(o “Hay parados que huyen del trabajo”).
Para mí señoría, que se están pasando los nuevos inquilinos de la Moncloa. Muchas fotos, mucho guante blanco en el acto de la transición, mucho «hay que ver lo bien que lo han hecho ustedes»… Bueno, bien cuando se vea si lo han hecho bien, regular o mal, que más bien parece que lo han hecho no mal, sino muy mal. Pero bien, para evitar lío en la despedida, que es lo que se pedía en esta santa novena. ¡Vale!
No obstante o sin embargo, que diría y dice mi señoría, “amigos, sí, pero as sandalias valen o que valen o teñen ou seu prezo”, por hablarlo en gallego “co novo primeiro ministro”. Al menos, así lo cuenta el traductor de Google, que últimamente me está dando un juego estupendo.
Y es que uno no puede dar por bueno lo que han venido haciendo quienes han detentado (vean vuesarcedes lo que significa, de verdad, el verbo “detentar”, que igual no lo tienen muy claro) el poder durante dos interminables legislaturas. En concreto, en el ámbito de la relación del ministerio de Trabajo y, en particular, en su relación con los sindicatos, mi señoría ha sido partidario, de siempre, de que éstos abandonen su costumbre de vivir parasitariamente del Gobierno y, por ende, de los contribuyentes, que mediante subvenciones, ayudas para la formación, etc., les ha mantenido ahítos de recursos, con los que han ido tirando y han guardado silencio (no huelgas, no manifestaciones de protesta), durante el mandato del señor Rodríguez, por mor de aquella elemental norma de educación de que “con la boca llena no se habla”. No va a recordar mi señoría una serie de escritos que ha ´colgado´ uno en este mismo blog, aunque no sería malo, para que se advierta el modo de pensar del autor de esta chirigota o cuchufleta, no sólo a este respecto de la financiación de los sindicatos sino también de la de los partidos políticos, que se leyera o leyese páginas tan gloriosas como “No es un Gobierno pazguato el que ayuda a los sindicatos” o si no, aquella pieza irónica, si Dios tiene qué, que llamé “A los sindicatos, simples migajas, a pesar de todo lo que están haciendo”. Hay más testimonios por mi parte, pero en este momento no los recuerdo, aunque, si a mano viene, en cuanto acudan algunos de ellos (de esos testimonios) a mi memoria, los añadiré a esta cita con mucho gusto. Hoy mismo, y bajo el seudónimo de SORT7643, mi señoría se ha permitido contarle a la señoría de la nueva ministra de Empleo y de Seguridad Social, doña Fátima Báñez, algo que le dicta a uno el sentido común (dejando aparte mi Licenciatura en CC. Empresariales, por el ICADE), aunque ello lleve consigo un aserto políticamente incorrecto, como es el de afirmar que de los cinco millones y pico de desempleados con que contamos, dos millones y pico son personas que no tienen trabajo ni quieren tenerlo, porque se han acostumbrado a no trabajar y a vivir de subvenciones u otras ayudas de diversa índole, y que para que los tres millones de ciudadanos que de verdad quieren trabajar, lo logren, hay que convencerles («a la fuerza ahorcan», es decir, no creo que haya otro remedio) de que, de forma transitoria, tienen que resignarse a trabajar percibiendo un sueldo superior a lo que les pueda estar dando el seguro del paro, pero inferior a lo que cada trabajador estuviera percibiendo antes de prescindir de él en su empresa. A este convencimiento han de llegar los parados. Los parados que quieren trabajar. Y el Estado también ha de renunciar transitoriamente a percibir el total de las aportaciones correspondientes a la seguridad social de esos trabajadores, tanto de la parte que correspondería a las empresas como a los propios trabajadores. Y a medida que vaya transcurriendo el tiempo y se vaya corrigiendo la crisis, poco a poco, tanto el sueldo de los trabajadores como el pago íntegro de sus seguros sociales y los impuestos que procedan se empezarán a abonar normalmente.
(Por cierto: hace tres horas que trasmití a Libertad digital el Comentario citado, con el seudónimo de SORT7643, y este es el momento –22:15– en que curiosamente ha aparecido la segunda parte de dicho Comentario, pero no la primera. De cualquier forma, entre lo que aquí dice uno y esa segunda parte que ha difundido Libertad digital entre los Comentarios al artículo “Báñez se entrena en Empleo haciendo un guiño a los sindicatos”, vuesarcedes pueden hacerse una idea de la solución que sugiere mi señoría para luchar contra el desempleo. Y por si tuvieran o tuviesen dificultad en localizar esa segunda parte mentada ´ut supra´, aquí la tienen, “ad pedem litterae” (latín. Lengua muerta ésta, que nunca debió morir. RIP.):
“SORT7643 dijo el día 23 de Diciembre de 2011 a las 19:09:43.
Después, decía, transcurrido un cierto periodo de tiempo, se contratarán las nuevas condiciones de trabajo, con aumento de salario para el trabajador y pago de parte de las cuotas de seguridad social, etc. Y así, poco a poco, se irá rehaciendo la cosa, que no puede ser a lo bestia, ganando el trabajador lo que ganaba y el Estado llevándose todo lo que se llevaba, que «chi va piano, va lontano». El que quiera saber más al respecto que lea lo que uno tiene escrito de esto
Busquen ahí. Y no digo más, porque para lo que me pagan…
Buenas noches y buena suerte.”(Fin de la cita).
Bueno, por hoy (día 23, aunque este “post” no se ´cuelgue´ hasta el 24, por dificultades técnicas y humanas) ya deben estar vuesarcedes hasta el gorro y deseando que concluya. Otro día, más y mejor. ¿O no?
Quizá les interese también la lectura de otra chirigota, cuchufleta o chifla que llamé «De cómo acabar con el desempleo». De ser así, dígnense ¨pinchen¨ sin miedo.
24-12-2011.
