La decapotación de Antonio Hernández, hasta hace poco una figura casi desconocida para el gran público, revela el nerviosismo que se apodera de La Moncloa y Ferraz.
Este hombre, que ocupaba el puesto de ‘número dos’ de Francisco Salazar y que figuraba en las denuncias internas como supuesto “encubridor” de sus fechorías sexuales machistas, se ha convertido en la última víctima política de un PSOE que busca frenar la hemorragia reputacional generada por el caso Salazar.
Curioso del defenestrado es su condición de masón.
En una entrevista en febrero de 2022, cuando ya trabajaba junto a Pedro Sánchez en la Moncloa, el desahogado Hernández desveló ser Venerable Maestro de la Masonería.
Según explicó, en 2005 ingresó en la Logia Obreros de Hiram, de Sevilla, porque sintió que le faltaba «algo«.
«Me había informado en Internet sobre la masonería. Había dos logias en Sevilla, y una no admitía entonces a mujeres, por lo que elegí la otra, la Logia Obreros de Hiram».
Antonio Hernández Espinal.
Cargo: Jefe de la Unidad de Estrategia en el Gabinete de Presidencia del Gobierno (asesor de Pedro Sánchez).
Condición Masónica: Maestro Masón y ex Venerable Maestro.
Miembro de la Logia Obreros de Hiram (Sevilla) pic.twitter.com/xBU88RkPU4— քǟզʊɨ✟օ✋🏼🇪🇸 (@PaquitoPresas) November 17, 2025
En cuestión de horas, el masón Hernández ha pasado de gestionar la planificación política del Gobierno y los datos internos del partido en Andalucía a quedar fuera de ambos centros de poder.
Sánchez lo cesa en Moncloa, mientras que María Jesús Montero lo expulsa de la Ejecutiva andaluza.
Todo ello bajo una única premisa: era necesario enviar un mensaje de “contundencia” antes de que la indignación interna y el desgaste externo se convirtieran en algo incontrolable.
🔴 Sánchez dice que no quiere judicializar el caso Salazar.
Las estafa feminista al descubierto. 🤦🏻 pic.twitter.com/AZxZs9LBmK— Gabriel Araújo (@GabrielAraujoES) December 7, 2025
Del motor político de Moncloa al despido repentino
Hasta este domingo, Antonio Hernández ocupaba el puesto de director del Departamento de Coordinación (o Planificación) Política del Gabinete de la Presidencia, un cargo clave dentro del engranaje de La Moncloa, encargado de alinear estrategia, relato y toma de decisiones del Ejecutivo.
Fuentes gubernamentales han confirmado que el Consejo de Ministros formalizará su cese en la próxima reunión, aunque la decisión ya se ha tomado y comunicado: Sánchez prescinde así de su hombre en el departamento responsable de coordinar la estrategia política del Gobierno.
Este cese se presenta como “acordado y compartido” entre Moncloa y Hernández, quien habría indicado que su situación era “insostenible” tras ser mencionado en las denuncias como alguien que habría protegido a Salazar.
Las denunciantes le atribuyen un rol muy específico:
- Lo identifican como “cómplice” y “encubridor” del comportamiento de Salazar.
- Describen una actitud similar a la del “gaslighting”, minimizando los hechos y deslegitimando las percepciones de las víctimas para que no interpretaran las conductas del exasesor como acoso, sino como parte del “precio” por estar cerca del núcleo del poder.
- Le atribuyen haber contribuido a que Salazar mantuviera una posición de impunidad dentro del aparato gubernamental y partidario.
Hernández niega todas las acusaciones pero acepta apartarse “por el bien del Gobierno”, según se ha difundido desde el Ejecutivo.
La narrativa oficial sostiene que, una vez Moncloa conoció los hechos a través de los medios y las denuncias internas, se actuó “con inmediatez y contundencia”. Sin embargo, esta rápida reacción contrasta con los meses perdidos en la tramitación de las denuncias internas contra Salazar, un hecho que Sánchez ha reconocido como un grave error en la gestión del asunto.
#Horizonte
🚨🚨🚨Atentos a lo que dice Carlos Cuesta @carloscuestaLD en #Horizonte:
"Paco Salazar tiene toda la información de cómo se consiguió aquel dinero para las primarias de Pedro Sánchez. Le tienen más miedo que un nublao. Como no lo protejan van a tener un problema".👇👇 pic.twitter.com/mkdTpdbgn2— Julia S (@JuliaSse900) December 5, 2025
El otro cese: Montero limpia la Ejecutiva del PSOE andaluz
Este movimiento no se limita solo al ámbito gubernamental. Casi simultáneamente, la vicepresidenta primera y líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero, ha decidido expulsar a Antonio Hernández de la Comisión Ejecutiva Regional, donde ocupaba la Secretaría de Datos, Análisis y Prospectiva.
En términos prácticos, esto implica que:
- Pierde el control sobre el aparato electoral y analítico del PSOE-A.
- Montero se ve obligada a hacer una remodelación significativa en su núcleo duro andaluz menos de un año después haberlo conformado, justo cuando aspira a competir por la Presidencia de la Junta en el próximo ciclo electoral.
- El caso Salazar no solo afecta a Moncloa; también se convierte en un problema estructural territorialmente sensible para una federación tan crucial como Andalucía.
Es importante señalar que Hernández era responsable uno de los ámbitos más relevantes hoy día para los partidos políticos: el área dedicada a los datos y análisis, con capacidad para influir considerablemente en campañas electorales, discursos y diseño comunicacional. La vicepresidenta ahora deberá recomponer ese engranaje justo en medio esta tormenta política.
Mientras tanto, otros líderes andaluces cercanos a Salazar siguen ocupando sus puestos en dirección regional, lo cual anticipa tensiones internas sobre hasta dónde debe llegar este proceso depurativo.
La acusación de “encubridor” y el relato feminista gubernamental
Lo más delicado en este episodio no es solo la destitución un alto cargo; es también la profunda acusación política subyacente: las denunciantes sostienen que Hernández no fue un mero testigo pasivo, sino un actor activo en la protección a Salazar.
En un contexto donde el Gobierno encabezado por Sánchez ha adoptado como bandera política principal la lucha contra la violencia machista y el acoso sexual, tener a un responsable del área de Planificación Política señalándose como “encubridor” es un golpe simbólico significativo. Más aún cuando las denuncias internas contra Salazar permanecieron durante meses sin ser tramitadas; incluso el presidente ha tenido que reconocer públicamente ese error organizativo dentro del partido.
Desde dentro del PSOE, esta secuencia política alimenta una sensación generalizada:
- Primero cae Salazar, figura clave dentro del poder sanchista.
- Luego se señala a su círculo cercano inmediato, con Hernández como blanco principal.
- Finalmente, tanto Moncloa como Ferraz intentan cerrar filas con ceses drásticos y un discurso sobre “tolerancia cero”, aunque este llega tarde para muchos militantes e incluso para parte significativa dela opinión pública.
La imagen resultante es la de un partido obligado a reaccionar más por presión mediática que por procedimientos internos efectivos. Un patrón inquietante que deja a Sánchez vulnerable ante acusaciones sobre su gestión centrada más en los titulares diarios que en salvaguardar mecanismos internos destinados a proteger a quienes han denunciado.
Una Moncloa afectada en su “sala técnica”
El puesto dejado por Hernández no es precisamente irrelevante. El Departamento de Coordinación o Planificación Política desempeña funciones esenciales donde se:
- Evalúa el clima político y social actual.
- Se preparan estrategias gubernamentales.
- Se conectan prioridades desde Moncloa con acciones ministeriales y organización partidaria.
La marcha repentina de alguien tan vinculado al entorno directo de Salazar obliga ahora a reestructurar equipos, canales comunicacionales y jerarquías internas justo cuando el Ejecutivo enfrenta:
- Un desgaste acumulado debido a casos internos y polémicas administrativas.
- La necesidad urgente mantener cohesionada su mayoría parlamentaria.
- El desafío constante por sostener un discurso firme sobre igualdad y lucha contra actitudes machistas.
Además, resulta relevante mencionar que Hernández poseía una imagen construida como experto en campañas políticas; sin embargo, su titulación oficial publicada apenas corresponde a un título FP como Técnico Especialista en Publicidad, lo cual ya había suscitado cierto malestar entre técnicos profesionales cercanos al entorno monclovita. Muchos consideran su ascenso otro ejemplo más donde priman conexiones orgánicas por encima del mérito académico real.
La dimensión andaluza: Montero ante nuevos retos
En cuanto al caso andaluz, tiene sus propias particularidades. La expulsión Hernández obliga ahora a María Jesús Montero mover piezas estratégicas dentro un tablero donde aspira consolidarse frente al potente adversario representado por el PP andaluz. Perder al responsable directo área vital durante este escándalo complica notablemente sus planes futuros.,,,
La situación deja varias preguntas sin respuesta:
- ¿Hasta dónde llegará esta depuración dentro estructura andaluza vinculada al círculo cercano a Salazar?
- ¿Cómo influirá esta crisis sobre discurso regenerativo trasparente que intenta proyectar Montero?
- ¿Qué repercusiones tendrá para moral interna ya debilitada tras resultados electorales difíciles previos?
Por otro lado, este caso refuerza una percepción creciente entre cuadros intermedios: parece claro que los equilibrios internos han pesado más que protocolos destinados proteger frente acoso hasta ahora ignorados hasta presiones mediáticas obligaron reacción.
Lo que sigue: más interrogantes que respuestas
El cese Hernández e su salida Ejecutiva andaluza concluye una fase pero abre otra donde crucial será si denunciantes llevan caso ante Fiscalía tal cual ofreció públicamente Sánchez.,, En tal caso foco pasará terreno interno mediático hacia ámbito judicial con consecuencias imprevisibles tanto para Gobierno como para partido.
Además quedan cuestiones fundamentales aún sin resolver:
- ¿Por qué las denuncias internas contra Salazar permanecieron durante meses sin avanzar adecuadamente?,
- ¿Qué responsabilidad política se asumirá más allá ceses individuales?
- ¿Cómo reforzarán protocolos internos para prevenir repetición casos similares?
Mientras PSOE intenta rehacer narrativa pública hay quienes comentan con ironía amarga dentro pasillos monclovitas acerca cómo departamento planificación no había anticipado propia implosión. Y entre mentideros andaluces resuena recordatorio: muchas veces problema no reside solo datos sino quién decide qué hacer con ellos. Porque aquí más allá cifras estamos hablando silencios; esos siempre acaban pasando factura en política.
