(“Se están poniendo de moda / los políticos rapsodas. / Dios nos libre de esa plaga, / porque estos tíos “la cagan”. / Para eso estamos los listos / y no esos seres malquistos”. Ripioteca propia).
El viernes último reivindicaba el derecho de mi señoría a que se le reconociese la facultad no sólo de usar sino incluso de abusar del título de “proto-objetor de conciencia” (cfr. “Lo de ´mi señoría´ ¿no era ya una objeción de conciencia?”) contra la nueva asignatura o disciplina que introducido han, en los estudios medios o ante-universitarios de los nietos de vuesarcedes, a la que antes denominaron “Educación para la Ciudadanía” y ahora creo que ya le han puesto una adenda de algo así como “…y los Derechos Humanos”. También se ha inventado una abreviatura que se empieza a utilizar en la jerga periodística y que es EpC.
A mi señoría le parece fenomenal esto de que se le ponga nombre a los naciturus antes de que sean natus. Es un claro signo de previsión. Si el Ministerio de Educación está embarazado y va a tener una nueva asignatura, pues ¡ale!, o ¡hala!, a ponerle nombre, aunque sea antes de tiempo. Que en un país de tamaña cultura (el tercero por la cola, señora ministra), hay que tenerlo todo previsto. Faltaría más…
Pero no es acerca de esto sobre lo que este insigne autor va a elucubrar, de forma pretendidamente festiva y jacarandosa, en esta chirigota. Aquí se va a iniciar el tratamiento “a fondo” del controvertido tema del actual lenguaje (“modus loquendi” o “dicendi”) de algunos políticos a los que, según se cuenta –narratur-, les ha dado por hablar con “presuntos versos”, es decir, con “ripios de baja calidad”, porque… ¡válgame Dios!
Como paradigma, hoy les transcribo los que tal vez sean los últimos ripios, claro, aunque él los calificó de versos –a cualquier cosa llaman chocolate las patronas-, que ha escrito el, a la sazón, ministro de Justicia del Reino de España. El presunto rapsoda en cuestión no se cortó lo más mínimo en recitar (bueno, es un decir), durante una interpelación, en un pleno del Senado, la siguiente –a mi juicio– vomitona poética:
“Bonita foto en Madrid / hayan bien los triunfadores / mas para no hacer resultados / más allá de aquesta lid, / a fuer de audacia y desliz / es contar mal lo contado, / y se vuelve en un pas pis / contra quien aquí ha ganado / y habiendo perdido allí / resultará derrotado / al final aquí y allí”.
Hay que tener… ¿O no?
4-06-2007.
