En una calurosa tarde del 18 de julio de 2025, España volvió a escribir una página dorada en el fútbol femenino.
No fue un paseo militar, ni tampoco un festival de juego ofensivo como en anteriores rondas.
Pero el 2-0 ante una Suiza irreductible vale su peso en oro: la selección nacional regresa a unas semifinales de Eurocopa 28 años después, cuando el fútbol femenino español apenas era una anécdota y no una potencia global como ahora.
La cita fue en el Stadion Wankdorf de Berna, con un ambiente hostil para las españolas por la presión local y una resistencia helvética que rozó lo heroico durante más de una hora.
España venía con la vitola de favorita.
El público esperaba un trámite, pero lo que encontró fue un ejercicio de madurez, trabajo y fe.
Porque el fútbol, a veces, se empeña en recordar que no hay enemigo pequeño ni victoria sencilla.
El partido: del atasco al desahogo
El primer tiempo fue un monólogo español en posesión (76%), pero también un monumento a la frustración: disparos desviados, balones al palo —hasta tres veces— y dos penaltis fallados. Primero, Mariona Caldentey mandó su lanzamiento muy lejos del arco en el minuto 9. Ya en la recta final, Alexia Putellas vio cómo la portera suiza Livia Peng le adivinaba las intenciones y detenía el segundo lanzamiento desde los once metros (minuto 88).
Entre medias, Suiza se encomendó a una defensa numantina. Cada ataque español chocaba contra un muro blanco —con especial mención para Noëlle Maritz hasta su expulsión en el descuento— y la grada local rugía cada vez que el balón salía despejado. Las españolas se atascaban en el último pase y el nerviosismo crecía con cada ocasión desperdiciada.
Athenea y Pina: las heroínas inesperadas
La técnico Montse Tomé, criticada por su inmovilismo al descanso, agitó finalmente el árbol con cambios clave. La entrada de Athenea del Castillo resultó decisiva. Bastaron cuatro minutos sobre el césped para que Athenea, tras un taconazo mágico de Aitana Bonmatí, rompiera por fin el cerrojo suizo con sangre fría ante Peng (minuto 66). El gol fue oxígeno puro: España respiró hondo y soltó los nervios.
El éxtasis llegó apenas cinco minutos después. Clàudia Pina, incombustible en banda izquierda tras reubicarse con los cambios, recibió al borde del área y soltó un disparo imparable que se coló por la escuadra zurda. Un golazo para sentenciar (minuto 71) y dejar clara la diferencia de calidad entre ambas selecciones cuando los espacios aparecen.
Un rival digno que resistió hasta caer extenuado
Hay que reconocerle a Suiza su papel de antagonista perfecto. El equipo anfitrión nunca había pisado unos cuartos de final europeos. Se vació físicamente hasta la expulsión postrera de Maritz (minuto 92), aguantó más de una hora sin encajar gracias a un despliegue defensivo colosal y solo cedió cuando ya no quedaba gasolina. Suiza se despide con honores, sabiendo que puso contra las cuerdas al mejor equipo del mundo.
España: ¿favorita real o superviviente con suerte?
Con este triunfo, España se cita en semifinales contra Alemania o Francia el próximo miércoles en Zúrich —un duelo tremendo con sabor a revancha histórica—. Tras liderar el torneo en goles (16) pero mostrar sus carencias bajo presión ante Suiza, surgen dudas razonables: ¿ha tocado techo esta generación o quedan aún destellos por explotar? El fútbol es caprichoso: hoy sobrevives a la agonía y mañana puedes estar bailando en Basilea.
Las casas de apuestas ya colocan a España entre las favoritas para alzar el título junto a Inglaterra, pero después del sufrimiento ante Suiza nadie se atreve ya a vender la piel del oso antes de cazarlo.
Claves tácticas: paciencia vs intensidad
- Dominio abrumador del balón frente a poca verticalidad
- Faltó chispa arriba hasta los cambios; Athenea cambió el ritmo
- Defensas muy sólidas: apenas inquietudes para Cata Coll
- Suiza defendió muy atrás; le faltó oxígeno para correr cuando tocaba remontar
- Penalti fallado por Mariona nada más empezar: presión mal gestionada
Nombres propios y datos relevantes
- Athenea del Castillo: revolucionaria desde el banquillo; autora del gol clave.
- Clàudia Pina: golazo desde fuera del área; gran segunda parte.
- Aitana Bonmatí: asistencia decisiva y brújula del equipo.
- Livia Peng: detuvo un penalti y sostuvo a Suiza hasta donde pudo.
- Noëlle Maritz: expulsada por doble amarilla; símbolo del desgaste helvético.
Lista rápida de curiosidades sobre este histórico España – Suiza
- La selección española vuelve a unas semifinales europeas 28 años después; en 1997 era casi amateur.
- Tres balones al palo y dos penaltis fallados: récord negativo español en una eliminatoria europea.
- Solo dos jugadoras españolas repiten respecto al último duelo europeo ante Suiza hace tres años.
- Suiza nunca había alcanzado unos cuartos como anfitriona… ¡y casi da la sorpresa!
- Más de 3.000 españoles se dejaron oír en Berna pese a ser minoría absoluta.
- Athenea ha marcado o asistido saliendo desde el banquillo en tres partidos consecutivos.
- Si España pasa a la final, igualará su mejor registro histórico absoluto en torneos UEFA.
España lo ha hecho: sobrevivir a la agonía es también saber ganar cuando no sale nada fácil. Y ahora sí, soñar está permitido —pero con cautela— porque esto es fútbol… femenino.

