En Madrid, entre el ruido de las obras y el trasiego de grúas, se esconde una realidad que sorprende a muchos jóvenes que buscan una salida laboral estable: un yesero puede llegar a cobrar hasta 5.000 o 6.000 euros al mes.
No es una cifra utópica.
El propio Gonzalo Bernardos, profesor de economía en la Universidad de Barcelona, lo afirma: “Pronto veremos a yeseros cobrando entre 5.000 y 6.000 euros por falta de mano de obra en construcción”.
Y no solo los yeseros; albañiles, fontaneros y electricistas también están en el punto de mira.
En un contexto donde el salario medio en España apenas supera los 23.000 euros anuales, la diferencia es abismal.
El auge responde a una razón muy concreta: la escasez de profesionales cualificados. El sector de la construcción, tradicionalmente visto como poco atractivo por las nuevas generaciones, se enfrenta a un déficit de trabajadores que está elevando los sueldos a niveles inéditos.
¿Por qué faltan trabajadores en la construcción?
Las causas de este fenómeno son múltiples y se han ido acumulando en los últimos años:
- Envejecimiento de la plantilla: Muchos de los trabajadores experimentados están cerca de la jubilación y no hay relevo suficiente entre los jóvenes.
- Falta de interés juvenil: Los jóvenes prefieren empleos menos físicos y con horarios más estables, lo que genera una imagen poco atractiva de la construcción.
- Crisis de 2008: El sector perdió 1,4 millones de empleos entre 2008 y 2012, y muchos de los que se marcharon no han regresado.
- Retorno de migrantes: Tras la crisis, muchos trabajadores extranjeros regresaron a sus países, agravando la escasez.
- Poca proyección profesional: El 94% de las empresas del sector reconoce dificultades para encontrar perfiles adecuados, sobre todo en los puestos intermedios y técnicos.
Según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), en España faltan alrededor de 700.000 trabajadores para cumplir con la demanda actual y los grandes proyectos previstos.
Madrid Nuevo Norte: epicentro del boom y de la escasez
Uno de los ejemplos más claros de este fenómeno es Madrid Nuevo Norte, el mayor desarrollo urbanístico en Europa, con más de 10.500 viviendas y 3,3 millones de metros cuadrados de suelo en transformación. Se estima que este proyecto generará más de 348.000 empleos directos e indirectos y un impacto de 12.000 millones de euros sobre el PIB de la región. Sin embargo, la falta de mano de obra pone en jaque los plazos y la viabilidad de estas obras emblemáticas.
La paradoja salarial: sueldos altos y poca demanda
Resulta llamativo que, mientras miles de jóvenes buscan trabajo y la tasa de desempleo juvenil sigue entre las más altas de Europa, los oficios de la construcción puedan ofrecer sueldos superiores a los de muchas profesiones universitarias. La brecha entre oferta y demanda ha obligado a las empresas a competir por el talento a golpe de talonario, especialmente en puestos como:
- Yeseros
- Albañiles
- Fontaneros
- Electricistas
- Encargados de obra
- Jefes de obra y project managers con competencias digitales y de gestión.
En el caso de los yeseros, el propio Bernardos insiste: “Las empresas de construcción lo van a poder pagar. Muchísima gente en los próximos años va a vivir mucho mejor de lo que ha vivido”.
Consecuencias para el mercado inmobiliario y la economía
La falta de profesionales cualificados tiene efectos que van más allá del sector:
- Ralentización de proyectos: La escasez provoca retrasos y penalizaciones económicas para las empresas.
- Impacto en el acceso a la vivienda: Sin suficiente mano de obra, los objetivos de construcción de vivienda asequible se ven comprometidos.
- Competencia por el talento: Otros sectores como energía, logística o tecnología captan a trabajadores por falta de incentivos en la construcción.
- Desajustes salariales: El auge de los salarios en algunos oficios puede generar tensiones en el conjunto del mercado laboral.
¿Qué buscan las empresas? Nuevos perfiles y retos
No solo se trata de fuerza bruta. La construcción del siglo XXI demanda cada vez más perfiles híbridos, con formación técnica, competencias digitales y capacidad de adaptación a nuevas normativas y a la sostenibilidad. Herramientas como BIM y conocimientos en eficiencia energética se han vuelto esenciales para acceder a los puestos más demandados. Sin embargo, solo el 13% de las empresas sitúa la sostenibilidad como objetivo estratégico prioritario, un dato que revela el margen de mejora en la adaptación del sector.
¿Es realista hablar de 5.000 euros mensuales?
Las cifras manejadas por los expertos hacen referencia a los perfiles más demandados, con experiencia y capacidad para asumir proyectos de cierta envergadura. No es el salario de entrada, pero sí una realidad para muchos trabajadores cualificados ante la falta de competencia.
En comparación, la demanda de estos perfiles se traduce en:
- Contratación estable en el segundo semestre de 2025, especialmente en obra civil, rehabilitación energética y construcción de data centers.
- Incremento de la productividad: España ha registrado un aumento del 1,2% en productividad en el último año, el mayor desde 2000.
El reto: atraer talento joven y cualificado
El futuro de la construcción en España pasa por hacer más atractivas estas profesiones para los jóvenes. Mejorar las condiciones laborales, ofrecer formación y planes de carrera y adaptar el sector a las nuevas exigencias tecnológicas y medioambientales son pasos imprescindibles.
En un país donde la vivienda y el empleo siguen siendo dos de los grandes desafíos, el sector de la construcción se ha convertido, paradójicamente, en un oasis de oportunidades bien remuneradas. Pero si no se resuelve la falta de relevo generacional, la oportunidad puede convertirse en un lastre para el desarrollo económico y social.
