Por fin sabemos la verdad de ‘Máximo, el breve’, el ministro de Sánchez que duró seis días en su puesto.
Máximo Huerta (antes Màxim) es el ministro más breve de la democracia española.
En junio de 2018, seis días después de que prometiera su cargo en el Palacio de la Zarzuela, el titular de Cultura y Deporte se dirigió a La Moncloa para presentar su dimisión ante Pedro Sánchez a raíz del escándalo causado por haber defraudado más de 200.000 euros a Hacienda.

Huerta volvió a sus labores como presentador y escritor y el 30 de enero de 2023 visitó ‘El Hormiguero’ en Antena3 para presentar su nueva novela y su nuevo negocio, una librería en su pueblo natal, Buñol (Valencia).
Ante Pablo Motos, Máximo Huerta contó cuál era el único recuerdo que guardaba del ministerio e, insistiendo en que “en ningún caso es lanzar dardos”, el periodista, escritor y librero desveló cómo fue la última conversación con Pedro Sánchez antes de anunciar su salida del ministerio.
Yo no quería nada, ni cargos ni sueldo vitalicio ni ningún cargo que me ofrecieron después para quedar bien.
Tengo que lamentar que al resto sí les han llamado para animarles o defenderles, a mi no me llamó nadie.
Yo pagué tres veces: lo que debía, la multa posterior y con mi dimisión.
Máximo Huerta no se cortó a la hora de hablar de lo duro que fue aquella etapa post ministerial después de dimitir:
Las miradas eran terribles. Tenía pánico de ir en tren porque todo el mundo me miraba. Me quedé en l’Albir porque allí está lleno de holandeses que no me conocían. Me daba angustia todo y más viendo que llegan otros casos en el Gobierno. Con Pedro Duque salieron y lo defendieron. Conmigo no. Me quede sin autoestima, creía que no valía para nada.
Descendí hasta los infiernos. Me vino muy mal aquello.
Fue entonces cuando Pablo Motos, presentador de ‘El Hormiguero’ quiso saber cómo fue la última entrevista con Pedro Sánchez antes de dimitir y por primera vez, Huerta desveló lo surrealista que fue ese instante y lo narcisista que es nuestro presidente, quién sólo hablaba de sí misma pesar de que él quien lo estaba pasando mal era otra persona:
Llegué a Moncloa en coche. Llevaba el discurso escrito en el móvil. Cuando estaba ya para entrar en el despacho me dijeron que esperara. Se hizo eterna y aproveché para hacerme un selfi. Al rato entré en el despacho y lo paradójico es que tras decirle que dimitía empezó a hablarme de Rajoy, Zapatero…. Me dijo ‘todos acabamos mal. ¿De mi qué dirán? Yo ahí sólo pensaba que había ido ahí a hablar y no estaba diciendo nada. ‘ ¿Qué dirá de mi la historia?’, se preguntaba conmigo delante. Así fue la despedida.
Tras ello me fue con mi madre a casa. Cené calabacín con huevo, que me encanta. No hablé con mi madre en ningún momento. Al tiempo recibí un mensaje de que tenía que entregar la cartera al nuevo ministro. Por falta de tiempo aún no tenían la nueva y me tocó dar la mía, aunque la recuperé por detrás de las cámaras. Y en casa tengo ese maletín.

