«La pobreza de bienes es fácilmente remediable, más la del alma es irreparable» Michel de Montaigne, filósofo, escritor y humanista francés
La psicostasis es la ceremonia que las antiguas civilizaciones milenarias realizaban para pesar las almas de los muertos a fin de enviarlas al paraíso o al infierno, dependiendo de que platillo de la balanza se inclinara más, si el de las buenas obras o el de las malas obras que el muerto hubiera realizado a lo largo de su vida.
Abogo porque a los políticos se les aplique la psicostasis una vez terminada cada legislatura. No una psicostasis del alma, esa se realizará una vez muertos y los encargados de pesar el alma, decidirán en función de como se inclina cada platillo de la balanza de almas. La psicostasis por la que yo abogo se ha de realizar sobre el cumplimiento de las promesas que hicieron a los ciudadanos antes de llegar al poder y de lo que realmente llegaron a realizar, de la corrupción en la que participaron, de las farsas, de las mentiras, de los plagios, de las hipocresías, de los robos, de la manipulación, de cómo dejan las cuentas del Estado, de las autonomías, de los ayuntamientos; del nepotismo, del mamoneo y la mamandurria a costa de los impuestos de los ciudadanos etc. etc. Por supuesto esta psicostasis se ha de aplicar a todos los políticos, desde el concejal del más pequeño pueblo de España hasta el presidente del gobierno. Será muy fácil llevar a cabo esta psicostasis, basta con disponer de una balanza con dos platillos, uno para las promesas cumplidas y los logros obtenidos para beneficio de España y los españoles y otro para las promesas incumplidas y los perjuicios que, derivados de su mala gestión, su codicia, su ambición, su nepotismo, su latrocinio, su egoísmo y su cobardía han perjudicado a España y a los españoles. Serían los jueces de la psicostasis los que sancionarían o premiarían la gestión que, durante los cuatro años de gobierno de cada legislatura, hayan realizado los políticos. La psicostasis sería beneficiosa para todos porque cada cuatro años los políticos tóxicos para el bienestar de España y los españoles, además de la sanción correspondiente, no volverían a gobernar nunca más, aunque su partido lo ganara todo. Lo que no puede ser es que un político que lo único que ha hecho a lo largo de su mandato ha sido enriquecerse y vivir de los privilegios de su cargo, y tras una gestión nefasta y ruinosa, se vaya de rositas dejando a España y a los españoles en una situación aún peor que la que él se encontró cuando arribó al cargo.
La psicostasis política debería de ser de obligado cumplimiento para todos los que se dedican o quieren dedicarse a la política, estoy seguro de que muchos de los que aspiran a un cargo político se lo pensarían antes. Ahora, y sabiéndose libres de cualquier tipo, no ya de sanción, ni siquiera de reproche; todo el mundo y bajo cientos de partidos que han irrumpido en esta España de nuestros pecados, aspiran a vivir de la política que no a prestar un servicio público a través de ella.