No más Mentiras

Antonio García Fuentes

El virus chino y el mono humano

El virus chino y el mono humano

Y he denominado así, simplemente porque el virus que nos invade “nace en China”; y a nosotros los “monos humanos”, nos clasificaron como, “el primero de los primates”; por tanto me atengo a la verdad de los hechos y no ofendo a nadie.

Por lo que sea y que no entiendo; todos “los jefes de los monos”; han emprendido la marcha “del miedo”; y con ello quieren, “no sabemos qué”, obtener del resto de monos; muchos de ellos ya tan “empapados en miedos y terrores”, que supongo a algunos, paralizados ya, o a punto de ello; por lo que hoy escribo de forma en que creo puedo aportar algo de paz y tranquilidad, a todos, incluso a esos, “poderosos jefes de monos”, que considero (pobreticos) impotentes y metidos, “en camisa de once varas y la que por tanto, políticamente les llega tan ancha, que ya no saben qué hacer, en el berenjenal en que nos han metido; hechos que supongo, nunca vamos a saber los verdaderos orígenes e intenciones de los mismos, puesto que pueden ser humanos o incluso no humanos y por fuerzas que no llegamos a entender; y por cuanto, ese maldito virus, va invadiendo a todo el mundo, salvo (quizá) en las escasas zonas donde lo hoy privilegiados monos humanos, selváticos, viven en sus selvas, cazando o recolectando, como dicen que empezamos hace mucho tiempo el resto de monos”.
En esta parte, o sea, “en las otras selvas”; hoy tiene miedo, desde el que no sabe cómo va a comer mañana, hasta el que, “a pie o dentro de sus palacios, sus lujosísimos yates, sus escoltas y sirvientes; igualmente teme la invasión del virus, puesto que ni tiene idea de dónde o por dónde le puede invadir sus pulmones y acabar con él”. O sea que la verdadera y triste “igualdad que pretenden los políticos, la tienen y tenemos encima, y desgraciadamente producida por un infinitesimal agente, denominado virus”.
Lo posiblemente interesante de estas experiencias que estamos viviendo en menos de cien días, es el que aprenderemos o aprenderán, muchos que sin miedos se dediquen a pensar (ver en mi Web “Reflexiones de un nada”) en que en la vida, no son necesarias, “tantas ambiciones o avaricias como soportan muchos que se creen grandes”; que la vida es mucho más llevadera y natural. “Y al decir ello me acuerdo de las selvas y salvajes arriba mentados y que estarán viviendo mucho más felices que el resto de tribus, de monos humanos, hacinados en hormigueros enormes y por tanto, nocivos por demás”; pero en fin, “ese se nos ha dicho que es el progreso”.
Por todo ello, me referiré hoy y como tantas veces ya he hecho, a esos sabios (estoicos muchos de ellos) que antes y después de Cristo (que también nos legó un sermón (“El del Monte”) del que poco se habla; y menos se practica) y que nos indicaron, normas de conducta individual, que habría que enseñar en todo centro de enseñanza, desde el parvulario hasta el más alto y encopetado centro universitario; y en el que tratan de enseñar, de cómo se van a sembrar tomates, en por ejemplo… Marte”.

“No te preocupes del ayer, si ya pasó y no volverá; no te preocupes del mañana; ¿sabes si lo vas a vivir? Preocúpate del hoy, vive hoy lo mejor que puedas, pero de forma que sin hacer nada mal a nadie, ni a nada vivo, ni incluso a la tierra que te dio la vida; vayas a dormir esta noche y lo hagas tranquilo y de tal forma, que tu alma no te recrimine nada; y espera a mañana que normalmente vivirás otro día, y así hasta que te llegue la muerte”. Por tanto haz bien todo lo que dependa de ti; y si los dioses te envían algo del cielo; si es bueno, ve al templo y dale las gracias, y si es malo… “no te quejes, puesto que por lo que sea, te lo envían a ti, no a tu hermano, tu hijo, padre, madre, vecino o amigo… hazte fuerte y ponle la espalda; resístelo con paciencia, puesto que si te rebelas, lo único que vas a sentir, es mucho más dolor innecesario. La Biblia ya nos dice algo con el paciente Job”.

No temas a la muerte, puesto que cuando mueras, no pierdes nada más que el momento de la vida que vives, por tanto lo mismo pierde el viejo que el joven, o niño, que pierden ese momento, puesto que no pierden ni siquiera el día completo; y recuerda que los dioses, se los llevan, o nos llevan jóvenes a los privilegiados, que así los libran de una larga vida de padecimientos; y ten fe, que no se muere, se pasa a otra vida (lo decía Pitágoras) por tanto, reitero; vive el día lo mejor que sepas y puedas… y no te preocupes de nada más. Amén.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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