El Gobierno sigue firme en su negativa a retirar la reforma laboral, pero eso no significa que no esté abierto a modificaciones sustanciales.Cambios de calado que permitan dar satisfacción a las demandas de las centrales sindicales, incluso en los temas claves del despido objetivo, a través del desarrollo reglamentario de la Ley aprobada en el Congreso …
Lea el artículo completo en www.eleconomista.es