La huelga de taxistas de Madrid y Barcelona obliga al desbordado Gobierno Sánchez a convocar una reunión el lunes
Cuenta Carlota Barcala en ‘ABC’ este 29 de julio de 2018 que la víspera, en la zona de salidas de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, solo había tres taxis: «Los tres parados con un cartel pegado en sus ventanillas en el que se podía leer servicios mínimos«.
La gente esperaba indignada con sus maletas bajo la señal azul de estos vehículos. Pero no daban servicio. Los conductores, ajenos a la desesperación de los viajeros, celebraban que minutos antes la Federación Profesional apoyase sus reivindicaciones y se uniese a la huelga.
«Nos solidarizamos con los compañeros de Barcelona, que siempre han dado el callo y han llevado la voz cantate en la lucha contra Uber y Cabify».
La huelga de los taxistas de Madrid y Barcelona para reivindicar la limitación de las licencias de VTC (alquiler de vehículos con conductor), que usan las compañías Uber y Cabify, ha obligado al Ministerio de Fomento a convocar una reunión con las principales y federaciones del taxi y de VTC este lunes 30 de julio, al tiempo que hace un llamamiento a la calma y solicita la vuelta a la normalidad en ambas ciudades. Los taxistas de Madrid han anunciado este sábado una huelga «espontánea» e indefinida en solidaridad con sus compañeros de Barcelona.
Los taxistas de Madrid parecen ternelo claro: «Paralizaremos la ciudad hasta que se cumpla le legalidad vigente».
La mecha prendió hace tres días y no fue en Madrid, sino en Barcelona. Primero fueron dos jornadas de paro; después, una huelga indefinida.
¿El motivo? El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendía el reglamento del Área Metropolitana de Barcelona, que limitaba la actuación de compañías VTC como Uber y Cabify.
Dicho de otra forma: los Ayuntamientos, que sí pueden otorgar las licencias de taxi, no tienen competencias para legislar en este sentido. Madrid no tardó en hacerse eco.
Sólo se han establecido una serie de servicios mínimos en aeropuertos, estaciones y hospitales: personas mayores, personas con discapacidad o familias con niños pequeños son los colectivos que sí tienen las puertas del taxi abiertas.
Barcelona y Madrid han sido las primeras. Valencia, Alicante y La Rioja han recogido el testigo. Y se espera que otras muchas lo hagan próximamente.
Ahora bien, ¿qué reivindican los taxistas madrileños? «Si se cumplen todas las expectativas, la proporción de taxis y vehículos de VTC en Madrid va a ser de un vehículo de alquiler por cada dos taxis.
Sin embargo, en su sentencia del pasado junio, el Tribunal Supremo avaló el límite de una licencia de VTC por cada 30 de taxi», explica Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), que apoya «encantada» una iniciativa «que se ha tomado desde las bases del colectivo».
Esta restricción de un VTC cada 30 taxis viene recogido en el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres, y fue recurrida por Cabify y Uber, entre otras. Sin embargo, los taxistas denuncian que no se está cumpliendo.
Del mismo modo, también señalan que, por ley, sólo un 20% de los vehículos VTC puede actuar fuera de la Comunidad de Madrid. Una restricción que en el caso de los taxistas es total. Sin embargo, perciben que operan sin control por toda la Península.
Otro de los puntos que denuncian: según la normativa, los VTC tampoco pueden estar dando vueltas en zonas como estaciones de tren, conciertos o cualquiera que sea proclive a la captación de clientes.
El anuncio por parte del Ministerio de Fomento de una reunión con las asociaciones y federaciones del taxi y de los vehículos VTC no ha provocado que se desconvoquen los paros.
LOS BUITRES DE PODEMOS
El diputado de Podemos por Madrid en el Congreso, Rafael Mayoral, se presentó en Barajas durante una asamblea del sector y agradeció su «pelea».
Mayoral quiso mostrar ayer su apoyo a los taxistas porque, según dijo, «hay que defender el taxi como servicio público frente al ataque que está sufriendo por parte de los buitres financieros».
«O se está con los buitres, o se está contra ellos», se despidió, antes de viajar a Barcelona.

