SUCESO INSÓLITO EN LA CALLE SANTO TIRSO DE LEÓN

Muere un hombre de 83 años en una cabina de ‘sex shop’ de León mientras veía una película porno

Un octogenario muere por causas naturales en un establecimiento erótico de León mientras disfrutaba de una película en una cabina privada

Muere un hombre de 83 años en una cabina de 'sex shop' de León mientras veía una película porno
Erótico. PD

El martes, poco después del mediodía, la habitual tranquilidad de la calle Santo Tirso en León se interrumpió con un suceso sorprendente: un hombre de 83 años fue encontrado sin vida en una cabina privada de un sex shop donde estaba viendo una película. La noticia tomó por sorpresa tanto a los vecinos como a los clientes habituales del área, conocida por su actividad comercial y de ocio.

Este evento también ha suscitado un debate sobre el deseo sexual en la tercera edad y los riesgos cardiovasculares que pueden surgir durante la excitación en personas mayores.

De acuerdo con información proporcionada por fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, fue el propio propietario del local quien, al percatarse de que el cliente se demoraba demasiado y no respondía a sus llamados, decidió abrir la puerta de la cabina.

En ese momento, se encontró al hombre inconsciente. La llamada a los servicios de emergencia y a las fuerzas del orden fue inmediata, pero los agentes solo pudieron certificar su fallecimiento en el lugar. No se encontraron signos de violencia ni indicios de intervención ajena, lo que sugiere que se trató de una muerte natural, aunque se espera por los resultados definitivos de la autopsia.

Este incidente llevó al cierre temporal del establecimiento durante varias horas, mientras la Policía Nacional seguía el protocolo habitual y el cuerpo era trasladado al Instituto Anatómico Forense de León para esclarecer las razones exactas detrás del fallecimiento. Las autoridades han manejado el caso con discreción, respetando así la privacidad de la familia, sin ofrecer más detalles personales sobre el fallecido.

El deseo sexual no tiene fecha de caducidad: persistencia en la vejez

La muerte de un hombre octogenario en un entorno sexual invita a reflexionar sobre la continuidad del deseo sexual en la tercera edad. Investigaciones y expertos coinciden en que tanto el interés como la actividad sexual pueden mantenerse hasta edades muy avanzadas. Aunque los niveles de testosterona, cruciales para el deseo masculino, disminuyen gradualmente con el tiempo, no desaparecen por completo. Muchos hombres y mujeres continúan manteniendo relaciones sexuales o actividades eróticas incluso en su vejez, si bien es cierto que la intensidad y frecuencia suelen disminuir con el paso del tiempo. Un déficit significativo de testosterona puede acarrear problemas cardiovasculares y afectar el estado anímico, pero no implica necesariamente una falta de deseo.

El interés sexual entre las personas mayores está influenciado por diversos factores físicos, psicológicos y sociales. La salud cardiovascular, la autonomía personal y la calidad de vida juegan un papel importante; sin embargo, también lo hacen las percepciones sociales y la autoestima. Los especialistas advierten que hablar sobre sexualidad en la vejez sigue siendo un tabú para muchos mayores, quienes evitan abordar este tema aunque les preocupe tanto como otros aspectos relacionados con su salud.

Excitación y corazón: ¿un riesgo real?

La conexión entre actividad sexual y eventos cardiovasculares ha sido objeto de numerosas investigaciones. La evidencia médica indica que el sexo rara vez provoca infartos incluso entre personas mayores o con antecedentes cardíacos. Según datos proporcionados por la Asociación Americana del Corazón, solo representa alrededor del 1% de los ataques cardíacos agudos. En general, el esfuerzo físico relacionado con el acto sexual es comparable al que se experimenta al subir dos tramos de escaleras o caminar a paso ligero; además, las cifras de frecuencia cardíaca rara vez superan los 130 latidos por minuto entre individuos sanos.

Sin embargo, hay matices importantes a considerar: aquellos mayores que son sedentarios o que padecen enfermedades coronarias severas pueden enfrentar más dificultades para alcanzar el clímax; en esos casos específicos, podría aumentar ligeramente la demanda cardiovascular. La denominada «angina del amor» —un dolor torácico tras mantener relaciones sexuales— es poco frecuente y generalmente se presenta solo en pacientes con cardiopatías preexistentes y capacidad funcional limitada. Se estima que el riesgo absoluto de infarto asociado a la actividad sexual es tan solo dos o tres casos por cada 10.000 personas al año.

El miedo y la ansiedad tras haber experimentado un episodio cardíaco pueden limitar más la vida sexual que el riesgo real mismo. La recuperación psicológica resulta tan esencial como la física; así lo enfatizan los especialistas al insistir en que retomar la actividad sexual debe hacerse con normalidad siempre que el paciente pueda realizar esfuerzos equivalentes a caminar más de un kilómetro sin presentar síntomas.

Casos históricos: muertes durante el acto sexual

Aunque es raro morir durante relaciones sexuales, existen antecedentes históricos notables entre personajes célebres. El Papa Juan XII falleció presuntamente mientras mantenía relaciones sexuales en el siglo X. El actor David Carradine fue encontrado muerto en un hotel tailandés bajo circunstancias vinculadas a prácticas sexuales arriesgadas. Más recientemente, Félix Faure, político francés, murió en 1899 debido a un derrame cerebral mientras mantenía un encuentro íntimo en el Palacio del Elíseo.

Estos episodios extraordinarios han contribuido a forjar el mito sobre lo mortal que puede llegar a ser el sexo. En realidad, son los factores subyacentes como enfermedades cardiovasculares o consumo excesivo de sustancias las verdaderas causas detrás del desenlace fatal; no es simplemente la actividad sexual.

Perfil y curiosidades

Poco se sabe acerca del hombre fallecido en León más allá de su edad y las circunstancias relacionadas con su muerte. Sin embargo, su caso resalta cómo muchas personas mayores viven su sexualidad con naturalidad, lejos de estereotipos o prejuicios.

Algunas curiosidades e información relevante acerca de este tipo de incidentes:

  • No es inédito morir dentro de cabinas en sex shops: ya ocurrió anteriormente cuando un hombre de 77 años falleció en una tienda erótica en Alicante tras sentirse mal.
  • Los establecimientos eróticos suelen tener protocolos estrictos para estos eventos y colaboran estrechamente con las autoridades para esclarecer lo sucedido.
  • En muertes no violentas ocurridas en espacios públicos o recreativos es obligatoria realizar una autopsia para descartar cualquier causa ajena a problemas médicos.
  • Los expertos sugieren abordar sin tabúes temas relacionados con la sexualidad durante la vejez tanto desde las consultas médicas como dentro del entorno familiar.

Lo sucedido en León pone sobre la mesa que tanto el deseo como la búsqueda del placer no conocen límites relacionados con edades ni estereotipos; así mismo, demuestra que mantener una vida sexual activa puede ser parte integral del viaje vital hasta sus últimos capítulos.

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