En pleno 2025, donde la tecnología doméstica avanza a pasos agigantados, siguen surgiendo trucos sencillos que pueden tener un impacto directo en nuestra economía diaria.
Uno de los más comentados últimamente es el conocido como “truco de la puerta de la lavadora”: dejar la puerta ligeramente abierta después de cada lavado.
Aunque suene trivial, este gesto tiene beneficios notables tanto para tu bolsillo como para la salud del electrodoméstico.
La explicación es sencilla: al dejar la puerta entreabierta, permites que el tambor y las gomas se ventilen y sequen correctamente. Así evitas que se acumule humedad, lo que dificulta la aparición de moho y malos olores.
Pero aquí viene lo interesante: una lavadora limpia y libre de residuos funciona mejor y consume menos energía, porque no tiene que “luchar” contra restos de suciedad o bacterias que pueden afectar el rendimiento del aparato. Además, reduces significativamente el riesgo de averías costosas por obstrucción del filtro o deterioro prematuro de componentes internos.
Y sí, hablamos de un ahorro potencial que puede traducirse en decenas o incluso cientos de euros al año en reparaciones y consumo eléctrico. Un gesto pequeño, pero con efectos acumulativos nada desdeñables.
“Después de cada lavado, la goma suele estar húmeda y si cerramos la puerta sin permitir que circule el aire, esa humedad se estanca y comienza a generar olores, manchas oscuras y un deterioro progresivo”, explican técnicos especializados.
Lavadora: 10 curiosidades que (quizá) no sabías
Para entender por qué este truco tiene tanto sentido, conviene repasar algunos datos poco conocidos sobre uno de los electrodomésticos más presentes en nuestros hogares:
- La mayor parte del consumo eléctrico (hasta un 90%) proviene del calentamiento del agua durante el lavado.
- Los programas largos pueden acortar la vida útil del aparato y consumir mucha más energía.
- Las lavadoras modernas incluyen ciclos “eco” o “lavado en frío” altamente eficientes.
- Los detergentes actuales están formulados para limpiar bien incluso a bajas temperaturas.
- Un filtro sucio puede aumentar el consumo energético y disminuir el rendimiento.
- La acumulación de humedad en la goma favorece hongos y bacterias.
- Lavar con cargas completas es más eficiente que hacerlo con poca ropa.
- Un mantenimiento regular (limpieza con vinagre y bicarbonato) previene averías costosas.
- Las lavadoras tienen sistemas inteligentes para ajustar automáticamente el agua y el tiempo según la carga.
- El uso responsable puede alargar su vida útil más allá de una década.
¿Cuánto consume un frigorífico encendido todo el día? ¿Y si lo apagas en vacaciones?
En cualquier hogar español, además de la lavadora, hay otro gran consumidor silencioso: el frigorífico. Este electrodoméstico está encendido las 24 horas del día durante todo el año. Se estima que representa alrededor del 30% del consumo eléctrico doméstico. Si sales varios días fuera —por ejemplo, en vacaciones— desconectarlo puede suponer un ahorro aproximado de 7 euros en ese periodo, siempre que puedas vaciarlo sin riesgos para los alimentos.
Este pequeño dato pone en contexto cómo los hábitos diarios —como dejar abierta una puerta o apagar un electrodoméstico durante unos días— impactan directamente en nuestra economía doméstica.
Inteligencia artificial: aliada invisible en el hogar
Mientras seguimos perfeccionando trucos tradicionales como el de la puerta entreabierta, la inteligencia artificial (IA) ha empezado a transformar radicalmente nuestra relación con los electrodomésticos. En 2025, los asistentes inteligentes gestionan ya tareas complejas: desde programar ciclos óptimos según las prendas hasta recomendarte cuándo conviene hacer una limpieza profunda o qué productos utilizar para maximizar eficiencia energética.
Los últimos avances en IA han dado lugar a sistemas capaces de:
- Analizar patrones de uso para sugerir horarios con menor coste eléctrico.
- Detectar anomalías o pequeñas averías antes de que se conviertan en problemas graves.
- Personalizar recomendaciones según tu consumo real y hábitos familiares.
- Integrarse con otras soluciones domóticas para optimizar todo el ecosistema del hogar.
Por ejemplo, algunas aplicaciones conectadas a la lavadora pueden avisarte si detectan humedad persistente tras varios ciclos —es decir, si has olvidado dejar la puerta abierta— o recordarte cuándo toca limpiar el filtro. La IA también contribuye a predecir cuándo es probable que aparezcan problemas por exceso de humedad o acumulación de residuos.
“La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es una fuerza impulsora detrás de la innovación y transformación en todas las industrias”, subrayan expertos del sector tecnológico.
El futuro: eficiencia energética inteligente
La combinación entre gestos sencillos —como dejar abierta la puerta tras cada lavado— e innovaciones tecnológicas lideradas por IA abre nuevas vías para ahorrar energía y reducir gastos domésticos. No se trata solo de ser más ecológicos o responsables; hablamos también de cuidar nuestro bolsillo y alargar la vida útil de nuestros electrodomésticos.
Al final, tanto si eres fanático/a del último gadget domótico como si prefieres los trucos caseros heredados de tu abuela, lo cierto es que hoy ahorrar energía está al alcance —literalmente— ¡de tu mano!

