"Se mira, pero no se toca" "Solo limpio"
A simple vista puede parecer un negocio de prostitución ‘disfrazado’, un servicio con oscuros tintes que vaya usted a saber, pero lo cierto es que proliferan cada vez más las ofertas… y las demandas. Hay colas de espera por ambas partes…
Son los llamados ‘pornochachos’, -a los que se suman cómo no las ‘pornochachas’ de rigor-, unos curiosos demandantes de empleo que se las ven y las desean para quitarse la ropa y ponerse a fregar a todo meter en los hogares españoles, y todo por un módico precio, en algunos casos.
DRAMAS
Tras una aparente frivolidad se esconden verdaderos dramas, aunque no por ello van llorado por las esquinas, sino que muchos hacen valer con orgullo sus dotes a la par que dejan claro que
«Se mira, pero no se toca. Soy my formal»; «Solo limpio».
Así publican algunos en la red su anuncio en las páginas gratuitas de Internet, tal y como se hace eco ‘ABC‘.
Responden a ambos sexos y edades comprendidas desde los 25 hasta los 50 años. Algunos son claros: no buscan sexo, sólo mirar.
Otros ofrecen 10 euros o 50 la hora por las labores hogareñas y hasta 60 euros extra si también sucumben al deseo sexual, eso sí, negociables. La intención final, en algunos de los casos, es ésa.
Como dice uno de ellos: «La limpieza no es lo importante».
«Estoy interesado en encontrar una mujer que limpie, planche en mi casa, desnuda», publica un demandante. «Chica para limpieza desnuda»,
anuncia otro.
Éste sólo quiere mirar y establece la posibilidad de fijar un día a la semana con precio a convenir. Ninguno deja el teléfono. Algunos solicitan imágenes con y sin ropa a la posible candidata.
«Busco chica de 18 a 35 años, atractiva y cualificada, no importa nacionalidad, pero que sea formal, que trabaje en las tareas del casa totalmente desnuda (plancha, lavadora, limpieza general) [..]»
