El presunto líder de SEGI Mikel Esquiroz Pérez, procesado por un delito de integración en organización terrorista, ha quedado en libertad bajo fianza de 25.000 euros y con comparecencias semanales tras valorar la Audiencia Nacional que el «entorno de localización permanente» con que cuenta garantiza su «sujeción a la causa» y disminuye el riesgo de que pueda fugarse y eludir la acción de la justicia.
Así consta en un auto dictado por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por el que se admite el recurso de apelación presentado por la defensa de Esquiroz contra un auto del juez Fernando Grande-Marlaska por el que confirmaba su ingreso en prisión, que se produjo el 27 de noviembre de 2009.
Esquiroz, supuesto líder de un ‘talde’ de SEGI que funcionaba en el barrio de Intxaurrondo (San Sebastián), fue detenido en la última operación llevada a cabo contra la cantera de ETA, que se produjo en noviembre de 2009 y se saldó con la detención de 35 personas. Grande-Marlaska encarceló a 31 de ellos al considerar que SEGI constituye «un tentáculo de ETA» que funciona a modo de «academia terrorista».
El tribunal, integrado por los magistrados Alfonso Guevara, Angeles Barreiro y Clara Bayarri, concede la libertad bajo fianza del procesado al entender que no existen datos que «destaquen un avance efectivo de la instrucción» y que el procesado dispone de «un entorno de localización permanente y, por ende, de sujeción a la causa».
LLAVE DEL ‘GAZTETXE’
No obstante, los magistrados de la Sección Tercera destacan que Esquiroz está imputado por un delito por el que podría ser condenado a entre seis y doce años de cárcel y que existen «indicios que planean sobre su presunta vinculación a SEGI», en referencia a que tenía las llaves de acceso a ‘gaztetxe’ (local de la juventud) y manejaba una cuenta corriente como apoderado de la asociación juvenil Ikasle Abertzaleak, desde la que formó parte de una candidatura al claustro de la Universidad de Navarra.
La defensa de Esquiroz reclamó su puesta en libertad apelando al «alargamiento de la instrucción sin que haya recaído auto de procesamiento» y en atención a «la edad del imputado» y a que cuenta con «domicilio estable, familia estructurada, realización de estudios que había compaginado con la prestación de trabajos por cuenta ajena, y disposición de las empresas para reanudar su vinculación».
Esta puesta en libertad se suma a la que el mismo tribunal decretó el pasado viernes, al imponer una fianza de 18.000 euros al presunto líder de SEGI en Zaramaga (Vitoria) Aitor Ligüerzana Ajuriaguerra.
