Entonces ¿por qué lo condecoraron con dos Cruces de Hierro?
Hitler mintió sobre su experiencia como soldado durante la Primera Guerra Mundial: exageró sus méritos, no desarrolló allí su antisemitismo y el nacionalsocialismo no fue una consecuencia de su etapa como soldado en aquella contienda.
Son las conclusiones de Thomas Weber, profesor de Historia Europea e Internacional en la Universidad de Aberdeen y autor de La primera guerra de Hitler (Ed. Taurus).
El conocer el comportamiento del responsable de la Segunda Guerra Mundial es importante. El líder nazi sostuvo que aquella etapa fue «el periodo más memorable de mi vida»; y una vivencia crucial en la formación de sus ideas.
Para comprobarlo, Thomas Weber ha estudiado en profundidad los testimonios, cartas y biografías de los hombres que estuvieron con él en la Primera Compañía del 16 Regimiento de Infantería de Baviera, conocido como Regimiento List por el apellido de su comandante.
Allí llegó Hitler con 25 años recién cumplidos después de haber evitado alistarse en las filas austriacas.
«No es una contradicción que evitara el Ejército austriaco y acudiera como voluntario al alemán porque Hitler odiaba a los Habsburgo, los veía como traidores a la causa alemana porque daban derechos a otras nacionalidades y no buscaban la unificación de una gran Alemania».
Hitler estuvo en la guerra, sí, pero no en las trincheras.
«Su trabajo como correo entre los puestos de mando no lo exponía a la primera línea de fuego. No vivió la guerra como sus compañeros, no supo lo que fue la guerra en las trincheras».
Entonces ¿por qué lo condecoraron con dos Cruces de Hierro?
«La de segunda clase fue porque sobrevivió a su primera batalla, la de Yprés, en la que hubo muchas bajas».
La segunda Cruz de Hierro, de primera categoría, fue algo excepcional porque no la solían recibir los que no eran oficiales.
«Pero a Hitler le beneficiaron dos factores: por una parte su actitud de hombre cumplidor y soldado concienzudo que lleva a cabo las tareas que se le ordenan; por otra, que el emperador decidió extender estas condecoraciones a la tropa porque había habido muchas protestas de los soldados y quería subir la moral de su ejército».
Fue herido, en dos ocasiones, y también Weber ha encontrado una explicación menos heroica que la que Hitler se atribuyó. En la batalla del Somme le cayó metralla británica cuando estaba en un refugio de un área protegida, y después fue víctima del gas «pero puede que fuera gas alemán y que le llegara a él por el cambio del viento».
Weber no afirma que Hitler fuera cobarde. Ni valiente. Lo que sí está claro es que «fue un soldado obediente«.
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’