La travesía en patera desde las costas de Argelia hasta las islas Baleares se ha transformado en una operación de alto riesgo y, sobre todo, de alto coste.
En las últimas semanas, las cifras han salido a la luz: quienes buscan una vida mejor pagan entre 5.000 y 10.000 euros por una plaza en estas embarcaciones clandestinas, aunque no faltan casos donde el precio alcanza los 14.000 euros dependiendo del origen y la demanda.
Un negocio redondo para las mafias, que han encontrado en el Mediterráneo occidental su particular El Dorado.
No es solo el drama humano lo que se juega en cada travesía, sino una auténtica industria: cada viaje puede reportar a los traficantes más de 200.000 euros si logran llenar sus embarcaciones.
En los últimos siete meses, Baleares ha rozado los 3.000 inmigrantes ilegales recibidos en 2025, marcando un repunte que supera ampliamente los datos del año anterior y evidenciando que la ruta argelina está lejos de ser frenada.
Tragedia en el Mediterráneo: se busca a 12 migrantes desaparecidos que saltaron de una patera que naufragó ayer cerca de las costas de Baleares
Informa Esther Sosa > https://t.co/rVP7lIo1qu pic.twitter.com/qOekqZGXv9
— Informativos Telecinco (@informativost5) August 23, 2025
Las mafias del tráfico y su rentabilidad obscena
Las organizaciones dedicadas al tráfico de personas han sofisticado sus métodos. Utilizan lanchas neumáticas rápidas —las famosas «Phantom»— capaces de soportar gran caballaje y burlar a las patrulleras españolas.
Las maniobras llegan a ser tan audaces que incluso han embestido a embarcaciones policiales cuando se ven acorraladas. La presión policial en el Estrecho ha desplazado la logística hacia el mar de Alborán y Baleares, donde la vigilancia es menor tras la ruptura diplomática entre España y Argelia.
👉 Una nueva patera desembarca este martes en una playa llena de bañistas en Cala Gran (Mallorca) pic.twitter.com/hosPSidk7V
— Crónica Balear (@CronicaBalear_) August 13, 2024
El perfil del patrón de patera ha cambiado: ya no son simples pescadores desesperados sino miembros activos de redes criminales con antecedentes, que organizan varios viajes al mes y no dudan en poner en peligro la vida de decenas de personas por trayecto.
En los últimos tres años se han producido casi 140 detenciones solo en Almería por tráfico ilegal de personas, pero el negocio sigue siendo demasiado rentable como para que unas cuantas condenas disuadan a las mafias.
A modo de ejemplo:
- Un viaje desde Argelia a Mallorca dura unas 42 horas.
- Cada pasajero paga entre 9.500 y 14.000 euros.
- Una embarcación puede transportar hasta 24 personas.
- Ingresos totales por viaje: más de 200.000 euros.
- El coste humano: ahogamientos, desapariciones y una cifra negra imposible de calcular.
El papel del Gobierno Sánchez: ¿inacción o efecto llamada?
La política migratoria del Gobierno español ha sido objeto de durísimas críticas. A día de hoy, 27 de agosto de 2025, el Ejecutivo de Pedro Sánchez acumula denuncias por su supuesta pasividad ante el incremento descontrolado del tráfico ilegal hacia Baleares. La oposición denuncia una falta flagrante de recursos para combatir a las mafias y una gestión centrada más en la acogida que en la prevención.
En los debates parlamentarios recientes se ha puesto sobre la mesa un dato demoledor: solo este fin de semana llegaron “jugándose la vida” hasta 171 inmigrantes ilegales al archipiélago balear. La respuesta institucional se ha limitado a reforzar algunos medios materiales y humanos, pero sindicatos policiales siguen alertando sobre una dotación claramente insuficiente frente al volumen y sofisticación del crimen organizado.
El llamado «efecto llamada» tampoco ayuda: las políticas sociales —alojamiento en hoteles, manutención gratuita e incluso vuelos pagados con dinero público— terminan convirtiéndose en un incentivo para quienes dudan si arriesgarse o no a cruzar el Mediterráneo. Así lo denuncian desde algunos sectores políticos y policiales: “Sánchez les pagará el alojamiento”, afirman en tono mordaz desde la bancada opositora.
La complicidad criminal (y lucrativa) de algunas ONG
En paralelo al auge mafioso surge otro fenómeno inquietante: la actuación ambigua —cuando no directamente colaboracionista— de ciertas organizaciones humanitarias. Reportajes recientes han desvelado cómo algunas ONG actúan como correa de transmisión del tráfico ilegal, facilitando información logística e incluso participando indirectamente en operaciones bajo el pretexto del rescate o ayuda humanitaria.
El modus operandi incluye:
- Simulación de naufragios para provocar intervenciones urgentes.
- Coordinación con redes mafiosas vía aplicaciones como Telegram.
- Reparto selectivo de recursos según zonas calientes del tráfico migratorio.
Aunque no todas las ONG están implicadas —muchas cumplen estrictamente con su función humanitaria— existen investigaciones abiertas sobre aquellas que podrían estar alimentando el negocio mediante colaboraciones encubiertas o difusión logística útil para los traficantes.
¿Por qué Baleares? Los factores geopolíticos
La ruta argelina hacia Baleares se ha visto favorecida por diversos factores:
- Ruptura diplomática entre España y Argelia tras el giro español sobre el Sáhara Occidental.
- Menor vigilancia marítima respecto al Estrecho.
- Proximidad geográfica: menor distancia implica menos riesgos… aunque no menos costes.
- Saturación policial en otras rutas migratorias.
El resultado es una vía abierta para las mafias, que aprovechan cada vacío institucional o cada nueva medida social para multiplicar sus beneficios.
Curiosidades y datos llamativos
- El récord absoluto lo tienen algunos pasajeros procedentes de Asia Central u Oriente Medio que llegan a pagar hasta 14.000 euros por cruzar apenas unos centenares de kilómetros marítimos.
- Entre 2012 y 2025 han sido detenidas más de 800 personas implicadas directamente en el transporte irregular por mar solo en Almería.
- Las embarcaciones «Phantom», originariamente diseñadas para deportes acuáticos, son ahora herramientas clave para las redes criminales.
- La última patera interceptada en Mallorca había recaudado más dinero que muchos negocios legales baleares… aunque con menos garantías para sus “clientes”.
La travesía sigue siendo tan cara como peligrosa; mientras tanto, el Mediterráneo se convierte cada noche en escenario donde se cruzan desesperación, negocio criminal e inacción política. Cada ola trae consigo historias dignas del mejor thriller… aunque aquí nadie sale indemne.
