Cada año, 130 personas de diferentes países vienen a la región rusa de Siberia para participar en una de las maratones más extremas del mundo.
Los corredores atraviesan la superficie helada del lago Baikal de orilla a orilla, desafiando fuertes vientos y temperaturas heladoras.
Para participar en la maratón del Baikal, los deportistas tienen que cumplir con ciertas exigencias, entre ellas, un certificado médico que indique que se encuentra en buen estado de salud.
Se celebra con dos distancias: 42 y 21 kilómetros, tanto para hombres como para mujeres.
- El lago más antiguo: Baikal es el lago más antiguo y más profundo del mundo, con una antigüedad estimada de al menos 25 millones de años y una profundidad máxima de aproximadamente 1,642 metros (5,387 pies). Esto lo convierte en uno de los cuerpos de agua más antiguos y más profundos del planeta.
- Contiene una quinta parte del agua dulce del mundo: Baikal es extraordinariamente vasto y contiene alrededor del 20% del agua dulce no congelada del mundo. De hecho, tiene más agua que todos los Grandes Lagos de América del Norte combinados.
- Hogar de especies únicas: El lago Baikal alberga una increíble diversidad de vida, incluidas miles de especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Entre ellas se encuentra la foca del Baikal, el único mamífero pinnípedo de agua dulce del mundo.
- Transparencia del agua: El agua de Baikal es notablemente clara y transparente, lo que permite la visibilidad a profundidades de hasta 40 metros (130 pies) en algunas áreas. Esta claridad excepcional se debe en parte a la baja actividad microbiana en el agua, debido a su baja temperatura y alta oxigenación.
- Ice Baffles: Durante los meses de invierno, el lago Baikal se congela en su mayor parte, formando una capa de hielo gruesa y sólida. Sin embargo, a medida que el hielo se expande y se contrae, produce un fenómeno único conocido como «bafles de hielo», estructuras de hielo únicas que se elevan en formas espectaculares desde la superficie del lago.
- Agua curativa: El agua del lago Baikal se considera terapéutica y tiene una reputación de mejorar la salud y la longevidad. Muchas personas viajan a la región para bañarse en sus aguas o beber su agua, buscando sus presuntas propiedades curativas.
- Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: En 1996, el lago Baikal fue designado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su importancia ecológica única y su impresionante belleza natural.
UNA AUSTRALIANA EN EL HIELO
La australiana Maybritt Prahl, una de las personas que participaron en esta carrera, llegó a Siberia en compañía de su hermano, cuñada y sobrinos.
Maybritt ya había tomado parte en una maratón en nieve, pero esta fue la primera vez que corrió sobre hielo.
Alex O’shea, un bombero irlandés que ha estado presente en varias competiciones, es otro de los que no se quiso perder la maratón del lago Baikal.
«Nunca antes había estado en Rusia, en Siberia, y pensé que sería una oportunidad única. Y cuando vi que se trataba de un lago cubierto de hielo, pensé que sería algo muy especial. Nadie más hace eso en ninguna parte del mundo»,.
Los participantes en la carrera tienen que prepararse durante varios meses en condiciones climáticas que se asemejaran a la de Siberia.
«El Baikal siempre ha tenido su carácter, es poderoso. Para nosotros los lugareños es un organismo vivo. Estoy seguro de que en invierno también respira. Cuando necesita respirar, abre una grieta de 5 metros. Para nosotros, los organizadores de esta maratón, el principal problema es la diferencia de temperaturas entre la noche y el día. Si la diferencia es grande, el hielo empieza a moverse mucho».
Ya en la maratón, los participantes reciben todo lo necesario para tratar de llegar a la meta, como agua, bebidas calientes, atención médica, y, en caso de ser necesario, ayuda de los servicios de rescate.
Sin embargo, no todos llegan a la recta final, y tienen que retirarse durante el trayecto por lesiones u otros problemas como consecuencia de las extremas condiciones del lugar.
«Tenía la sensación de estar en el espacio. Además, no había gente alrededor. Parecía que estaba sola en este espacio», recuerda la rusa Anastasía Naidenko, quien terminó segunda en la distancia de 42 km.
«A veces, miras hacia adelante y ves solo un brillo azulado», y en el Baikal «el hielo hace ruidos, un par de veces me pareció que alguien había dejado caer un bloque de hormigón», agrega por su parte O’shea, que clasificó en cuarta posición en la maratón.