LA VICEPRESIDENTA MANTUVO CONTACTO CON EL EXMINISTRO PESE A SU CAÍDA EN DESGRACIA

El mensaje de cariño de Montero a Ábalos que revela su estrecha relación tras la purga: «Te tengo en mi alma»

Los chats entre la vicepresidenta y el exministro destapan una relación de confianza que sobrevivió a la destitución fulminante ordenada por Sánchez

José Luis Ábalos y María Jesús Montero.

La relación entre María Jesús Montero, actual vicepresidenta del Gobierno, y José Luis Ábalos, exministro de Transportes, ha quedado al descubierto tras revelarse mensajes privados que ambos intercambiaron después de la fulminante destitución de este último en julio de 2021. El más llamativo, un «Te tengo en mi alma» que Montero envió a Ábalos un año después de su cese, demuestra que la amistad entre ambos dirigentes socialistas sobrevivió a la purga ordenada por Pedro Sánchez.

Una amistad que sobrevivió a la caída en desgracia

La destitución de José Luis Ábalos en julio de 2021 supuso uno de los momentos más tensos en el Gobierno de Pedro Sánchez. Según han revelado distintas fuentes, el presidente comunicó su decisión con una frialdad inusitada: «Hemos recorrido un largo viaje juntos y este viaje ya terminó. No cuento contigo para la nueva etapa». Cuando Ábalos pidió explicaciones, Sánchez se limitó a responder: «No puedo darte ningún motivo», dejando al entonces ministro y secretario de Organización del PSOE en una situación de desconcierto total.

La caída de Ábalos provocó un auténtico terremoto en el seno del Gobierno y del partido. Según fuentes cercanas, María Jesús Montero quedó «destrozada» tras conocer la destitución de quien consideraba no solo un compañero de gabinete, sino un amigo personal. Esta reacción evidencia la estrecha relación que ambos mantenían, algo que los mensajes ahora revelados confirman plenamente.

Los mensajes que destapan la verdadera relación

Los chats entre Montero y Ábalos revelan una confianza mutua que iba más allá de lo institucional. En plena gestión de la pandemia, concretamente el 27 de octubre de 2020, Montero escribió a Ábalos: «Tu ministerio y Hacienda nos sentimos equipo», evidenciando la sintonía entre ambos departamentos en un momento crucial para el Ejecutivo.

Pero quizás el mensaje más revelador es el que Montero envió a Ábalos un año después de su destitución, con un emotivo «Te tengo en mi alma» que demuestra que la relación personal sobrevivió a la crisis política. Este gesto contrasta con el distanciamiento oficial que el PSOE mantuvo con el exministro tras su salida del Gobierno.

En otros mensajes, la actual vicepresidenta se refería a Ábalos como «nuestro tronco», una expresión coloquial que denota cercanía y confianza. Estos intercambios evidencian que, mientras oficialmente el partido marcaba distancias con el exministro, en privado algunos altos cargos como Montero mantenían el contacto y le expresaban su apoyo.

El contexto: la trama de las mascarillas

La relación entre Montero y Ábalos cobra especial relevancia en el contexto actual, con el caso Koldo y la investigación sobre presuntas irregularidades en la compra de material sanitario durante la pandemia. Según las investigaciones, el Ministerio de Transportes otorgó contratos por valor de 12,5 millones de euros a la empresa Soluciones de Gestión SL para la adquisición de 13 millones de mascarillas.

El empresario Víctor de Aldama declaró el 21 de noviembre de 2024 que pagó sobornos a varios altos cargos, entre ellos Koldo García (200.000 euros) y el propio Ábalos (400.000 euros). Estas acusaciones han puesto en el punto de mira la gestión de los contratos públicos durante la pandemia y han salpicado a varios dirigentes socialistas.

La doble vara de medir que denuncia Ábalos

Uno de los aspectos que más ha indignado a Ábalos es lo que considera un trato discriminatorio respecto a otros casos que afectan al entorno del presidente. Según fuentes consultadas, el exministro «siente malestar por el trato diferenciado que ha recibido en comparación con Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, y David Sánchez, hermano del jefe del Ejecutivo, también investigados por la Justicia».

Mientras Begoña Gómez, a pesar de estar imputada, fue invitada al 41º Congreso Federal del PSOE en Sevilla, donde recibió un caluroso recibimiento, Ábalos no solo no fue invitado, sino que se le comunicó su expediente de expulsión del partido justo antes de dicho congreso. Esta diferencia de trato ha aumentado el distanciamiento entre el exministro y la dirección del partido.

La reconciliación fallida con Sánchez

Los mensajes entre Sánchez y Ábalos también revelan intentos de reconciliación tras la ruptura. El 6 de noviembre de 2021, meses después de la destitución, el presidente escribió a su exministro: «Te escribo para trasladarte mi solidaridad ante los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios».

La relación pareció mejorar a finales de julio de 2022, cuando tras un mensaje de Ábalos, Sánchez respondió con una confesión personal: «La verdad es que he echado de menos muchas veces trabajar contigo. Siempre he valorado mucho tu criterio político. También tu amistad. En fin. Te mando un abrazo». Sin embargo, esta aparente reconciliación no se tradujo en un regreso de Ábalos a primera línea política.

La amenaza latente: los discos duros de Ábalos

Un elemento que añade tensión a esta historia es la supuesta existencia de documentación comprometedora en poder de Ábalos. Según diversas fuentes, el exministro conservaría «todos los chats con su jefe desde 2017», material que podría contener información sensible sobre asuntos de partido y cuestiones de Estado.

En octubre de 2024 se reveló la existencia de dos discos duros en poder de la Unidad Central Operativa (UCO) que contendrían esta información. La posibilidad de que estos mensajes salgan a la luz supone una amenaza latente para el Gobierno, especialmente en un momento de alta tensión política.

El expediente de expulsión sin resolver

A pesar del tiempo transcurrido, el expediente de expulsión de Ábalos del PSOE sigue sin resolución definitiva. Según confirmó el 13 de mayo de 2025 la portavoz socialista en Ferraz, Esther Peña, el proceso interno continúa abierto y no hay fechas previstas para que concluya. Esta situación mantiene a Ábalos en un limbo político, ni dentro ni completamente fuera del partido al que dedicó gran parte de su vida política.

El propio Ábalos solicitó su readmisión como militante del PSOE, lo que evidencia su deseo de normalizar su situación en el partido. Sin embargo, la dirección socialista parece reacia a facilitar este regreso, especialmente mientras continúen las investigaciones judiciales sobre la trama de las mascarillas.

Un mensaje que complica la estrategia del PSOE

El «Te tengo en mi alma» de Montero a Ábalos complica la estrategia del PSOE de distanciarse del exministro tras el estallido del caso Koldo. Este mensaje, enviado cuando ya Ábalos había sido apartado del Gobierno, demuestra que al menos algunos miembros destacados del Ejecutivo mantenían una relación cordial con él, lo que contrasta con el discurso oficial del partido.

La revelación de estos mensajes llega en un momento especialmente delicado para el Gobierno, con varios frentes judiciales abiertos que afectan tanto a exaltos cargos como al entorno familiar del presidente. Según publicaba ‘El País‘ a finales de 2024, «el frente judicial que abarca desde el caso Ábalos a las investigaciones abiertas a la esposa y el hermano del presidente» será uno de los principales retos que el Gobierno afrontará en 2025.

La situación se complica aún más con la declaración de Ábalos ante la justicia, que generó «máxima expectación» tras la suspensión de su inmunidad en el Congreso. La pregunta que muchos se hacen es si el exministro actuará como «cortafuegos» del PSOE o si, por el contrario, sus declaraciones podrían implicar a más altos cargos del partido y del Gobierno.

El factor Begoña Gómez en la ecuación

Otro elemento que añade complejidad a esta historia es la situación judicial de Begoña Gómez, esposa del presidente. Según el informe entregado por la UCO el 9 de abril de 2025, habría actuado como «intermediaria tras una llamada con Javier Hidalgo«, CEO de Globalia. Este informe documenta también «encuentros secretos y el alojamiento de Ábalos en un chalet en Marbella«.

La implicación de Begoña Gómez en la investigación ha provocado situaciones insólitas, como la carta que Pedro Sánchez dirigió a la ciudadanía anunciando un período de reflexión sobre su continuidad al frente del Gobierno. Según recogía ‘El Español‘, «el presidente del Gobierno se encerró cinco días a reflexionar» tras conocerse la imputación de su esposa.

Este episodio, que mantuvo en vilo a la política española, evidencia el impacto que las investigaciones judiciales están teniendo en la estabilidad del Gobierno y explica, en parte, la estrategia de distanciamiento respecto a figuras como Ábalos, que podrían complicar aún más la situación.

Un caso que sigue creciendo

La investigación sobre la trama de las mascarillas sigue aportando nuevos detalles que complican la situación para el Gobierno. El empresario Víctor de Aldama no solo acusó a Ábalos y Koldo García de recibir sobornos, sino que también afirmó que «Sánchez quiso conocerle y que participó en reuniones con miembros del Gobierno y con su esposa».

Estas acusaciones, junto con los mensajes ahora revelados, dibujan un panorama complejo para el PSOE, que deberá gestionar las consecuencias políticas y judiciales de un caso que parece lejos de cerrarse. La relación entre Montero y Ábalos, evidenciada en ese «Te tengo en mi alma», es solo una pieza más de un puzle que sigue completándose.

Datos curiosos sobre la relación Montero-Ábalos

La relación entre María Jesús Montero y José Luis Ábalos se forjó especialmente durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Montero llegó a calificar estos presupuestos como «imprescindibles para la reconstrucción del país» tras la pandemia.

Un detalle poco conocido es que Ábalos sigue manteniendo su escaño en el Congreso como diputado del Grupo Mixto, desde donde ha votado en ocasiones alineado con el Gobierno. En una anécdota reveladora, cuando el portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, le llamó para pedirle su voto en una votación crucial, Ábalos respondió: «Votaré que sí solo porque me has llamado», quejándose de que el PSOE solo le contactaba a través de la secretaria del grupo parlamentario.

Esta situación refleja la compleja posición de un político que pasó de ser uno de los hombres fuertes del partido y del Gobierno a convertirse en una figura incómoda, pero que mantiene relaciones personales con figuras clave como María Jesús Montero, cuyo mensaje «Te tengo en mi alma» evidencia que, más allá de las estrategias políticas, los vínculos personales a veces sobreviven a las crisis más profundas.

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