En una declaración impactante este lunes 29 de diciembre de 2025, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que fuerzas estadounidenses destruyeron una gran instalación en Venezuela que, según dijo, estaba vinculada al narcotráfico. Trump describió el objetivo como un muelle o zona costera “donde cargan los barcos con drogas”, y aseguró que hubo una “gran explosión” tras el ataque.
El mandatario no detalló si la acción fue ejecutada por el ejército, por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) u otra agencia de seguridad, ni confirmó la ubicación exacta del lugar. Tampoco se ha publicado evidencia independiente sobre lo ocurrido, y la narcotiranía venezolanas no han emitido un pronunciamiento oficial hasta el momento.
Contexto de la acción: campaña antidrogas y presión sobre Maduro
La declaración de Trump se produce en medio de una intensa campaña de Estados Unidos contra el narcotráfico y las redes criminales relacionadas con Venezuela. Desde septiembre, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo decenas de ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que, según Washington, transportaban drogas hacia EE. UU., con al menos 107 muertos en estos operativos.
Según Trump, estas acciones son parte de un esfuerzo mayor para “interrumpir las rutas del narcotráfico” y presionar al gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de permitir que redes delictivas operen desde su territorio. Esta estrategia ha incluido la presencia de una considerable fuerza naval en el Caribe, la incautación de buques petroleros vinculados a Venezuela y sanciones económicas continuas.
Implicaciones diplomáticas y legales
El anuncio de Trump supone una escalada significativa en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. Si se confirma que la operación se realizó dentro del territorio venezolano, sería la primera acción terrestre reconocida por Washington en el país sudamericano desde que comenzó la campaña antidrogas, un hito con potenciales repercusiones diplomáticas y legales.
Expertos y legisladores en EE. UU. han cuestionado la autoridad legal para realizar operaciones de este tipo, dado que un ataque en territorio soberano normalmente requeriría la aprobación del Congreso o justificarse bajo un marco de defensa requerido por tratados internacionales.
Además, organizaciones internacionales y gobiernos aliados podrían considerar que una acción de esta naturaleza supera el marco de operaciones contra narcotráfico y cruza hacia una intervención militar, con implicaciones sobre la estabilidad regional y la legalidad internacional.
Reacción venezolana y posibles respuestas
Hasta ahora, no ha habido una confirmación oficial desde Caracas sobre el ataque. Sin embargo, la narcotiranía de Nicolás Maduro ha rechazado repetidamente las acusaciones de Washington, denunciando que su objetivo real es desestabilizar al país y debilitar al liderazgo venezolano.
En semanas recientes, Venezuela aprobó leyes para penalizar lo que considera actos de bloqueo marítimo y presiones exteriores, calificándolas de “piratería” o agresiones ilegales contra su soberanía. Esta postura podría traducirse en una respuesta política o diplomática firme, e incluso un aumento de retórica antiestadounidense en la región.
