A principios de abril, nada más disputarse la primera carrera del Mundial de fórmula 1, Flavio Briatore aconsejó a Ferrari que se olvidara de la mejora del prototipo con el que compite este año y se centrara en el del que viene. La diferencia de rendimiento entre el 150º Italia que en Australia pilotaron Fernando Alonso y Felipe Massa y el Red Bull RB7 de Mark Webber y Sebastian Vettel (se adjudicó la pole y ganó la prueba con tremenda suficiencia) se cifró en un segundo y medio por vuelta, un lastre que, a criterio de Briatore, era ya insalvable por más que el campeonato acabara de empezar …
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