La primavera de 2025 ha traído consigo un regalo inesperado para los ecosistemas más amenazados de España. Las insólitas lluvias de marzo no solo han llenado los embalses hasta alcanzar el 71% de su capacidad, sino que también han devuelto la vida y el esplendor a dos de los humedales más emblemáticos del país: Las Tablas de Daimiel y el Parque Nacional de Doñana.
Un marzo para la historia
El mes de marzo de 2025 quedará grabado en la memoria colectiva como uno de los más lluviosos de la historia reciente de España. Las precipitaciones han sido tan abundantes que han superado todos los récords, especialmente en regiones que tradicionalmente sufren de escasez hídrica.
En Madrid, las lluvias han batido todos los registros históricos. En las tres primeras semanas de marzo, la capital ha recibido más agua que en cualquier otro mes desde que se iniciaron los registros en 1893. Este fenómeno no se ha limitado a la zona centro, sino que se ha extendido por gran parte del territorio nacional.
Andalucía, una región habitualmente castigada por la sequía, ha experimentado un cambio radical en su paisaje. Las lluvias torrenciales han provocado la crecida de ríos y obligado a evacuar a cientos de personas en algunas zonas. Sin embargo, estas mismas precipitaciones han sido las responsables de insuflar nueva vida a uno de los espacios naturales más importantes de Europa: el Parque Nacional de Doñana.
Doñana: Un ecosistema que renace
El Parque Nacional de Doñana, joya de la biodiversidad europea y hogar de especies emblemáticas como el lince ibérico, ha sido uno de los grandes beneficiados de estas lluvias extraordinarias. Tras años de sequía y sobreexplotación de sus recursos hídricos, las marismas de Doñana han recuperado parte de su antiguo esplendor.
Las precipitaciones han ayudado a la recuperación y estabilización ambiental de las marismas, proporcionando un respiro a la flora y fauna del parque. Sin embargo, los expertos advierten que la batalla por la supervivencia de Doñana aún no está ganada. El acuífero que alimenta el parque, sobreexplotado durante décadas, necesitará más tiempo y más agua para recuperarse completamente.
Las Tablas de Daimiel: El milagro del agua
A unos cientos de kilómetros de Doñana, otro ecosistema único en Europa celebra la llegada de las lluvias. Las Tablas de Daimiel, un humedal de importancia internacional situado en Ciudad Real, ha vuelto a llenarse de vida tras años al borde de la desecación.
El espectáculo de ver Las Tablas de Daimiel rebosantes de agua es algo que muchos creían que no volverían a presenciar. Las imágenes de satélite muestran un cambio radical en el paisaje, con extensas láminas de agua donde antes solo había tierra reseca y agrietada.
La recuperación de Las Tablas de Daimiel no solo es una buena noticia para la biodiversidad, sino también para la economía local. El turismo de naturaleza, una fuente importante de ingresos para la región, se espera que experimente un repunte significativo en los próximos meses.
Los embalses respiran: 71% de capacidad
El impacto de las lluvias de marzo no se ha limitado a los humedales. Los embalses españoles, termómetro de la salud hídrica del país, han experimentado una subida espectacular en sus niveles.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica, los embalses de todo el país se encuentran actualmente al 71% de su capacidad media, el nivel más alto de los últimos diez años. Este dato supone un alivio enorme para un país que, hace apenas unos meses, se enfrentaba a la posibilidad de restricciones de agua en varias regiones.
Belén Benito, directora de Operaciones del Canal de Isabel II, ha confirmado estos datos positivos, pero advierte: «No nos confiemos. Aunque ahora haya llovido mucho y los embalses estén llenos, hay que seguir ahorrando. Cada día hay que aprovechar todas las gotas posibles».
El reverso de la moneda: inundaciones y daños
Sin embargo, no todo han sido buenas noticias. Las mismas lluvias que han traído alivio a los ecosistemas y embalses también han causado problemas en varias regiones del país.
Las inundaciones han obligado a evacuar a cientos de personas de sus hogares, han cerrado escuelas y han arrastrado coches en algunas zonas. Estos eventos extremos son un recordatorio de la necesidad de adaptar nuestras infraestructuras y planificación urbana a un clima cada vez más impredecible y extremo.
El desafío del cambio climático
Los científicos advierten que estos episodios de lluvias torrenciales, alternados con períodos de sequía prolongada, son consistentes con los modelos de cambio climático para la región mediterránea.
Daniel Argüeso, climatólogo de la Universidad de las Islas Baleares, explica: «La bendición y la maldición del clima español es exactamente eso. Tenemos estos períodos de sequía prolongada que suelen terminar con este tipo de situaciones. Dicho esto, la lluvia que hemos tenido en marzo ha sido bastante excepcional».
Mirando al futuro: ¿Una tregua temporal?
Aunque la situación actual de los embalses y humedales es motivo de celebración, los expertos advierten que no podemos bajar la guardia. El cambio climático sigue siendo una amenaza real para los ecosistemas españoles y la disponibilidad de agua a largo plazo.
Más de una cuarta parte de España está amenazada por la desertificación. Factores como la mala planificación urbanística, los incendios forestales y ciertas prácticas agrícolas aceleran la erosión del suelo, contribuyendo a la expansión de zonas áridas.
La gestión sostenible del agua, la restauración de ecosistemas degradados y la adaptación a un clima cambiante serán cruciales para garantizar que espacios como Doñana y Las Tablas de Daimiel puedan seguir siendo oasis de biodiversidad en un país cada vez más seco.
Las lluvias de marzo de 2025 han proporcionado un respiro, una oportunidad para que la naturaleza se recupere. Ahora depende de nosotros aprovechar esta tregua para implementar políticas y prácticas que aseguren un futuro sostenible para los tesoros naturales de España.
Curiosidades y anécdotas
- El ave más beneficiada: La población de flamencos en Doñana ha experimentado un aumento espectacular tras las lluvias, con miles de ejemplares tiñendo de rosa las marismas recuperadas.
- Un fenómeno inesperado: Algunos habitantes de Las Tablas de Daimiel aseguran haber visto «brotar» peces en zonas que llevaban años secas, un fenómeno conocido como «estivación» donde algunos peces pueden sobrevivir enterrados en el barro durante períodos de sequía.
- El turismo del agua: Agencias de viajes locales han comenzado a ofrecer «tours de la lluvia», llevando a visitantes a ver los embalses llenos y los humedales recuperados, una atracción inusual en un país conocido por su sol.
- La paradoja del agricultor: Mientras muchos celebran las lluvias, algunos agricultores de zonas como Murcia se quejan de que el exceso de agua ha dañado sus cultivos, recordándonos que en la naturaleza, el equilibrio es clave.
- El regreso de las grullas: Ornitólogos han reportado un aumento significativo en el número de grullas que han hecho escala en Las Tablas de Daimiel durante su migración primaveral, un espectáculo que no se veía en tal magnitud desde hace décadas.
