“Qué buen vasallo” cantaba el Cantar
“si oviesse buen Señor” lo remataba;
¡Y, vive Dios, que bien traído estaba!
Una España con poco que envidiar,
situación que sigue sin cambiar
pero, al menos, la gente se enteraba,
toda hasta los mismísimos estaba
de tener que, a esos golfos, soportar.
Tan golfos como entonces, los de ahora:
ladrones, sinvergüenzas, opresores,
una clase política traidora.
Bien pensado, estos tiempos son peores
pues demasiada gente colabora
¡tan feliz aplaudiendo a dictadores!
Si “oviesse buen vasallo”, de seguro,
el “Señor” lo tendría más que oscuro.
