aportada desde el aire.

Impacto social y reflexión final

La reiteración pública y mediática de estos casos evidencia una preocupación creciente sobre los límites reales del castigo disuasorio frente a conductas temerarias. La DGT insiste en campañas informativas orientadas tanto a jóvenes como adultos propietarios de vehículos potentes. Mientras tanto, los datos confirman que cada año se incrementan tanto el número como la cuantía recaudatoria derivada exclusivamente del exceso de velocidad.

Al margen del impacto económico individual —que puede superar varios miles de euros— lo esencial sigue siendo el riesgo cierto e inmediato para vidas ajenas. Los dos protagonistas recientes servirán como ejemplo negativo durante mucho tiempo; su historia recuerda que, aunque algunos crean haberle perdido “el miedo” a las multas, tarde o temprano las consecuencias llegan.

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