Giorgia Meloni regresa fortalecida tras la cumbre del Consejo Europeo.
Desde Roma, marca el compás en tres áreas cruciales: comercio, apoyo a Ucrania e inmigración.
La primera ministra italiana refuerza su influencia en Bruselas, dejando en un segundo plano a otros líderes.
La imagen de Meloni, acompañada por Emmanuel Macron, el primer ministro polaco y otros, simboliza el cierre del año. Italia establece sus prioridades después de 16 horas de intensas negociaciones. Agricultores satisfechos, riesgos procedentes de Rusia contenidos y fronteras más estrictas son los logros que destacan.
Aplazamiento del acuerdo Mercosur
Meloni y Macron logran frenar la firma del acuerdo con Mercosur. Este pacto, que lleva negociándose 26 años, se pospone tres semanas más. Los agricultores de Francia e Italia alzan la voz contra la competencia que representan Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
- Salvaguardas fundamentales: Protección para el mercado europeo ante la entrada de productos sudamericanos.
- Prórroga: Un mes adicional para convencer a los opositores internos.
- Reacción en Bruselas: Ursula von der Leyen admite «unas semanas más». Por su parte, António Costa minimiza el impacto: «No se pierde mucho tras 26 años».
Las voces de Polonia y Hungría se alzan en contra del pacto. Otros países como Austria, Países Bajos e Irlanda también muestran reservas. Mientras tanto, tanto España como Alemania consideran este retraso como un duro golpe. Lula, desde Brasil, presiona por un avance, pero el aplazamiento parece inevitable.
Al llegar a la cumbre, Meloni afirma estar dispuesta a firmar tan pronto como se den respuestas a los agricultores. Bruselas acepta esta condición. Una victoria clara para Roma.
Eurobonos en lugar de activos rusos
La UE decide no utilizar los 92.000 millones de euros correspondientes a fondos rusos congelados para ayudar a Ucrania. Tanto Meloni como Bélgica rechazan esta propuesta. El temor a posibles represalias por parte del Kremlin juega un papel decisivo.
- Fondos totales congelados: 210.000 millones de euros, principalmente gestionados por Euroclear, donde se encuentran 185.000 millones.
- Alternativa italiana: Propuesta de emisión de eurobonos por un total de 90.000 millones hasta 2027. Ucrania solo reembolsará si Rusia paga indemnizaciones.
- Países excluidos del acuerdo: Entre ellos figuran Hungría, República Checa, y Eslovaquia.
El rechazo es liderado por Bart De Wever, representante belga. Desde Italia surge preocupación por bancos como UniCredit, que tienen vínculos con Rusia. Además, países como Austria, Bulgaria, y otros piden «soluciones alternativas». En Francia hay dudas debido a sus 18.000 millones invertidos en activos rusos.
En el Kremlin, la noticia es recibida con satisfacción; Putin califica de «robo» al plan que ha sido desechado. Rusia está demandando a Euroclear por 230.000 millones de dólares. La UE decide congelar los fondos indefinidamente sin llegar a tocarlos directamente.
Con esta decisión, Meloni evita riesgos legales innecesarios. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, considera este préstamo como una «decisión urgente». En este contexto, también destaca el apoyo moral y legal que brinda el presidente español, Pedro Sánchez, a Kiev.
| Aspecto | Plan inicial (descartado) | Solución final (eurobonos) |
|---|---|---|
| Fuente de fondos | Activos rusos congelados (92.000 M€) | Deuda conjunta UE (90.000 M€) |
| Riesgos | Represalias rusas, demandas | Bajo riesgo, respaldado por presupuesto UE |
| Países opositores | Bélgica, Italia, Hungría | Ninguno (Hungría, Chequia y Eslovaquia excluidos) |
| Reembolso | Por Rusia vía activos | Ucrania solo si Rusia paga |
Mano dura con la inmigración
La primera ministra italiana revive su plan sobre deportaciones hacia terceros países y Bruselas apoya la creación de centros en Albania. Italia prevé reabrir Gjadër en marzo de 2026.
Se ha alcanzado un acuerdo provisional entre el Parlamento y el Consejo que facilita este camino tras haber sido frenado anteriormente por los tribunales italianos. Ahora es momento para que Meloni retome la iniciativa.
Italia asume el liderazgo junto a Francia en una coalición contra el narcotráfico vinculado a la migración irregular. Su política restrictiva gana adeptos durante la cumbre.
Liderazgo reforzado de Meloni
Con estas tres victorias en Bruselas al cierre del año 2025, Giorgia Meloni consolida su posición ante líderes como Macron o Pedro Sánchez. Su enfoque pragmático le permite conciliar posturas diversas entre sus socios.
- En cuanto al apoyo interno: La coalición permanece unida pese a las tensiones con la Liga prorrusa mientras se vislumbran elecciones para 2027.
- Respecto a su visión externa: Reconoce estrategias inspiradas en Trump indicando que Europa debe aprender a defenderse sola; Buenos días Europa.
- En cuanto a economía: Propicia gobiernos estables que favorecen los mercados.
Fratelli d’Italia lidera las encuestas sin mostrar signos visibles de desgaste. A pesar de navegar entre divisiones —pro-Ucrania pero cautelosa ante riesgos— Italia sigue siendo vulnerable frente a la energía rusa; esto explica su reticencia actual.
Los opositores como España enfrentan las consecuencias del aplazamiento del acuerdo Mercosur mientras que Alemania ve cómo se posterga su libre comercio. En este sentido, Meloni marca agenda.
Antecedentes y evolución posible
Las negociaciones sobre Mercosur han encallado debido a protestas agrarias mientras Ucrania clama por fondos ante una posible falta inminente para 2026. La situación migratoria ha tensado las fronteras desde 2022.
De cara al año 2026:
- Se podría firmar Mercosur en enero si las salvaguardias convencen finalmente.
- Los eurobonos fluirán aunque Rusia probablemente contraataque judicialmente.
- Albania acelerará las deportaciones convirtiéndose en modelo para otras naciones europeas .
Trump presiona para que Europa asuma más responsabilidad en defensa . Por su parte, Meloni se posiciona como aliada suya y amplía su margen dentro del escenario europeo fragmentado.
Tanto Von der Leyen como Costa ajustan sus ritmos ante Roma; así pues, Meloni no solo logra sobrevivir sino que también impone su voluntad sobre Europa que escucha atentamente lo que Italia tiene que decir más que nunca.
El tablero geopolítico está cambiando rápidamente; ahora es Bruselas quien sigue el compás dictado desde Roma hacia un prometedor 2026.
