Lo que faltaba.
La vivienda de José Luis Rodríguez Zapatero en el lujoso barrio de Valdemarín (Madrid) fue el escenario de cinco reuniones significativas entre septiembre y diciembre de 2023.
En estos encuentros se discutieron las transferencias de dinero del rescate público a Plus Ultra, la aerolínea con un fuerte capital venezolano, hacia el régimen chavista.
El chalet de dos plantas fue la residencia principal de Zapatero hasta principios de 2025, cuando se mudo a una mansión en la urbanización Monte Rozas, en Las Rozas de Madrid.
La casa en cuestión está ubicada en la calle Níscalo, en la zona de Aravaca, coloquialmente conocida como el Beverly Hill madrileño.
La Policía Nacional, bajo la supervisión de la Fiscalía Anticorrupción, está investigando si los 53 millones de euros aportados por el Gobierno de Pedro Sánchez fueron desviados mediante sociedades interpuestas para fines oscuros, posiblemente vinculados a Venezuela.
El periodista Alejandro Entrambasaguas, responsable de investigación en ‘El Debate’, detalla en sus reportajes cómo Zapatero actuaba como un punto neurálgico en una red de contactos discretos.
Primero, el expresidente se encontraba con Julio Martínez, un empresario detenido por blanqueo de capitales y figura clave en esta trama, en un camino apartado del monte de El Pardo, una zona sin cobertura telefónica administrada por Patrimonio Nacional.
Allí definían estrategias. Posteriormente, Martínez se reunía con Julio Martínez Sola, presidente de Plus Ultra, en restaurantes de la zona como La Máquina. Finalmente, regresaba a la casa de Aravaca para informar a Zapatero y ajustar los pasos a seguir. Este método evitaba que hubiera contacto directo entre el exmandatario y los altos cargos de la aerolínea, manteniendo a Martínez como un intermediario constante.
Los investigadores han señalado que el último encuentro fue especialmente tenso.
En esta ocasión, Zapatero transmitió una sensación de urgencia a Martínez, quien salió apresurado hacia su cita con el directivo de Plus Ultra vestido con ropa deportiva.
Al regresar a Aravaca, lo hizo eufórico, lo que indica la gravedad del acuerdo alcanzado. Además, se llevó a cabo un sexto encuentro en el restaurante Sushi 99, cercano al Paseo de la Castellana, con más asistentes presentes. Todos estos encuentros estaban blindados gracias al uso constante de móviles prepago que cambiaba frecuentemente Martínez, y que Zapatero empleaba únicamente para comunicarse con él, minimizando así cualquier rastro.

Antecedentes sobre Plus Ultra y el papel de Zapatero
El rescate financiero destinado a Plus Ultra fue aprobado en 2021 por el Consejo de Ministros, con defensa pública por parte de María Jesús Montero. La aerolínea, cuyos accionistas están relacionados con el chavismo, recibió una inyección económica de 53 millones para presuntamente recuperarse tras los estragos causados por la pandemia. Sin embargo, tanto la UDEF como la UCO de la Guardia Civil sospechan que hubo blanqueo: parte del dinero podría haber sido destinado a transferencias internacionales, ahora objeto de análisis durante el periodo exacto en que ocurrieron las reuniones en Aravaca.
Otro empresario implicado y detenido, Víctor de Aldama, ha declarado que fue presionado por Zapatero para que este intercediera ante José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, para facilitar el rescate. Aldama afirmó que aproximadamente unos 10 millones financiaron la actividad de la Internacional Socialista, presidida por Sánchez, donde también tiene un papel destacado el exmandatario. Previamente, este convocó a Aldama a Caracas, en un apartamento proporcionado por Nicolás Maduro, junto con Francisco Flores, sobrino del dictador condenado por narcotráfico en Estados Unidos debido al «caso Narcosobrinos»: transportaron alrededor de 800 kilos de cocaína utilizando aviones diplomáticos.
Se describe a Julio Martínez como un «fantasma» debido a su escasa presencia digital; es cliente también de la agencia Watefad, dirigida por las hijas del expresidente: Laura y Alba Rodríguez. Aunque él mismo ha calificado su relación como una «anécdota», Entrambasaguas ha documentado su reunión secreta en El Pardo apenas 72 horas antes del arresto de Martínez el 12 diciembre 2025. El empresario salió apresuradamente desde su ático en Salamanca portando una bolsa llena de documentos y fue recogido por un coche del Ministerio del Interior asignado al ex presidente. Allí revisaron papeles en un descampado vigilado, como si estuvieran siguiendo un guion propio del espionaje.
La inquietante pregunta es si Zapatero es realmente quien mueve los hilos detrás del actual Gobierno encabezado por Sánchez. Entrambasaguas anticipa más revelaciones: «Esto es solo la punta del iceberg», sugiriendo que podría haber un futuro judicial para el expresidente, ya sea como testigo o imputado.
