Brad Sigmon llevaba 24 años en el corredor de la muerte

Fusilan en EEUU a un asesino que mató a sus ‘suegros’ a golpes de bate de besibol

El condenado eligió el pelotón de fusilamiento sobre la inyección letal o la silla eléctrica

Brad Sigmon y la silla y los sacos terreros de su fusilamiento
Brad Sigmon y la silla y los sacos terreros de su fusilamiento. PD

Este 7 de marzo de 2025, Brad Sigmon dejó de existir.

Lo ejecutaron a balazos en Carolina del Sur, EE.UU.

Habían pasado 24 años desde que, en 2001, mató a golpes con un bate de béisbol a los padres de su exnovia.

Este método de ejecución, con un pelotón de fusilamiento, la primero vez que se utiliza en el país en 15 años.

Y marca un hito.

UN CRIMEN HORRIBLE

Todo empezó en Taylors, un pueblo tranquilo de Carolina del Sur.

Brad Keith Sigmon, entonces de 43 años, no aceptó que su relación con Rebecca Larke terminara.

El 25 de abril de 2001, entró en la casa de los padres de ella, David y Gladys Larke, y los atacó.

Con cueldad, regodeándose en el crimen, los golpeó con un bate hasta matarlos.

Luego secuestró a Rebecca a punta de pistola, pero ella escapó.

“No podía tenerla, no iba a dejar que nadie más la tuviera”, afirmó desafiante después.

Lo condenaron en 2002 y, tras dos décadas de apelaciones, llegó el final.

Sigmon eligió el pelotón de fusilamiento sobre la inyección letal o la silla eléctrica.

¿Por qué?

Sus abogados dicen que temía el sufrimiento de otros métodos.

La inyección letal había fallado antes, dejando a presos agonizando 20 minutos.

La silla eléctrica, según su defensa, “lo cocinaría vivo”.

Atado a una silla, con una diana en el pecho y tres precisos balazos al corazón, expiró a las 18:08 hora local.

Un médico lo confirmó 90 segundos después.

 Es la primera vez desde 2010 que EE.UU. usa este método.

Solo tres presos lo habían enfrentado antes, todos en Utah. Ahora, la pena de muerte vuelve al foco.

¿Es un paso atrás o una solución ante la escasez de fármacos letales?

Carolina del Sur legalized el fusilamiento en 2021 por esa razón.

Otros estados podrían seguirla.

FRÍO Y CRUEL

Brad, nacido en 1958, no era un tipo cualquiera.

Creció en un entorno duro, con abusos y negligencia, según su defensa.

Padecía una enfermedad mental no diagnosticada y daño cerebral orgánico.

En prisión, se volvió un recluso modelo: tranquilo, trabajador, alguien en quien los guardias confiaban.

Antes de morir, como casi todos cuando llegan a ese momento terrible, citó la Biblia: “Quiero que mi declaración final sea de amor y un llamado a acabar con la pena de muerte”.

LA ULTIMA CENA

  • Pidió como última cena un menú de Kentucky Fried Chicken: puré, judías verdes y pollo frito. Lo comió el miércoles.
  • Regaló el dinero de su cuenta en prisión a otros reclusos antes de la ejecución.
  • En 2001, tras los asesinatos, disparó a Rebecca mientras huía, pero falló.
  • Sus abogados pidieron clemencia al gobernador Henry McMaster, sin éxito.
  • Eligió el fusilamiento tras estudiar los fallos de las inyecciones letales en Carolina del Sur.

Países con pena de muerte: métodos y cifras

  • EE.UU.: Inyección letal, silla eléctrica, fusilamiento (en algunos estados). Unas 20 ejecuciones al año.
  • China: Inyección letal o disparo. Miles al año (cifras no oficiales, estimadas en 2.000-5.000).
  • Irán: Ahorcamiento público o privado. Alrededor de 250-300 ejecuciones.
  • Arabia Saudí: Decapitación o fusilamiento. Unas 100-150 ejecuciones.
  • Corea del Norte: Fusilamiento o ahorcamiento. Cifras desconocidas, estimadas en decenas.
  • Pakistán: Ahorcamiento. Alrededor de 30-50 ejecuciones.
  • Egipto: Ahorcamiento. Unas 50-80 ejecuciones.

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