Después del Gran Apagón
que esta panda de ignorantes
provocó con su manía
de darle a las renovables
más presencia que merecen
respecto a las nucleares,
lo siguiente que nos traen
como cabría esperarse
porque esta gente no para…
Y es que, hablando de pararse,
los trenes sin energía
para a la boca llevarse,
provocaron otra gorda:
ferroviario desastre;
fueron miles los viajeros
que se quedaron sin viaje;
atrapados muchas horas
sin el Ministro ocuparse
de recibieran ayuda.
¡Ni la mínima, prestarles!
Cada vez más angustiados
allí no apareció nadie
a sacarles del encierro
y les diera un poco el aire;
sin agua y sin alimentos,
antihigiénico aquelarre,
imaginen los Servicios
cuando las necesidades
de los pobres pasajeros
hasta arriba los llenasen.
En vista de aquel suplicio,
y de en tanta mierda ahogarse,
ya más mierda no cupiera
en retretes rebosantes
y no digamos el suelo
que en ella se resbalasen,
porque aquello fuera un río
más y más en desbordarse,
la suya la destinaran
en abundancia, a cagarse
aunque quede en intención,
en ciertos padres y madres;
en su rabia, de algo horrible
les hicieron responsables:
de haber traído a este mundo
mentecatos semejantes.
Aunque pobre fue el consuelo,
además de liberarles
los sus vientres de excrementos
a gusto también quedarse
después de poner perdidos
a esos padres, no sin base
pues que mejor a sus hijos
habrían podido educarles.
Sigamos con los prodigios
que son nuestros gobernantes.
Además de incompetentes
son, y no poco, implacables;
les importamos un bledo
tan sólo somos rentables
en sacarnos los dineros
y, los más necios, votarles.
Como siempre, en el engaño
viven, puesto que no cabe
que dijeran la verdad
puesto que iba a retratarles,
de momento han inventado
que fue todo un sabotaje.
Ellos, como de costumbre,
jamás, jamás son culpables;
cuando no es la ultraderecha
son las nubes o el paisaje;
Confían en que su gente
todo, todo, se lo trague;
y no les falta razón
pues, de razones, al margen
vegetan sus seguidores
sin que parezca importarles
que les lancen a destajo
promesas irrealizables
que resultan, por absurdas,
imposibles de dar cauce;
tanto, tanto incompetentes,
límite no hay que rebasen
sólo son buenos gestores,
no hay ahí quién los iguale,
de la miseria y el humo
pues que España está que arde
y en vez de apagar su fuego
soplan por que no se apague.
Les está saliendo el tiro
por la culata al mentarles
un sabotaje a los suyos
siempre en su afán de engañarles.
Cautivos son, que no tontos,
y como idiotas tratarles
es algo que dura un rato
y ya ha durado bastante
por lo que, en cualquier momento,
les diera por despertarse
iban a quedar ustedes
todos, con el culo al aire.
¿No se dan cuenta, insensatos
en qué jardín adentrarse
con un bulo que, increíble,
muchas pistas va a brindarles?
Buscarán saboteadores
¿y dónde van a encontrarles
sino en el mismo Gobierno
que no para de atacarles?
¡Si llevan saboteando
día tras día, farsantes,
Leyes todas y derechos
convivencia, libertades,
economía y progreso;
ahí sí son eficaces,
que, hacer algo positivo,
ni quieren, pueden, ni saben.
Todavía hay quién acusa
a este Gobierno de gafe
y no les faltan motivos:
lo que toca Pedro Sánchez
al momento se convierte
en material desechable.
Aunque es buena la intención,
han olvidado un detalle:
el gafe no actúa adrede
ni le alegra el mal que cause
pues que su mera presencia
atraiga calamidades;
éstos, todo lo contrario,
con el gafe no comparten
su ausencia de mala idea;
parece que disfrutasen
sabotajes perpetrando
los estamos viendo, ¡a pares!
Hasta no digamos ¡nones!
y en el banquillo lo paguen
seguirán erre que erre
seguirán dale que dale
pues que le han cogido el gusto
a en sabotajes cebarse.
¿Y cuál va a ser la siguiente
en que esta gente nos falle?
y otra más, y otra después,
se llevarán por delante
lo poco que va quedando
de esta España agonizante.
Que la tercera en la frente
vendrá más pronto que tarde
si es que alguno aún lo duda
es que no quiere enterarse.
Y una cuarta, y una quinta…
y así hasta que no les pare
la rebelión ciudadana
que, ya era hora, se plante
y civilizadamente
con su tiranía acabe
y den todos con sus huesos
por largo tiempo, en la cárcel.
No es probable que suceda
pero, soñar, es de balde.
