Entre la represión y la resistencia

A un año de la muerte de Navalny…¿tiene Putin alguna oposición en Rusia?

El Zar del Kremlin Putin consolida su poder mientras la oposición - fragmentada y desmoralizada- lucha por mantenerse relevante

Alexei Navalny y Vladimir Putin
Alexei Navalny y Vladimir Putin. PD

En el primer aniversario de la muerte de Alexei Navalny, el panorama político en Rusia sigue dominado por la figura omnipresente de Vladimir Putin.

El turbio, nunca aclarado y sospechoso fallecimiento del carismático líder opositor en una remota prisión del Ártico el 16 de febrero de 2024 marcó un punto de inflexión para la disidencia rusa, dejándola sin su voz más prominente y enfrentando una represión cada vez más intensa.

A pesar de los esfuerzos del Kremlin por silenciar cualquier manifestación de descontento, cientos de personas se congregaron este domingo 16 de febrero de 2025 en el cementerio Borísovkoye de Moscú para rendir homenaje a Navalny.

El dispositivo de seguridad, aunque discreto, fue evidente, con policías de civil vigilando atentamente.

La tumba del opositor quedó cubierta de flores, en un gesto silencioso pero elocuente de resistencia.

La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, ha asumido el liderazgo del movimiento de su esposo, prometiendo continuar la lucha por «una Rusia del futuro, libre, pacífica y hermosa».

Sin embargo, al igual que la mayoría de los líderes opositores, se encuentra en el exilio, lo que limita su capacidad de acción dentro del país.

Una oposición fragmentada y desmoralizada

El politólogo independiente Alexander Kynev señala que la Fundación Anticorrupción de Navalny, otrora pieza clave de la oposición, «perdió irrevocablemente» su autoridad tras el arresto de su líder y el inicio de la invasión a Ucrania. La atención pública se desvió de las investigaciones sobre corrupción hacia la situación de emergencia del país.

Dmitry Gudkov, ex legislador ahora en el exilio, lamenta la incapacidad de la oposición para unirse: «Por desgracia, la oposición ha fracasado a la hora de unirse o alcanzar algún acuerdo en algo».

La fragmentación y las disputas internas han debilitado aún más a un movimiento ya golpeado por la represión.

Los métodos de Putin para mantener el control

El presidente ruso ha perfeccionado un sistema de control que combina la represión directa con tácticas más sutiles de manipulación de la opinión pública:

  1. Eliminación de rivales políticos: Ya sea mediante encarcelamientos, exilios forzados o, en casos extremos, muertes sospechosas, Putin ha neutralizado sistemáticamente a sus opositores más destacados.
  2. Control de los medios de comunicación: La mayoría de los medios independientes han sido silenciados o forzados a operar desde el extranjero.
  3. Leyes restrictivas: Nuevas legislaciones, como la que penaliza el «descrédito del ejército ruso», han creado un clima de autocensura y temor.
  4. Propaganda estatal: Una narrativa cuidadosamente construida presenta a Putin como el defensor de Rusia frente a amenazas externas.
  5. Manipulación electoral: Las recientes elecciones presidenciales, calificadas de «farsa» por observadores internacionales, son un ejemplo de cómo se mantiene la apariencia de democracia sin permitir una verdadera competencia.

El éxito de Putin radica en su habilidad para presentarse como el garante de la estabilidad y la grandeza de Rusia.

Su narrativa de un país asediado por enemigos externos resuena en una población que valora el orden y la fortaleza nacional por encima de las libertades individuales.

Andrei Soldatov, periodista especializado en servicios de inteligencia rusos, explica:

«Putin desprecia a su oposición. Su respuesta cuando alguien con importancia política es asesinado es decir que es ‘insignificante’ y se refiere a su propio apoyo generalizado para decir ‘¿por qué iba a matarlo?'»

Tras su reciente victoria electoral con un 87% de los votos, Putin ha asegurado su permanencia en el poder hasta al menos 2030.

Este resultado le permite argumentar un amplio apoyo popular a sus políticas, incluyendo la guerra en Ucrania.

Steve Rosenberg, editor de Rusia de la BBC, analiza: «Este 87% de los votos no solo le permite afirmar que tiene un mandato popular para su guerra en Ucrania y para la dirección en la que dirige a Rusia, sino que también envía un mensaje claro a la élite política rusa: ‘Tomen nota, aquí todavía hay un solo hombre a cargo, en control, y eso no va a cambiar a corto plazo'».

Putin

  • En una reciente reunión del Club de Debate Valdai, Putin insistió en que el objetivo de Estados Unidos es la «derrota estratégica de Rusia», a pesar de las declaraciones contrarias del presidente Biden.
  • Se rumorea que Putin autorizó el canje de Navalny poco antes de su muerte, en un intento de mejorar las relaciones con Occidente, pero el plan se frustró por el repentino fallecimiento del opositor.
  • En su discurso post-electoral, Putin desestimó el impacto de las protestas, asegurando que «no tuvieron ningún efecto» y advirtiendo que cualquier «delito» sería castigado.
  • Según fuentes cercanas al Kremlin, Putin considera que incluso pequeñas manifestaciones podrían desencadenar una revolución, lo que explica su obsesión por reprimir cualquier forma de disidencia.

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