A su fiel estilo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció en su cuenta de twitter:
«En la madrugada del pasado 24 de febrero de 2023, en un solo operativo, trasladamos a los primeros 2,000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población».
La mega-prisión más grande de América albergará la friolera suma de 40 mil presos, en su mayoría pandilleros de la temida «Mara Salvatrucha».
Las imágenes muestran el primer grupo masivo de reclusos, tatuados y descalzos, siendo conducidos a las instalaciones.
Los presos se quedan sentados en el suelo con las manos detrás de la cabeza rapada, apilados muy juntos, antes de ser llevados a sus celdas.
Unos 2.000 presuntos pandilleros fueron trasladados este viernes a la megacárcel recientemente inaugurada por el gobierno de #ElSalvador.
“Este será su nuevo hogar, donde no podrán hacer más daño a la población”, dijo a través de su cuenta de Twitter el presidente @nayibbukele. pic.twitter.com/5tJlfPgzEv
— Voz de América (@VozdeAmerica) February 24, 2023
El complejo, construido en una zona rural cerca de Tecoluca, unos 74 kilómetros al sureste de la capital San Salvador, será custodiado por más de 600 efectivos de las Fuerzas Armadas y 250 de la Policía Nacional Civil.
Un muro de más de 2 km con 11 metros de altura y coronado por alambradas electrificadas rodea las instalaciones, haciendo que apenas pueda llegar a verse parte del tejado de los pabellones y alguna de las torres de vigilancia.
El reclusorio incluye pabellones de confinamiento de reos, sistema de videovigilancia, control de acceso con escáner corporal y de paquetes, cerco eléctrico de 2,1 km de longitud, celdas de castigo y 19 torres de vigilancia.
Cada edificio tiene 32 celdas de unos 100 metros cuadrados (1.075 pies cuadrados) para albergar a «más de 100» prisioneros cada una, que dormirán en camarotes de lámina de hierro sin colchonetas.
Las celdas solo tienen dos lavabos y dos inodoros cada una.
El bloqueo de las comunicaciones telefónicas es una medida que se ha tomado también en otras prisiones de El Salvador para evitar que los reclusos tengan algún tipo de contacto con el exterior, y viceversa.
Algunos le recriminan a @nayibbukele el trato (supuestamente «inhumano») a pandilleros al trasladarlos a Megacárcel…mientras que otros le aplauden la drasticidad como son recibidos en su nueva morada.
Opiniones…. pic.twitter.com/J3q27oyjGL
— Vinicio Fuentes (@VinicioTVGT) February 26, 2023
Las maras
El Salvador ha sido afectado por la actividad de pandillas durante décadas. Las dos principales son la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Barrio 18 (también conocida como la 18th Street Gang). Estas pandillas tienen una larga historia de violencia, extorsión y crimen organizado en El Salvador y otros países de América Central.
En respuesta a la actividad de pandillas, el gobierno de Nayib Bukele ha implementado diversas medidas, incluyendo la creación de «mega prisiones» para alojar a miembros de estos grupos delictivos.
Las «maras» se originaron en las comunidades de inmigrantes salvadoreños en los Estados Unidos durante la década de 1980 y se extendieron a El Salvador y otros países de América Central a medida que sus miembros fueron deportados.
Megacárcel de El Salvador
El presidente salvadoreño Nayib Bukele informó el traslado de los primeros 2.000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). El pasado 14 de febrero, el mandatario dijo que alcanzaron 300 días sin homicidios en el país.#TodoEstáEnLN pic.twitter.com/wWhW11QvaV
— Diario La Nación (@LaNacionPy) February 25, 2023
Las pandillas en El Salvador han sido responsables de una gran cantidad de homicidios, extorsiones, tráfico de drogas y otros delitos graves. La violencia de las pandillas ha contribuido a la inseguridad en el país y ha afectado la economía y el bienestar de los ciudadanos.
Con la llegada del nuevo gobierno, en el país se han implementado diversas medidas para combatir la actividad de los pandilleros, incluyendo la creación de unidades especiales de la policía, la promoción de programas de prevención de la violencia y la construcción de «mega prisiones» para alojar a los miembros de estas temidas bandas de delincuentes.