El reciente fallecimiento del papa Francisco a los 88 años y el acceso al trono de San Pedro del norteamericano León XIV ha vuelto a poner el foco no solo en su legado espiritual, sino también en las finanzas del Vaticano, un aspecto menos conocido pero fundamental para entender el funcionamiento de la Santa Sede.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, el papa Francisco mantuvo durante su pontificado un estilo de vida austero, fiel a su juramento de pobreza como jesuita.
Según el portal Celebrity Net Worth, su patrimonio personal apenas ascendía a 100 dólares, ya que no poseía bienes ni cuentas bancarias propias.
Sin embargo, el medio británico The Mirror ha informado que el patrimonio asociado a su cargo como pontífice valía casi 14 millones de euros al momento de su muerte, incluyendo cinco coches, un apartamento y ropa, todos bienes que pertenecen a la institución y no a la persona.
En el corazón de Roma, la Ciudad del Vaticano, el país más pequeño del planeta, despierta una curiosidad tan grande como su influencia. Con apenas 44 hectáreas y unos 800 habitantes, este enclave no solo es la sede de la Iglesia Católica, sino un enigma financiero que lleva siglos generando preguntas: ¿Es el Vaticano el país más rico del mundo? La respuesta no es simple, pero su riqueza, entre tangible e intangible, es tan fascinante como un thriller de intriga.
Un modelo financiero único
A diferencia de cualquier nación, el Vaticano no vive de industrias ni exportaciones. Sus ingresos provienen de donaciones globales, rentas de un vastísimo imperio inmobiliario y aportes de fieles. En 2021, bajo la lupa reformista del Papa Francisco, el Vaticano abrió sus libros: un patrimonio de 1,400 millones de euros, ingresos anuales de 250 millones y gastos que superan los 300 millones. Pero estos números son solo la punta del iceberg.
Propiedades que deslumbran
El verdadero músculo económico del Vaticano está en sus más de 5,000 propiedades repartidas por el mundo. Desde apartamentos en Italia hasta inmuebles de lujo en Londres, París o Ginebra, este portafolio inmobiliario es una mina de oro. ¿Quién no querría un ático en Mayfair? Estas posesiones refuerzan la imagen de un Vaticano financieramente poderoso, aunque no exento de tropiezos.
Inversiones con altibajos
El Vaticano también ha jugado en los mercados financieros, a veces con resultados desastrosos. En 2020, un escándalo reveló que donaciones se invirtieron en el fondo Centurion Global Fund, que apostó por Hollywood y energía. Otro traspié fue la compra de acciones en Hertz, que acabó en bancarrota. Estos errores llevaron a Francisco a centralizar la gestión financiera para evitar más dolores de cabeza.
¿Rico o no?
Si hablamos de PIB o riqueza neta, el Vaticano no compite con gigantes como Estados Unidos, China o incluso Qatar. Pero su riqueza trasciende los euros. Su patrimonio artístico (piensen en la Capilla Sixtina), su influencia espiritual sobre millones de fieles y su capacidad para movilizar recursos sin un ejército lo convierten en un actor único. No es el más rico en billetes, pero sí en legado y poder blando.
El Vaticano, como estado soberano independiente más pequeño del mundo, cuenta con un sistema financiero propio que se sustenta principalmente en tres pilares fundamentales:
Propiedades e inversiones inmobiliarias
- La Santa Sede administra más de 5.000 propiedades, de las cuales aproximadamente 4.200 están ubicadas en Italia (el 92% en Roma) y el resto distribuidas en ciudades como Londres, París, Ginebra y Lausana.
- En 2024, estas inversiones generaron beneficios por 48 millones de dólares, de los cuales 35 millones provinieron directamente de la gestión de alquileres.
- El valor total estimado de su cartera inmobiliaria asciende a unos 4.320 millones de dólares, representando el 50% de los ingresos propios del Vaticano.
Donaciones de los fieles
- Canalizadas principalmente a través del fondo oficial del Papa, conocido como Óbolo de San Pedro.
- Durante la última década, estas contribuciones se han mantenido relativamente estables en torno a los 48 millones de dólares anuales.
- Los años 2018 y 2019 marcaron picos de recaudación con 77 y 66 millones de dólares respectivamente, aunque posteriormente se ha observado una tendencia a la baja.
Museos Vaticanos y turismo
- Representan una fuente crucial de ingresos, generando aproximadamente 108 millones de dólares anuales.
- La entrada general a los museos cuesta actualmente 24 dólares por persona.
- Tras sufrir una importante caída durante la pandemia, el turismo se ha recuperado con fuerza desde 2023.
- Para 2025, declarado Año Santo Católico o Jubileo, se esperan 32 millones de visitantes, lo que supondría un récord histórico.
Curiosidades financieras del estado papal
El entramado económico del Vaticano presenta algunas particularidades que lo hacen único en el panorama internacional:
- A pesar de su imagen de opulencia, en 2023 el Vaticano presentó un déficit operativo de 89,6 millones de dólares, 5,4 millones más que el año anterior.
- El patrimonio neto total de la Santa Sede se estima en aproximadamente 4.212 millones de dólares, aunque algunos analistas sugieren que el valor real podría superar los 12.000 millones.
- El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como el «Banco del Vaticano», no funciona como un banco tradicional y solo tiene oficinas dentro del pequeño estado.
- La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) actúa como una especie de banco central, gestionando los bienes e inmuebles de la Santa Sede.
- En 2023, el IOR reportó un beneficio neto de 33 millones de dólares, mientras que la APSA registró un superávit de 49,6 millones, de los cuales 40,9 millones se destinaron a la misión del Papa.
- El Vaticano publicó por primera vez detalles de su patrimonio en 2021, revelando activos por valor de aproximadamente 1.400 millones de euros.
El contraste entre la austeridad papal y la riqueza institucional
Uno de los aspectos más llamativos de las finanzas vaticanas es el contraste entre la austeridad personal que promovía el papa Francisco y los considerables recursos económicos de la institución que dirigía. A diferencia de sus antecesores, el pontífice argentino decidió residir en la Casa de Santa Marta, una residencia más modesta que los tradicionales apartamentos papales.
Esta dicotomía se manifestó también en gestos simbólicos como cuando en 2017 subastó un Lamborghini «Huracán» blanco que le fue regalado, destinando los 715.000 euros obtenidos a fines caritativos. Mientras que como cardenal podía recibir entre 10.000 y 13.000 euros mensuales según el medio alemán Focus, como Papa no percibía salario alguno, siendo el Vaticano quien cubría todas sus necesidades básicas.
Datos sorprendentes sobre la economía vaticana
- El Vaticano no recauda impuestos como otros estados, dependiendo enteramente de donaciones, inversiones y turismo.
- A pesar de su pequeño tamaño (apenas 44 hectáreas), cuenta con dos instituciones financieras propias: el IOR y la APSA.
- Recientemente, el «Banco del Vaticano» obtuvo un International Bank Account Number tras la incorporación de la ciudad-estado a la Zona Única de Pagos Europea.
- Los cardenales, a diferencia del Papa, sí reciben un salario mensual que oscila entre los 4.700 y 5.900 dólares.
- El nuevo pontífice que suceda a Francisco deberá afrontar no solo la guía espiritual de 1.300 millones de fieles católicos en todo el mundo, sino también el desafío de equilibrar las cuentas de una institución con un déficit creciente.
La muerte del papa Francisco marca el fin de un pontificado caracterizado por su enfoque en la austeridad y la ayuda a los más desfavorecidos. Sin embargo, también deja al descubierto la compleja realidad financiera de una institución milenaria que, pese a su naturaleza espiritual, debe navegar por las aguas de la economía global para garantizar su sostenibilidad y cumplir con su misión evangelizadora y caritativa en todo el mundo.

