TENSIONES EN AUGE ENTRE CARACAS Y WASHINGTON

Maduro denuncia “agresión” de EE.UU. y rompe canales diplomáticos en plena escalada militar

Venezuela acusa a Estados Unidos de ataque militar y cierra vías de comunicación mientras aumenta el despliegue defensivo en todo el país

Maduro denuncia “agresión” de EE.UU. y rompe canales diplomáticos en plena escalada militar
Trump y Maduro PD.

El Caribe amanece bajo la sombra de una nueva crisis internacional. Nicolás Maduro ha calificado como “agresión en toda la línea” las recientes acciones militares de Estados Unidos contra Venezuela, tras el bombardeo de embarcaciones venezolanas. El presidente venezolano sostiene que Washington ha roto los canales de comunicación bilaterales y ordena el despliegue masivo de tropas en 284 frentes de batalla, elevando las tensiones a un nivel sin precedentes desde la crisis de 2019.

Ruptura total en las relaciones y acusaciones cruzadas

A día de hoy, 18 de septiembre de 2025, la comunicación oficial entre Caracas y Washington es inexistente. “Las comunicaciones con el Gobierno de Estados Unidos están desechas por ellos, con sus amenazas de bombas, chantajes. Así no funcionamos nosotros”, declaró Maduro durante una rueda de prensa en Caracas. Acusa a EE.UU. de avanzar hacia una agresión militar tras años de presión judicial, política y diplomática, alimentada ahora por la presencia reforzada de buques y aviones estadounidenses en el Caribe.

Washington justifica su despliegue como parte de una operación antidroga. El presidente estadounidense anunció el bombardeo y hundimiento de dos embarcaciones venezolanas en menos de un mes, atribuyéndolas al narcotráfico controlado por organizaciones como el Tren de Aragua. Sin embargo, Caracas rechaza estas acusaciones y denuncia una campaña para legitimar un posible cambio de régimen.

El despliegue militar más grande en años

En respuesta directa, Maduro activó la operación Independencia 200, desplegando fuerzas armadas, policías, milicias bolivarianas y trabajadores públicos en 284 frentes estratégicos repartidos por todo el país. La movilización incluye instalaciones petroleras clave, aeropuertos, servicios esenciales y puntos fronterizos sensibles.

  • El despliegue involucra cerca de 4,5 millones de miembros voluntarios de la Milicia Bolivariana y unos 200.000 efectivos regulares.
  • La cobertura se extiende desde las costas caribeñas hasta los Andes y la frontera con Colombia.
  • El gobierno asegura que la medida busca “defender la paz y la estabilidad” frente a una amenaza externa sin precedentes.

En paralelo, EE.UU. ha reforzado su presencia con ocho buques —incluyendo un submarino nuclear— y diez cazas F-35 estacionados en Puerto Rico. La tensión se agravó tras el ataque que dejó once muertos en aguas del Caribe; Washington los calificó como “narcoterroristas”, pero Caracas sostiene que eran civiles víctimas de un “asesinato”.

Repercusiones para la seguridad regional

La militarización del Caribe reaviva temores sobre posibles enfrentamientos accidentales o escaladas incontroladas:

  • Las fuerzas venezolanas han sobrevolado buques estadounidenses como advertencia.
  • EE.UU. amenaza con derribar cualquier aeronave venezolana percibida como hostil.
  • El cierre del diálogo bloquea los mecanismos tradicionales para evitar incidentes graves.

Expertos advierten que cualquier error podría arrastrar a países vecinos o poner en riesgo rutas comerciales clave del Atlántico Sur.

Impacto sobre migración y estabilidad interna

La agudización del conflicto agrava la ya delicada situación social venezolana:

  • Se teme un repunte en los flujos migratorios hacia Colombia, Brasil y países del sur de Europa.
  • La presión interna sobre las Fuerzas Armadas aumenta; hay indicios recientes de deserciones, según analistas independientes.
  • El llamado a integrar adolescentes a las milicias refleja dificultades para sostener el aparato defensivo tradicional.

Las sanciones económicas estadounidenses permanecen vigentes y podrían endurecerse aún más, complicando la recuperación económica e incentivando nuevos éxodos masivos.

Comparativa con crisis previas

La actual escalada recuerda episodios críticos vividos durante 2017 y 2019:

AñoIncidente principalEstado actual del diálogoReacción regional
2017Sanciones económicasLimitadoCondena diplomática
2019Reconocimiento a GuaidóRotoFractura OEA
2025Ataque militar directoInexistentePreocupación global

Ahora, la ruptura comunicativa es total y la amenaza militar explícita convierte esta crisis en un riesgo mayor para toda Latinoamérica.

Respuesta internacional: España y la UE

La Unión Europea ha reiterado su apoyo a soluciones pacíficas basadas en el respeto a la soberanía venezolana. España mantiene una postura crítica hacia las sanciones unilaterales pero condena cualquier acción militar que ponga en peligro a civiles o aumente los flujos migratorios descontrolados hacia territorio europeo.

El Ministerio español de Asuntos Exteriores ha pedido “moderación” e instado a ambas partes a retomar canales diplomáticos urgentes para evitar una deriva aún más peligrosa.

Perspectivas: ¿Hacia dónde evoluciona el conflicto?

Sin señales inmediatas de distensión, los expertos ven dos escenarios posibles:

  1. Escalada militar: Un incidente mayor podría detonar enfrentamientos directos o provocaciones regionales.
  2. Estancamiento tenso: Persistencia del despliegue defensivo venezolano mientras EE.UU. mantiene presión naval sin nuevas incursiones terrestres.

La ausencia total de diálogo limita opciones negociadoras e incrementa el peligro para la seguridad hemisférica.

En medio del ruido mediático internacional, lo único claro es que el Caribe afronta uno de sus momentos más críticos desde la Guerra Fría. Venezuela se atrinchera apelando a su soberanía; Estados Unidos insiste en su política antidroga; Europa observa inquieta el deterioro acelerado del orden diplomático tradicional.

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